El año pasado y en pleno aislamiento obligatorio por la pandemia del coronavirus, Samuel Chiche Gelblung debió ser internado por un cuadro de sepsis y neumonía que tuvo en vilo a todos sus seres queridos. Sin embargo, invitado a Debo Decir, por América, el periodista de 77 años aseguró que él nunca tomó dimensión de la gravedad de su cuadro y que, aún cuando luego del alta le contaron que su vida había estado en peligro, él estaba seguro de que no se iba a ir “del otro lado” por eso.
“Fue una especie de convulsión producida por una infección que yo tenía en la pierna. Subió un coágulo e hizo una especie de trombo y produjo una pequeña neumonía”, dijo el creador del Memoria para explicar, exactamente, qué era lo que le había pasado. Y reconoció que, según los médicos, “pudo haber sido fatal”. Pero dejó en claro que, hoy, se siente muy bien de salud.
Después, el periodista intentó explicar lo que se había mostrado en un informe de archivo de su legendario programa, en el que se mostraba a los supuestos médicos filipinos que decían operar con las manos pero que en realidad simulaban una intervención utilizando menudos de pollo. Y, en relación a esta farsa, aseguró: ”Yo tengo una doble sensación con eso. El que cree, que lo haga. ¡Si te hace bien! Porque hay gente que se cura con la cabeza”.
Entonces, Chiche dio el ejemplo de su madre. “Mamá tuvo un cáncer terminal. Cuando el oncólogo nos da el diagnóstico definitivo, nos dice: ‘Lamento comunicarles que tiene entre seis meses y un año de vida máximo. Ustedes decidan si se lo dicen o no’. Con mi viejo estábamos decidiendo y dijimos: ‘Sí, hay que decírselo’. Le comunicamos eso y mi mamá dijo: ‘Yo de eso no me voy a morir’. Se murió a los 86, durmiendo. Y tenía 60 cuando tuvo el cáncer”.
Frente a este recuerdo, Luis Novaresio le preguntó si le pegaba mucho la muerte de su madre. Y Chiche explicó: “No sé. A mí me impactó mucho más mi viejo. Mi madre estaba a veinte centímetros del aire. Nunca tocó la tierra. Entonces la pasó mejor...¡Qué se yo! Mi viejo, probablemente, haya sido más racional”.
No obstante, Gelblung destacó que su madre tenía una “intuición fenomenal”. Y no pudo contener las lágrimas al relatar un hecho puntual que estremeció a todos los presentes. “Yo hacía muchos años que me había ido de mi casa. Y no tenía relación con mis padres. Me ponen una bomba en mi casa y, a los dos minutos, me llama mi vieja y me dice: ‘¿Te pasó algo, Chiche?’. Fue rarísimo. Nadie sabía, no lo sabía ni la policía todavía. Y llamó. Dos minutos tardó. Tenía esa sensibilidad”, contó.
Y luego, volviendo a la enfermedad que había afectado a la mujer, remarcó: “Ella se había convencido que no se iba a morir de eso y no se murió”. En ese momento, el conductor le preguntó en qué creía él. Y Gelblung, sin poder reponerse del todo, explicó: “Yo creo que no estamos solos, creo que hay fuerzas superiores que rigen actitudes nuestras. Soy un agnóstico pero no creo que no haya un Dios. No sé qué forma tiene. Tengo creencias muy críticas, pero las tengo”. Y dijo estar seguro de poder reencontrarse con sus padres en algún lugar.
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