El mundo hollywoodense aún no sale de la sorpresa por la condena a Allison Mack. Con el fallo dictaminado por Nicholas Garaufis, juez del tribunal federal de Brooklyn, la actriz de Smallville deberá cumplir tres años de prisión más otros tres en libertad condicional y pagar una multa de 20 mil dólares. Más allá de la decisión, fue una condena mucho menor a los 14 años que se pedían por haber manipulado a mujeres para convertirlas en esclavas sexuales de Keith Raniere, líder espiritual de NXIVM, secta estadounidense que fue desbaratada en 2019. Raniere recibió como pena 120 años de cárcel.
El de Allison es un caso excepcional en Hollywood por la pena efectiva. No obstante, el comparte ciertas aristas con otras celebridades que también se vieron tentadas de formar parte de sectas de cultos u organizaciones que persiguen dudosos objetivos.
Creada por Ron Hubbard en 1954, la Cienciología se encuentra en el ojo de la tormenta. Y al mismo tiempo que atrae a muchas figuras, distintas investigaciones sostienen que se trata de una secta masónica.
Tom Cruise es el devoto más reconocido. Su fidelidad -o fanatismo- es tan marcado que no ve a Suri, la hija que tuvo con la actriz Katie Holmes, porque la niña es católica. Cuando en 2012 se separó del protagonista de Misión Imposible, Holmes inscribió a la nena en un colegio religioso, retirándola de la Cienciología luego de comentar que le estaban “lavando la cabeza”. Eso hizo que la organización le impidiera a Cruise seguir viendo a su hija, que ya cumplió 15 años, por considera que su madre fue poseída por un espíritu maligno.
Otra de las celebridades que sigue esta creencia es John Travolta. Si bien lleva varios años comprometido con la Cienciología, en los últimos meses su devoción empezó a tambalear. Distintas circunstancias dolorosas que atravesó en el plano personal hicieron que se replanteara continuar en el credo, por no encontrar allí las respuestas buscadas. Según se dice, Travolta ya empezó su despedida luego de medio siglo de férreas convicciones.
En 2019 murió a sus 16 años el hijo mayor de Travolta: padecía de crisis convulsivas de manera reiterada. Nunca recibió un tratamiento médico. En 2020 la mujer del actor, Kelly Preston, falleció por un cáncer de mama sin haber aceptado combatir el enfermedad a través de la medicina tradicional.
Preston también era parte de la Ciencieología, y no le dejaron recibir tratamientos clínicos porque van en contra de esta corriente: sus fieles creen que todo lo que sucede es por algo, ante lo que no se debe intervenir. Ya en su agonía, el Travolta recurrió a los mejores médicos, una decisión que el propio Tom Cruise le recriminó.
En los últimos años Will Smith se sumó a esta creencia. En el caso del protagonista de Hombres de negro, se dice que ingresó mediante su pareja, Jada Pinkett Smith, y su hijo Jaden. Pero en la actualidad, Will estaría muy involucrado. La información se filtró desde un antiguo miembro, que luego de salirse de la agrupación se convirtió en uno de los denunciantes de las prácticas que deben realizar los fieles de la Cienciología. Consultado al respecto, Smith prefiere no mencionar el asunto.
Demi Moore ingresó cuando estuvo de novia con Tom Cruise. Vivió una de sus etapas más oscuras, pero pudo salir a tiempo. En su momento comentó que había ciertas pautas a seguir que no le gustaban. Lo de ella duró poco tiempo, ya que luego de distanciarse del actor, se abrió de la Cienciología ,aunque no le resultó fácil: se dice que logró salir adelante por su fama mundial, pero que no es tan sencillo para quienes no tienen una imagen pública.
Brad Pitt también integra esta lista tan particular de la Cienciología. Según trascendió, en los 90 estuvo a punto de morir por un tratamiento que le ordenaron hacer desde la organización para desintoxicarse de las drogas. Lejos de ir a un centro de rehabilitación -lo dicho: está prohibida la asistencia médica-, le realizaron una “purificación” que lo colocó en un grave estado, según comentó en su momento la actriz Juliette Lewis, su novia de entonces. Juliette intentó apartarlo, hacerlo entrar en razón, pero no lo consiguió. Tiempo, después se separaron.
Otro de los cultos más practicados entre los famosos es el Kabbalah, que tiene a Madonna como su máxima figura. La cantante ingresó en los 80 y desde entonces no solo le dedica tiempo, sino que ha realizado importantes donaciones de dinero.
Se trata de una corriente de ideología judía que tiene ramas del esoterismo. A lo largo de los años, esta organización creada por Karen y Phillip Berg fue criticada por el uso de la violencia y la discriminación, cuestiones que la propia Reina del pop desmiente. Entre sus curiosidades está la de no realizar ningún tipo de actividad los viernes; desde que es parte, la cantante nunca más dio un show ese día.
Britney Spears también fue parte del Kabbalah, pero se alejó en 2006 pese a que Madonna hizo todo lo posible por que continuara dentro de la organización. Mientras estuvo ahí, la Princesa del pop padeció sus peores años, envuelta en excesos y descontrol. Al día de hoy sigue pagando las consecuencias de aquellos errores.
Chris Martin, Gwyneth Paltrow, Victoria Adams y David Beckham también son devotos de esta creencia que se expande por todo el mundo. Cada uno en mayor o menor medida, más o menos involucrados, pero pertenecientes a este culto que cada vez gana más adeptos peso a sus controvertidos preceptos.
Glenn Close integró el Rearmamento Moral, que cree en lo absoluto. Si bien ya no pertenece a ese grupo, la figura de Atracción fatal comentó que ser parte le sirvió para convertirse en una gran actriz, ya que su vida actoral se basa en fingir ser otra persona. Con sus palabras intentó explicar lo que le trasmitían ahí adentro. “No me permitían hacer nada, o si lo hacía, me hacía sentir culpable. Básicamente, me dictaban como debían ser mis días”.
Joaquín Phoenix estuvo en la secta Los niños de Dios desde muy corta edad. Fue una organización que hizo base en gran parte de América Latina, teniendo a Argentina entre sus países de mayor operación en los 90. Sus padres eran parte y él, por mandato familiar, continuó inmerso en ese mundo. Con los años, el actor que brillara en Joker pudo salir. Es una de las organizaciones más conocidas por sus atrocidades. Ya no existe más, al menos con el mismo nombre, luego de ser desbaratada y de que su líder haya muerto.
Michelle Pfeiffer era apenas una adolescente y estaba dando sus primeros pasos como actriz cuando se conoció que estaba en una organización que se hacía llamar Respiracionismo. Se trataba de un culto místico que afirmaba que era posible vivir sin ingerir alimentos y agua.
Con el tiempo, distintas investigaciones confirmaron que muchos respiracionistas murieron haciendo ayunos interminables. Se trata de una filosofía oriental que se apoya en textos hindúes, que dice que se puede vivir del prana (el aire).
Las sectas en Argentina
No hay certezas sobre famosos argentinos que estén en sectas, pero sí grandes sospechas. Existen ciertos parámetros propios de las sectas que son compatibles con actitudes que llevan adelante personajes locales. Es Pablo Salum, fundador de LibreMentes y autor de un proyecto de ley para asistencia a las víctimas que caen en estas organizaciones, es quien se encarga de advertirlo.
Hace poco más de un año Calu Rivero afirmó que desde ese momento pertenece a la nación de la iluminación. Fue una de las primeras que se animó a contarlo. En ese entonces habló de experiencias sensoriales para recuperar el contacto humano y sorprendió al publicar en sus redes sociales fotos desnuda, rodeada de otras personas, en la playa, todos abrazados, que llamaron la atención de Salum.
En sus redes sociales, a Calu –que ahora se hace llamar Dignity- le preguntaron por su corriente y se encargó de explicarlo: “Es una comunidad que busca contagiar luz porque cree en el potencial divino de la especie humana. Deseo expandir la palabra iluminación en la mayor cantidad de espacios y formas posibles usando el lenguaje como una forma de comunicación, de cambiar la conversación cultural, de crear una nueva nación donde habite la verdad, la libertad, la belleza y la naturaleza”.
Para Salum, el caso de Rivero es elocuente: “Hay muchas señales -argumenta-. Eligió un nuevo camino de iluminación, evolución y autoconocimiento, la llevaron a mudarse, cambios en la vestimenta, alimentación, cambio de nombre, abandono de carrera por seguir ese camino lleno de energía... Así van eliminando la identidad las organizaciones coercitivas, o sectas. Se me vino a la mente las imágenes de la organización coercitiva de Osho”.
En este caso hay similitudes con el de Ivana Nadal, quien cambió su manera de pensar a la vez que abandonó su carrera televisiva. Salum pone el ojo en esta nueva mirada. “Lo que vemos habitualmente cuando hay una captación es un cambio en el discurso y la adopción de una doctrina o filosofía que puede atentar contra la salud y los derechos de terceros. Muchas veces, se piensa que estar en una secta es estar captados dentro de una comunidad, como se ve en las películas, con sacrificios humanos y hay chicos abusados sexualmente. Pero no es así, se mezcla todo”, contó en Hay que ver, refiriéndose a Nadal.
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