“Tenía seis años y ya la veía en la tele, para mí era una locura...”. Cuando se paraba frente al televisor y soñaba con ser Susana Giménez, nunca imaginó lo que lograría. Sofía Jiménez nació en San Salvador de Jujuy, pero de muy chica se fue a vivir con su familia a San Pedro, una pequeña ciudad a 60 kilómetros de la capital de esa provincia. Y siempre tuvo en claro su deseo de estar en los medios.
Así lo relata mientras las luces del estudio de ShowMatch se apagan luego de una nueva gala y acepta quedarse unos minutos más para estar a solas con Teleshow, en una entrevista íntima en la que abrirá su corazón y contará cómo esa nena que creció en el norte argentino cumplió su sueño de llegar a la televisión. Vino al estudio de La Flia a apoyar a la Chipi, que la está reemplazando en la pista después de que hace un mes sufriera una fractura en una costilla. “Me dio mucha bronca y sentí frustración, pero no me quedó otra que aceptar, ya falta poco”, dirá un poco resignada. Soltera pero “con algo en vista”, no esquivará ningún tema durante la charla.
Cuando apenas era una adolescente, comenzó a hacer algunas participaciones en desfiles, pero ya era consciente de que si quería lograr su objetivo tenía que radicarse en Buenos Aires. Previo a eso, terminó el colegio y se fue de intercambio a Canadá. “Ese momento fue durísimo, sabía que no iba a ver a mi familia por un año, pero me abrió la mente”, recuerda. Y al volver, se fue directo hacia “la ciudad de la furia”, donde se anotó en la carrera de Comunicación Social. La pensión en la que vivió al principio la recuerda con cariño: le alquilaba una habitación a María Elena, una señora que la adoptó como si fuera su nieta. “En plena pandemia le fui a tocar el timbre después de mucho tiempo, y fue increíble volver a verla”, relata.
La varita mágica la tocó en 2011 cuando estaba trabajando de promotora y una amiga le avisó de un casting que hacían para Sábado Bus. “Venía de hacer miles de castings, lo contaba y nunca quedaba, por eso ese me lo guardé para mí. Y después salió y ahí arranqué”, explica confiada en que esa cábala de no contar a ella le funcionó. Pero también habla sobre los temores que tenía por afrontar situaciones incómodas en los castings. ”Era un re miedo que yo tenía, imagínate viniendo de Jujuy. Pero creo que he sido una afortunada, tuve mucha suerte que no tuve que vivir ninguna situación rara”.
De allí en más no paró: al año siguiente quedaría seleccionada para ser secretaria del Pelado López, con quien trabajó durante tres años en Antes que sea tarde, por América, y el exitoso Lo sabe, no lo sabe, el segmento en el que salían a la calle a hacerle preguntas a la gente. Allí, pasó lo que fue de público conocimiento: se enamoró del conductor, con quien tuvo una relación de cuatro años.
“Estábamos todo el día juntos y ahí nos terminamos poniendo de novios. Nunca me hubiese imaginado, porque encima me llevaba muchos años, pero bueno, en ese momento ni lo pensás, te vas dejando llevar”, comenta. La relación no terminó de la mejor manera, pero ella hoy lo ve desde otro lado: “Fueron años que estuvieron buenísimos mientras duraron y después cuando sentí que no iba más, avancé. Siento que todas son etapas y momentos, pero empecé a escucharme cada vez más yo”.
Después de un breve paso por El Debate de Gran Hermano, le llegaría lo que ella define como uno de sus “trabajos sagrados”: su debut como periodista al frente de Grosos, un segmento de Telenoche en el que se mostraban historias de chicos que daban todo por ayudar a otro. “Yo me recibo en 2016 y el día que voy a dar la tesis, me llega un mail de Carlos de Elía, que me propone hacer una prueba de cámara, y por supuesto estaba encantada. Fue una experiencia increíble”, recuerda. Ese 2017 fue un año bisagra para ella. “Fue difícil porque yo me encontraba profesionalmente increíble y personalmente, rara”, dice sobre el final de su relación con el ex CQC, que coincidió con uno de su mejores momentos laborales.
Al año siguiente, le llegó la propuesta del Bailando, donde empezó a estar más expuesta mediáticamente. “Tuve que decidir, y en ese momento tenía 26 años, me acordé de ese sueño de estar en la pista de ShowMatch y era muy pendeja para ya ponerme en el rol serio. Quería jugar y mostrar la parte artística también, entonces acepté”, explica. En 2019, empezó un noviazgo con Juan Martín Del Potro, que otra vez la llevó a las tapas de revistas, pero que la cuarentena le puso fin. “Me guardé viviendo con él y después en mitad de la pandemia me separé porque fue una necesidad mía de hacer un viaje espiritual, introspectivo. Mi mamá estaba en Buenos Aires, ella es persona de riesgo y la quería cuidar, entonces me tomé un tiempo. Y la pandemia cada vez se fue extendiendo más y la vida nos fue llevando para eso. Estábamos pasando por distintos momentos personales cada uno, pero tengo la mejor con él”, señala.
El último verano, le llegaría una propuesta laboral que la ilusionaría pero que se terminaría convirtiendo en su peor experiencia laboral: la conducción de Informados de todo, en las mañanas de América, junto a Horacio Cabak. “Fue difícil, no la pasé nada bien, pero por dentro tenía una parte que me decía ´Sofi, vos no le pediste el trabajo a nadie, te llamaron y no te están dejando cumplir con tu trabajo’”. Ese 28 de enero, la mala relación con el conductor explotó al aire y ya nada volvió a ser igual. “Lo vio todo el mundo, no estuvo nada bueno, él quedó súper expuesto. Por suerte me agarró a los 30, mucho más plantada, si me hubiese pasado antes no hubiese podido resolver la situación”, comenta. En ese momento, el canal tomó cartas en el asunto y el programa siguió hasta fines de febrero. “Ya no soy esa mujer que deja pasar un montón de cuestiones o que se pone abajo del rol del hombre. No, estamos en igualdad de condiciones”, sostiene.
Hoy, en uno de sus mejores momentos, disfruta de ser parte de La Academia, aunque todavía le quedan algunos días de recuperación luego de la lesión que sufrió hace un mes. Además, no descuida su vida personal: se anima a decir que hay “alguien por ahí”, y que en un futuro no muy lejano le gustaría formar una familia. “Es una característica mía ponerle mucha pasión a las cosas que hago, y por algo las elijo, no elijo cualquier persona o trabajo porque sí”, cierra.
SEGUIR LEYENDO: