Este lunes a la mañana murió Marta, la mamá del recordado Ricardo Fort. Tenía 86 años y, según pudo saber Teleshow, la también cantante lírica falleció por una arritmia. Estaba internada desde hacía dos años y medio como consecuencia de un ACV. Sus restos no serán velados, sino que irán directamente al cementerio del Memorial, en Pilar, donde descansará al lado de su hijo.
Entre los muchos saludos y respetos para la madre del chocolatero que brotaron de inmediato en las redes sociales, se destacó el de Martita, la hija Ricardo. “Hoy le decimos adiós a mi querida abuela Marta. No sólo significaba una abuela para mi, si no que además era una gran artista que, como mi papá, perseguía el cariño del público”, escribió la joven en su cuenta de Instagram, junto una foto en la que se ve a su papá besándole la mano a su abuela, ambos arriba de un escenario iluminado.
“Aunque me entristece la noticia, con seguridad que ahora debe estar feliz de reencontrarse con mi papá, donde pueden estar unidos cantando después de muchos años”, cerró la hermana de Felipe Fort, con un emoji de corazón blanco.
Marta Campa, tal el verdadero nombre de la mamá de Ricardo, se encontraba en el centro de rehabilitación Basilea, ubicado en la calle Solís, en el barrio de Monserrat. Madre además de Jorge y Eduardo, se había casado con Carlos Fort, el heredero de la reconocida fábrica de chocolates, quien falleció hace más de una década.
Según allegados a la familia, las causas de su partida estaban ligadas a su edad, más que a un cuadro en particular. “Ella tenía marcapasos ya hace varios años y tuvo un paro cardíaco del que no pudo salir”. Debido a los protocolos vigentes desde el año pasado para frenar el avance del coronavirus, no estaba pudiendo recibir demasiadas visitas de su entorno.
Marta fue internada en enero del 2019, inicialmente debido a una trombosis pulmonar. Por esos días estuvo en el Hospital Italiano alrededor de tres semanas en coma farmacológico. Luego le detectaron un coágulo de sangre alojado en un sector de los pulmones. Fue por eso que no pudo estar presente en la fiesta de 15 de su nieta. Hasta ese momento, la mujer se encontraba activa. Incluso, concurría asiduamente a la fábrica ubicada en el barrio de Almagro.
Cuando le preguntaban cómo lograba mantenerse activa, la artista compartía su fórmula: “El secreto es que cuando vos caminás por el mundo y la gente te dice cosas, no hay que absorber la negación de los demás, las malas ondas no van. No podemos vivir de la negación del pasado porque no nos deja vivir el futuro y el presente”.
Aunque al casarse con Carlos dejó su labor como cantante, la música siempre la acompañó y fue de ella de quien Ricardo heredó su amor por lo artístico. Incluso, en la despedida de “el Comandante”, ella decidió recordarlo con una sonrisa y repartió discos a los allí presentes. Además, en ese momento, explicó por qué los mellizos, Martita y Felipe, no se quedaron con ella, sino con Gustavo Martínez. “Yo no voy a tener la tenencia porque como abuela soy un desastre y ahora no tengo la capacidad para criar a los chicos. Sí voy a estar cerca de ellos”, había dicho.
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