Mitos y verdades del único filme que protagonizó Evita y que Perón quiso ocultar: “La pródiga”, una película maldita

La breve carrera de Eva Duarte llegó en 1945 a su punto más alto, pero al mismo tiempo su vida tomó un nuevo rumbo, haciendo que su trayectoria de actriz se cortara de manera abrupta con este largometraje

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Informe: "La pródiga", el filme maldito de Evita

Se filmó en la década del 40 y fue el primer y único protagónico de la actriz Eva Duarte. Había hecho varios pequeños papeles y su filme anterior, La cabalgata del circo, mostraba un lento pero notable ascenso. Con muy pocas producciones, los mitos alrededor de la figura de la actriz se multiplicaron al infinito cuando dejó su carrera y se dedicó a la política. El peronismo nunca se mostró afecto a reivindicar esta etapa de la vida de su líder espiritual y prefirió poner un manto de piedad sobre aquellos años.

¿Pero cómo era Eva Duarte como actriz? Hay un testimonio que lo resume a la perfección: “En cine, mala. En teatro, mediocre. En radio, pasable”. ¿Quién dijo eso? La propia Eva Duarte, que se veía a sí misma como una actriz bastante limitada. Sus defensores, pero aún más sus detractores, opinan que su capacidad actoral no era tan mala después de todo. Sus trabajos en radio y teatro la convirtieron en un nombre conocido, pero jamás llegó, ni por asomo, a ser una de las grandes estrellas de aquellos años. Sin embargo, no se olvidó de ninguno de los artistas con los que tuvo una buena relación y mucho menos de aquellos con los que el vínculo no fue tan bueno.

El director de La pródiga fue Mario Soffici. El realizador ya la había dirigido en su realización anterior, La cabalgata del circo. El elenco de esa película era particularmente importante y Eva Duarte ocupaba un rol menor, aunque se cruzaría con dos figuras claves: Hugo del Carril y Libertad Lamarque. También trabajaban Orestes Caviglia y un joven Armando Bó.

El póster de "La pródiga"
El póster de "La pródiga"

Pero volvamos a los dos protagonistas. Con Hugo del Carril la relación sería muy buena, y el talentoso actor, cantante y director terminaría grabando la versión original de la marcha peronista. A ese gigante de la cultura nacional lo acompaña otra extraordinaria estrella y cantante, Libertad Lamarque. Durante años se habló de la pésima relación entre Duarte y Lamarque y de un cachetazo que nunca fue confirmado. Libertad quedó fuera de la industria y se convirtió en una estrella en México cuando se tuvo que exiliar. Sin Libertad, Evita comenzó a crecer.

La relación naciente con Juan Domingo Perón llevó a que varios miembros de la industria intentaran congraciarse con él a través de ella. La película La pródiga fue filmada en los Estudios San Miguel, empresa fundada por Miguel Machinandiarena en 1937. En su libro Cien años de cine argentino, Fernando Martín Peña cuenta: “En 1945 el estudio se desentendió de Lamarque y procuró el estrellato de su rival Eva Duarte en La pródiga. Eva ya era pareja de Juan Domingo Perón y el proyecto pudo ser parte de los intentos de Machinandiarena por acercarse al poder y recuperar la concesión de los casinos de la Costa Atlántica que el gobierno le había quitado en 1943”.

El cine estaba en segundo plano y se notaba. En su autobiografía, la gran actriz de melodramas Mecha Ortiz y candidata al papel recuerda: “Mi perspectiva inmediata en ese entonces fue quedarme sin hacer el film que más me entusiasmaba y lo que es peor aún, ‘advertida’ de no hacer conocer mi disconformidad”.

Eva Duarte, en una escena
Eva Duarte, en una escena de "La pródiga"

La pródiga tiene guión nada menos que de Alejandro Casona, basado en la novela de Pedro Antonio de Alarcón publicada en 1882. A través de un largo flashback, cuenta la historia del encuentro entre la rica dueña de un gran caserón en medio de un valle y un ingeniero, comenzando una relación que produce una crisis en sus vidas. Julia (Eva Duarte) es una mujer que, después de dos años de luto por el suicidio de su marido, se ha entregado a una vida libertina. Pero el destino le ha entregado una segunda oportunidad y entonces decide volcar su fortuna a ayudar a los desamparados. Hasta la más humilde de las criaturas, incluyendo una paloma al comienzo del filme, recibe su generosidad.

El cálculo de beneficiarse con la presencia de Eva Duarte salió mal, porque la ascendente carrera de Perón y su vínculo con la protagonista de la película dieron por tierra con cualquier esperanza. La pródiga no llegaría a estrenarse. Habían existido algunos problemas con el rodaje y lejos está de ser éste un auténtico filme de Mario Soffici, un director muy superior a un melodrama de manual que se nota que no ofrece nada original y que fue filmado a las apuradas. Algunos compañeros de elenco hablaron maravillas de Duarte; otros, exactamente lo contrario.

Lo cierto es que se ordenó quemar las copias de la película para que nunca fuera vista por nadie. Es verdad que Eva Duarte no se luce y su condición de posible futura estrella es más que dudosa. Su destino en el cine no parecía tener un horizonte prometedor. El peronismo, tan afecto a todo lo vinculado con ella, nunca festejó ni hizo de su carrera de actriz un culto. La trama de La pródiga, la de una mujer licenciosa que luego se vuelve una abanderada de los humildes, podría haber sido aprovechado por la mitología peronista, pero aun este simple melodrama era demasiado complicado para la beatificación de Eva Duarte. Ella y su flamante esposo debían construir una mitología, y estos largometrajes poco ayudaban a eso.

Sin embargo, Machinandiarena guardó una copia en un “lugar secreto” (supuestamente en Montevideo) y años más tarde fue rescatada por su nieto Víctor Bó, quien la vendió a la empresa Aries Cinematográfica para su comercialización con el regreso de la democracia en Argentina. Así fue como a 40 años de su estreno, La pródiga pudo ver la luz.

Ese reencuentro con la Eva Duarte actriz luego de cuatro décadas fue impactante y algo decepcionante. Pero la condición de maldita que la película adquirió y la figura de una de las grandes figuras del siglo XX la convierten en un título interesante para el cine argentino. Muchas actrices e incluso actores interpretaron a Evita en cine, televisión y teatro, pero solo un actriz pudo mostrar a la Eva Duarte actriz: ella misma.

Eva Duarte en su primera
Eva Duarte en su primera y única aparición cinematográfica

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