Luisito, de Cuestión de peso, lanzó su emprendimiento pero admitió: “El tema salud lo tengo descuidado”

El joven de 36 años que se hizo conocido en el 2010 por su paso por el reality habló con Teleshow. Necesita bajar más de cien kilos para operarse pero, sin obra social, no tiene cómo empezar un tratamiento

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(@luiszerda_ok)
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“Un saludo para la gente de mi Instagram que sé que se preocupan por mí. Estamos encaminados, estoy con muchos proyectos”, dijo Luis Zerda, más conocido como “Luisito de Cuestión de peso” en sus redes sociales, quien se hizo conocido en el 2010 por su paso por el reality. Alejado de los medios, el joven de 36 años volvió hace unos meses a vivir a Las Parejas, Santa Fe. Cerca de terminar su casa, acaba de lanzar su emprendimiento, pero en lo que a salud refiere, las cosas no están bien para él: sin obra social, no consigue cómo ni dónde empezar el tratamiento que le permita bajar 120 kilos para poder someterse a una cirugía bariática.

“¡Empecé mi emprendimiento!”, dijo entusiasmado a Teleshow y explicó de qué trata: “Tengo un amigo que hace ojotas, gomones de niño y dama y la idea surgió porque él está hace un año y me había dicho que fuera a trabajar con él, pero no yo le daba pelota. Ahora me decidí y soy uno de los vendedores”, dijo quien comercializa los productos por WhatsApp o a través de sus redes sociales (Facebook e Instagram que llevan su nombre).

“El proyecto nace porque vi la posibilidad de hacer algo que está a mi alcance, él (su amigo) me tendió una mano, me dijo que fuera a Buenos Aires para ver la producción. Y ahora... ¡hay que vender el producto!”, agregó. En los próximos días además “si Dios quiere” le entregarán las llaves de la casa que comenzó a construir con el premio que ganó hace dos años en el ciclo Quién quiere ser millonario. Aunque aún quedan muchas cosas por hacer, “falta el baño pero me turnaré para ir a bañarme a lo de mi mamá o mi papá”, está feliz: “Lo más importante es que ya tengo un techo donde poner mi cabeza”.

El presente de Luis Zerda

Con casa y trabajo, Luis tiene que empezar a poner foco, y lo sabe, en su salud. “Es un tema que tengo bastante descuidado. No estoy en tratamiento, no tuve respuesta positiva”, admitió con un dejo de dolor. Sin obra social y en pandemia, es difícil poder acceder a la oportunidad que le permita cambiar su vida.

Desde que comenzó la cuarentena estricta en marzo del año pasado probó hacer un tratamiento virtual, para evitar tener que viajar y mantener el aislamiento. Sin embargo, dicha modalidad no dio resultado: “A mí no me está sirviendo eso, no lo pongo en tela de juicio pero a mí no me funciona. Tengo que esperar a que esto pase para poder hacer algo”.

Es que sin obra social ni posibilidades para costear un tratamiento, no es fácil acceder a un plan integral de salud, ya que muchos lugares no están equipados ni tienen los recursos pare recibirlo: “No se si hay lugares acá en Las Parejas para hacer un tratamiento, conozco un solo lugar público, el hospital de Malvinas Argentinas que atiende a pacientes con obesidad mórbida. No es que yo no vaya a atenderme porque no quiera. Salvo que haya instituciones que te reciban para internarte y que te brinden un nutricionista, psicólogo, pero ningún lugar lo hacen porque tienen miedo de que rompas la cama, no hay aparatos, o la silla de ruedas y las camillas no están en condiciones, es difícil”.

Aunque la modalidad virtual no le funciona, sí está abierto a realizar un tratamiento ambulatorio como el que hacía en la clínica del doctor Alberto Cormillot si la posibilidad se diera: “Me funcionaría, no tendría problema en ir de lunes a lunes y descansar en mi casa, estar en la clínica haciendo actividades con los grupos, comer ahí esta la noche, en esos tratamientos además hay mucho grupo de psicólogos y eso sirve”.

“No tengo obra social, eso me perjudica y no se... saber de algún lugar, seguro que todos me van a querer cobrar pero no tendría problema en hacer algo ambulatorio”, dijo al la espera de poder conseguir una institución que pueda brindarle un tratamiento acorde a sus necesidades y sus posibilidades. Es que la situación no es fácil, y la pandemia demoró todo. Actualmente Luisito cuenta con apoyo psicológico pero no tiene médico de cabecera ni nutricionista: “En los hospitales hay mucho tiempo de espera, estoy hace un año anotado esperando un turno y esperando. Estoy cubierto en el plano psicológico, pero descuidado en el aspecto nutricional y de salud”.

Hace unos meses su ex compañeros del reality, Marcos Rodo y Pablo Bragale iniciaron una movida en las redes para mostrar el presente de Luisito y pedir ayuda para él. “Después de eso se acercó mucha gente, tiraban ideas pero vacías. Me propusieron tratamiento virtual que no me sirve, necesito otra clase de ayuda porque no puedo solo, no lo puedo lograr solo, lo llevaré a cabo si tengo un equipo interdisciplinario”, pidió.

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