Gloria Carrá era apenas una niña cuando se convirtió en Meche Ferreiro, una de las más recordadas alumnas de la versión de Señorita Maestra que protagonizaba Cristina Lemercier por la pantalla del viejo ATC. La tira salió al aire entre los años 1983 y 1985 y fue un verdadero éxito en el público infantil. Sin embargo, por aquellos tiempos a la sociedad todavía le faltaba mucho por aprender. Y la actriz vivió una repudiable situación, que recién terminó de entender cuando era más grande.
Invitada a Debo Decir, por América, Gloria participaba de una charla junto a Sol Pérez, Chiche Gelblung, Arturo Puig y Santiago Artemis, en la que hablaban de situaciones en los que los varones se sobrepasaban con las mujeres. Y destacaban hechos que, en otros tiempos, se naturalizaban. Entonces, Luis Novaresio le preguntó de manera diracta: “¿Te pasó de tener que bancarte eso?”. Y la actriz no dudó en responder que “sí”.
“Por supuesto que me pasaban cosas. Pero era otro momento y una no se daba cuenta. Me han pasado un montón de cosas que ahora pienso y digo: ‘¡Por favor! ¿Cómo aguanté eso? Me parece que todos tenemos que desandar un camino”, comenzó diciendo Carrá. Y, cuando el conductor reconoció que en sus entrevistas con mujeres descubría que todas han pasado por algún momento “de humillación física o emocional”, se le vino a la cabeza un episodio puntual de cuando era una criatura.
Después de señalar que de cada diez mujeres, siete han sufrido abusos, Gloria explicó: “Eso es un montón, porque ahí es donde dicen que no les dan las cuentas, porque los hombre son todos buenos”. Entonces, a instancias de Novaresio, relató un hecho aberrante. “Me acuerdo de ir caminando con mi mamá. Yo iba a hacer Señorita Maestra, era muy chiquita, tenía ocho años o nueve. Íbamos caminando a tomar el colectivo 37 en Lanús. Esa fue la primera vez que me pasó algo así, que para mí fue re violento”, comenzó diciendo la actriz.
Y luego detalló: “Paró un auto adelante, un Falcón blanco. Y el chabón se bajó. Yo era muy chiquita y, para mí, tenía una rama en la mano. Para mí. Pero el chabón no tenía una rama en la mano, el chabón tenía...(su miembro). Cuando pasamos, empezó a decir: ‘¡Nena mirá, nena mirá! Me lo decía a mí, además. Y empezó a decir guarangadas. Entonces, mi mamá se le fue encima y el chabón se metió al auto y arrancó. Mi mamá quedó arrastrada, se desmayó en la calle...Un dramón. Y yo pensaba: ‘¿Tanto lío por una rama?’. Después me di cuenta de todo, pero es muy violento”.
Gloria reconoció que no fue la única vez que le tocó vivir una situación de ese tipo. “Así me pasaron un montón de cosas. Que un chabón se toque en la parte de atrás del colectivo y me muestre”, ejemplificó. Y, como madre de dos mujeres, Ángela Torres (22) y Amelia Cáceres (11), aseguró: “Uno lo toma naturalmente, pero no está bueno. Yo ahora pienso en mi hija más chica, por ejemplo, y no me gustaría que le pase eso nunca”. Y aunque contó que habla muchísimo con la pequeña, tal como lo hizo con la mayor, recordó que en su época su mamá no charlaba con ella de estas cuestiones.
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