Acaban de lanzar “3 de la mañana”, su nuevo tema que rompe récords en todas las plataformas, y hoy son parte del programa más exitoso de la televisión, La Voz Argentina. Junto a Lali Espósito, Soledad Pastorutti y su propio padre, Ricardo Montaner, Mau y Ricky brillan como coaches del reality musical de Telefe.
Acostumbrados a la fama desde chicos, los hermanos son desde hace algunos años referentes de la música pop y, en diálogo con Teleshow, abren la puerta de su intimidad para contar cómo están viviendo este momento en Argentina, un país al que aseguran amar, y cómo es trabajar en familia. Además, revelarán las peleas que tenían de chicos y los planes que tienen a futuro: Ricky, que se casará más temprano que tarde con Stefi Roitman, la influencer argentina que hoy es host digital del programa, y Mau, que quiere ser padre junto a su esposa, la colombiana Sara Escobar.
—¿Cómo están viviendo en particular esta versión argentina de La Voz? Porque ustedes ya habían hecho otras…
Mau: —Nosotros hicimos hace poco la versión de La Voz Kids en México, y son dos cosas distintas. Uno, al ser chamitos (chicos), trata de cuidar lo más inocente y sus corazones. Y en este caso estamos lidiando con gente también que ha estado su vida entera buscando oportunidades, cómo lograr su sueño, y ésta es, en sus mentes, una de sus únicas oportunidades que van a tener, entonces también es una manera de nosotros de tratar de sembrar una semillita de fe y de amor para que logren sus sueños.
Ricky: —Y ya sabíamos que el nivel de talento en Argentina es inmenso, pero es que los 96 participantes que se quedan en el programa son excelentes. Entonces, nos hacen el trabajo más fácil, pero también más difícil, porque a la hora de elegir…Y vivimos momentos muy bonitos, porque uno pensaba que iba a estar sembrándole la vida de distintos artistas, pero uno terminó aprendiendo muchísimo también.
—Ya habían hecho colaboraciones con Lali, pero ¿cómo es trabajar el día a día con ella?
Mau: —Tenemos una confianza extraordinaria, entonces es mucho más fácil. Muchas veces cuando uno no tiene esa confianza, las molestadas y los chistes y todo eso, cuesta un poco más. Con ella nos conocemos tanto, que es muy fácil y muy divertido. De hecho, yo que me toca justo al lado de ella, yo paso cagado de la risa todo el rato. Ella es muy graciosa, entonces mientras éste (por Ricky) se está peleando con ella, las respuestas de ella a mí me…lloro de la risa.
—¿Tienen alguna anécdota en particular con ella?
—Tenemos muchas, las van a ver en La Voz. Pero hay una del back. No habíamos visto Sky Rojo, ya ahora sí, pero como por cuatro semanas, ella venía todos los días diciendo: “¿Vieron Sky Rojo?”. Porque claro, Stefi la quería ver, pero no cuadrábamos los horarios, y tardamos mucho, ya me daba vergüenza. Cuando empezábamos a hablar de la serie, yo me iba apara otro lado para que no me preguntara. Y una vez, en casa de Marley me dijo “Ya es el colmo, chicos. Forros, son amigos míos y no han visto la serie” (Risas). Entonces esa misma noche, la vimos.
—¿Qué es lo que más disfrutaron de estar este tiempo en la Argentina?
Mau: —Bueno, al ser fanáticos de la Argentina, ha sido un tiempo lindo de llegar y estar viviendo. Porque cada vez que hemos pasado mucho tiempo en Argentina, ha sido de gira, entonces no hemos podido disfrutar de una ciudad solamente. Hoy en día, el simple hecho de poder hacer un asado argentino, eso para mí ya cambia el mood de todo. Para nosotros es una bendición, tenemos mucha familia, especialmente ahora con Stefi aquí, entonces estamos constantemente empapándonos de esas raíces.
—¿Y qué fue lo que menos les gustó?
Ricky: —Lo que menos me gusta es que justamente cuando vino Sara a visitar fue el momento en el que volvieron a cerrar todo. Entonces no pudo disfrutar de la comida, de los restaurantes que son espectaculares, del ambiente. Era ir al estudio y volver a encerrarnos en la casa, eso fue lo más fastidioso, pero bueno, estamos en el medio de una pandemia. Pero amamos la Argentina, no nos podemos quejar.
—¿Qué es lo que más les cuesta de trabajar juntos? ¿Cómo manejan las diferencias artísticas?
Mau: —Ya tenemos una dinámica bastante establecida, llevamos mucho tiempo trabajando juntos. Por ahí al principio nos costaba, pero hoy en día ya es mucho más natural. Obviamente a veces tenemos nuestros roces, diferencias, pero tenemos nuestros roles bastante definidos. Yo sé, por ejemplo, que Ricky es mejor que yo en mil cosas, y tiendo a ceder en las cosas que yo sé que Ricky domina mucho más que yo. Y Ricky conmigo igual, entonces si estamos en una diferencia con alguna canción, por lo general yo digo “Bueno, yo confío en ti, dale”. Y tiende a tener la razón Ricky casi siempre, con todo lo que es musical, creativo y baile.
Ricky: —No es que tenga la razón, pero cuando uno en un grupo tiene en claro cuáles son los roles de liderazgo de cada uno, ese tipo de roces pasan menos. Y como me va bien cantando con mi hermano, prefiero llevar la fiesta en paz. Yo sé no faltarle el respeto en las cosas que a él no le gustan, y él hace lo mismo conmigo. Me da mi espacio, yo le doy su espacio, él es líder en mil cosas en nuestra carrera y yo en otras. Y podemos desenvolvernos sin sentir que estamos frenados por el otro. Hasta ahora nos hemos llevado muy bien. Llevamos 27 años bien, vamos a ver qué pasa en los próximos 27 años…
—¿Y cómo es trabajar con la familia?
Ricky: —La dinámica es un poquito lo mismo, primero que nada nos respetamos, el respeto y la admiración es lo más importante. Yo admiro mucho que todos somos artistas, pero somos distintos tipos de artistas. Si te pones a ver la música pop o lo que mucha gente le dice la música urbana, tienes mil ramas y categorías. Y dentro de la familia tenemos mucha diversidad en ese tema, entonces nos llevamos muy bien porque yo aporto algo distinto a lo que aporta Camilo, Mau distinto a lo que aporta Montaner, y como nos admiramos entre todos es muy fácil.
Mau: —Eso no quiere decir que no tengamos diferencias, al contrario, pero tendemos a solucionarlo con respeto y con amor, no con barbaridades.
—¿De chicos como se llevaban?
Mau: —De chiquitos nos peleábamos y Ricky en ese momento era mucho más grande que yo (físicamente)
Ricky: —Él empezó a comer más, a hacer más pesas, por todo el trauma de cuando era chiquito y yo le ganaba peleando. Dijo: “Nunca más me va a pasar”. Él se puso más grande y yo ya maduré, entonces no peleamos más. (Risas)
Mau: —Yo era “acusetas” (buchón) de chico, pero era porque Ricky me regresaba los golpes más fuertes, su fuerza era de otro nivel que la mía. Y yo iba directo: “Mami…”. Pero creo que me lo buscaba.
—¿Recuerdan alguna situación puntual?
Mau: —La última pelea fuerte que tuvimos, que de hecho hasta mi madre lloró, fue en Caracas. Estábamos en el cuarto de mis papás, yo me enojé por no me acuerdo qué, lo empujo y Ricky me agarra contra la pared y por el cuello. Y ahí terminó, no hicimos más nada.
Ricky: —Por eso Mau es así cómo es, después de ese agarrón tan fuerte (Risas)
—¿Qué es lo que más admiran de su papá?
Ricky: —Bueno, muchas cosas. Te podría decir cómo ha llevado su vida personal y su carrera. Las dos son prioridad para él, y yo no lo he sentido en falta como padre jamás, y creo que su público tampoco lo ha sentido en falta. Creo que eso es lo que más tengo presente porque es lo que más quiero aprender o seguir perfeccionando mi vida, no enfocarme más en una cosa y descuidar a mi pareja o mi trabajo. Eso es lo que quiero lograr yo también, aparte de pensar de que es el mejor cantautor de la historia. Tener eso en casa a nosotros como compositores nos ayudó mucho también. Uno puede pensar que como es su papá y le vas a enseñar la canción que estuviste escribiendo, tu papá te va a decir “Muy bien, hijo, te quedó espectacular”. Pero yo a mi papá le enseñaba una canción y me decía: “Cántame el estribillo otra vez”, “Quita el estribillo, no sirve”, “los versos están buenos, pero escribe otro estribillo”. “¿Qué quiere decir esta frase? No tiene sentido”. Y yo me frustraba de chiquito, peor hoy en día digo gracias a Dios porque si no seguiría escribiendo mal. Alguien viendo esta entrevista diría “Todavía escribes mal, huevón”. (Risas)
—¿Eso como lo toman? ¿Les importan las críticas que leen en las redes sociales?
Ricky: —Me las paso por el…
Mau: —La verdad no nos importa, también porque crecimos un poco en esto y siento que ya vivimos toda esa etapa de que nos importara.
Ricky: —Se lo digo a mi mujer (Stefi Rotiman) todo el tiempo, porque ella a veces lo sufre, “Ay, me están diciendo tal cosa”… Y yo le digo “Amor, no contestes, no leas”. Es gente que después te la cruzas en la calle y te piden la foto. Al final del día, no pasa nada. Si hay mucha gente hablando mal, quiere decir que hay mucha más gente que te quiere.
—Hablando de Stefi, ¿hay fecha de casamiento ya?
Ricky: —Hay fecha sí, estamos viendo. El 2021 ha sido un año de…estamos todos volviendo, tenemos giras planeadas, conciertos que estaban pautados para el 2020 y que vamos a estar haciendo este año, de hecho, la semana que viene tenemos tres conciertos en Cancún. Va a ser para el año que viene sin duda, no sabemos el mes, probablemente a principios de año, pero estamos viendo.
—¿Se ven como padres?
Mau: —Sí, yo me veo en un futuro cerquita
Ricky: —Yo en un futuro lejitas (Risas)
Mau: —Yo creo que voy a ser el primero, uno nunca sabe, pero llevo tres años ya casado, ocho años en total con Sara. Y siempre he sido fan de los chamos. Yo quería esperar un poco para poder disfrutar mi matrimonio, y un poco crecer en ese sentido. Y ahora enfocarnos en crear una familia, vamos a ver cuándo y si sí, creo que va a tener los rulitos como yo.
—Quería preguntarles por el tweet que puso su papá, que después se arrepintió, sobre la reconciliación de Tini y Yatra…
Ricky: —No te puedo chusmear nada porque no es problema mío, pero mi papá que twitteó esa vaina. Yo hablé con él al día siguiente y le dije: “Papi, ¿qué carajos twitteaste tú?”. Y me dice: “Jodiendo”. “Pero tu ´jodiendo´ revolucionó las redes sociales a tal punto que yo tengo un lanzamiento mañana y está todo el mundo hablando de otra cosa”. ¡Qué barbaridad!
Mau: —A Montaner le encanta joder, eso es así.
Ricky: —¡Contrólenlo!
—¿Cómo ven la situación hoy en Venezuela?
Ricky: —Quisiera volver, es una tristeza que ha perdurado por muchos años. Yo he pasado muchos años hablando de lo mal que está el país y de lo mucho que deseo la libertad para el país que me vio nacer, pero lo que tengo en mis manos hoy es poder dar como venezolano no solamente el mensaje y llevar más luz a mi país, sino que aparte quiero llevar a mi país en alto a lo que sea que yo haga. Siendo coach de La Voz en Argentina, representando a mi país, orgullosos de que hay participantes venezolanos, y orgullosos de la Argentina, que yo soy nacionalizado argentino, de ver cómo ha recibido a mis compatriotas a darles un hogar cuando están necesitados. Los países vecinos también, como Colombia, que han refugiado a tantos de mis paisanos. Yo estoy seguro que pronto va a llegar esa luz al final del túnel y les vamos a dar las gracias y a reponer el favor, sin duda.
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