“Había perdido la sonrisa al final”, señaló Marcelo Tinelli al ver ingresar nuevamente a Mar Tarrés en la pista de La Academia de ShowMatch. Es que la semana pasada hubo idas y vueltas entre la participante y su coach, Judith Kovalovsky, envueltas en una situación en la que por un instante se dijo que ambas renunciarían al certamen debido a la poca química entre las dos.
Pero todo se resolvió con un cambio de coach para Mar -ingresó Cecilia Estevez- y Judith acompañará a otra dupla, algo que sin querer reveló Tarrés en su presentación de este martes. “¿Cómo se lleva con la nueva coach?”, le preguntó el conductor. “Es un sol, Marce, la amo, ¡gracias! De verdad, gracias por darme la oportunidad por seguir”, aseguró Tarrés.
“¿Y si tuviéramos que definir a quien se fue, qué diríamos?”, punzó Tinelli. Pero Mar la tiró afuera: “No, Marce, no me hagas hablar”, dijo la influencer evitando referirse a Judith. “¿Se arreglaron? Porque en un momento te fuiste del certamen, me enteré por las redes que renunciabas”, insistió el conductor.
Y Tarrés se dedicó a explicar lo que pasó desde su punto de vista: “No, no fue así. Yo nunca me quise ir, amo estar acá. Yo hice mucho esfuerzo para estar acá, es un sueño. Pero cuando ella dijo en sus redes que se había quedado sin trabajo por mi culpa, ahí le dije: ‘No, no, no te quedás sin trabajo. Me voy yo, quedate vos con mi equipo y seguí vos’. Al otro día hablo con Lolo y me dice: ‘Judith no se queda sin trabajo, va a ser coach de Lío Ferro’”, reveló Tarrés a la vez en que destapó que al certamen se unirá el youtuber y actor.
“Es un ángel caído del cielo. Es muy buena, todo el tiempo la mejor onda, nos sentimos bien ensayando con ella”, definió Franco Mariotti, compañero de dupla de Mar, sobre la aparición de Estevez. Y ella completó: “Sentimos que estamos con una maestra jardinera que nos festeja los logros super chiquititos, esos que vos decís: ‘No era para tanto’. Yo soy objetiva, sé que no estoy dando todo, pero ella me festeja igual. Como que me motiva siempre para arriba”, dijo Tarrés.
En tren de seguir celebrando la buena química con Cecilia, Tarrés se cebó y habló de más, sorprendiendo al conductor: “Pero lo que me encantó fue que a la primera clase es que llegamos las dos tarde. Y dije: ‘Ah, somos las dos iguales’”. “Ah, mirá qué lindo, qué buen ejemplo”, acotó Tinelli. “Llegamos 15 minutos tardes, no fue que llegamos dos horas tarde, como decía la otra“, se justificó la participante y pegándole a Kovalovsky sin mencionarla. “Judith siempre estuvo puntual”, la defendió Marcelo. “No, llegó varias veces tarde y no lo dijo. Y yo no lo denuncié, porque me parecía lo más normal del mundo que llegues tarde”, disparó Tarrés.
Y siguió: “Me parece normal llegar tarde, ¿o vos no llegás tarde?”, dijo Tarrés buscando complicidad con Tinelli. Pero el conductor le dijo que no, e incluso desde el jurado, Jimena Barón hizo gestos para mostrar oposición ante los dichos de la participante. “No, a mi no me gusta llegar tarde, siempre respeto los tiempos del otro. Sinceramente lo digo, dos minutos antes estoy en todas las reuniones”, la frenó en seco Tinelli.
“Trafico, ponele”, insistó Tarrés. “Salgo antes, prefiero estar veinte minutos antes. Me cuesta llegar tarde a un lugar, tengo una obsesión con eso. Si digo a las 11, prefiero estar 11 menos cuarto esperando yo y no que el otro me esté esperando a mí”, dijo Marcelo. Y Mar cerró el tema con otro dardo: “Bueno, podés bailar con Judith, entonces”, comentario que despertó la risa del conductor.
Después de su baile, se enfrentó al jurado. Ángel de Brito le disparó: “No me gustaron todas las pavadas que dijiste en las redes. Me refiero a eso que ibas a ser censurada porque ella es poderosa, que te iban a echar del país, prácticamente. Y estás bailando acá”. Y Mar recogió el guante: “Sí me censuraron, no puedo hablar. Hay gente que me pidió que no hable, que me calle...”. Y Tinelli la interrumpió: “¿Quién te pidió eso? ¿Alguien de acá del programa?”. “Sí, pero no puedo decirlo”, insistió ella con el misterio.
Ahí, Tinelli empezó a consultarlo con los presentes en el piso, empezando por Federico Hoppe y hasta por Pablo Chato Prada, pero todos lo negaron. “No voy a decir nada y no voy a mandar a nadie al frente”, dijo Tarrés. “Este puterío barato no le suma a este programa tan lindo. Que creo que va orientado para otro lado: la semana pasada me trajeron a mi abuela, me emocioné”, siguió y cerró el tema: “La pelea no le suma a ella y a mi tampoco, entonces mejor lo sacamos, demos vuelta la página y sigamos trabajando (...). No te digo que lo superé, me duele muchísimo. Pero bueno, soy actriz, nunca me van a llamar de Polka después de esto...”.
“Pero tampoco te habían llamado antes”, le devolvió De Brito. “Ahora menos, olvidate”, insistó Mar. “Estás siempre trabajando en la víctima, que te censuran, que no te van a llamar...”, le espetó el periodista.
Luego, y tras las devoluciones de todos los jurados (que coincidieron en pedirle a Mar que “limpie su energía” y no se quede con las rencillas), Tinelli quiso dar una aclaración final: “Te quiero decir algo con lo que dijiste de Polka, porque lo conozco a Adrián (Suar), es mi amigo, lo quiero, además de que es nuestro jefe. Cualquier problema que pudieras haber tenido con algún familiar, con la mujer de algún familiar, no va a impedir nunca jamás que puedas trabajar o no en Polka. Eso va a depender de tu capacidad o no para que te llamen a una tira. Y no va a depender de un hecho puntual. Quedate tranquila, porque conociéndolo a Adrián, te lo puedo asegurar”.
“Gracias, voy a seguir tirando currículum, entonces”, bromeó Mar. “Totalmente. Si te van a convocar y te necesitan para una tira, Adrián lo va a hacer porque es un buen tipo. Y disfrutá”, le recomendó Tinelli.
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