Los días de Cabito, internado en el Hospital de Clínicas sin obra social: cuál es su cuadro, cómo está de ánimo y el apoyo incondicional de su hermana

Según pudo saber Teleshow, el conductor radial tiene anemia y diabetes. En las últimas horas sus amigos reiteraron el pedido de dadores de sangre

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Cabito Massa Alcántara
Cabito Massa Alcántara

Acá estoy, pero prefiero no hablar, perdoname. No estoy bien”, había dicho hace tres semanas Cabito Massa Alcántara a Teleshow. El conductor radial había usado sus redes sociales para pedir dadores de sangre para él, pero no estaba de ánimo para dar mayores detalles. Veinte días después, el pedido se volvió a repetir e incluso lo replicaron su hermana Alejandra y sus amigos Christophe Krywornis, Diego Ángeli, Mariano Iúdica y hasta una agrupación de San Lorenzo, club del cual el también cocinero es fanático.

Desde su entorno todo es hermetismo. “Está complicado y a la espera de un milagro”, dijeron fuentes cercanas a la familia a este sitio, y algunos allegados coincidieron en que pareciera estar mejor de ánimo, ya que hace unos días volvió a usar su teléfono.

Cabito necesita dadores de sangre
Cabito necesita dadores de sangre

Los días de Eduardo, como es su verdadero nombre, internado en el Hospital de Clínicas y sin obra social, no son fáciles. El actor no está bien de salud y gente de su entorno hasta asegura que estaría “grave” y “anímicamente destruido”, tiene diabetes y anemia, que habían comenzado antes de su by pass gástrico, hoy en estado avanzado.

Es su hermana quien se encarga de todo: busca especialistas que puedan ayudarlo y hasta consiguió que comenzara un tratamiento con un aparato de última generación, único en el país para sanar heridas que le brindó la empresa SANA. Ella es una de las pocas visitas que él recibe, dados también los protocolos que rigen en las instituciones médicas por el coronavirus, y además mantienen contacto telefónico a diario.

@alejandranoraalcantara
@alejandranoraalcantara

Su mamá es grande, tiene 79 años y está muy triste por la situación que atraviesa su hijo, pero se ocupa junto con Alejandra de enviarle comida y todo lo que necesita al hospital. “Ese payaso que conocieron es un niño asustado y triste de más de 50″, dicen quienes lo conocen, y sobre si necesita algo además de los dadores de sangre, las palabras son tan simples como contundentes: “Apoyo y amor”.

Alejandra, quien además de trabajar como counselor se ocupa de su mamá y de sus hijos, inició en las redes sociales una campaña para visibilizar las cosas que hacen falta en el hospital escuela y poder aportar su granito de arena para ayudar a otros pacientes que, tal vez, no tienen los mismos recursos o la llegada a los medios que puede tener su hermano.

“A mi hermano Cabito lo voy a proteger por siempre... #todosporelclínicas es la forma de amor mas sana. Jugarnos por el otro conocido y amado y los que no tienen voz”, escribió en su cuenta de Facebook, y en otro posteo había escrito: “¡Campaña #todosporelclínicas la empiezo yo! Mi hermano esta internado allí. El hospital escuela es una vergüenza. No hay nada y está todo roto. Ya hace unos años doné frazadas que desaparecieron. Además de la salud de mi hermano quiero ponerme esto al hombro. Se necesita todo. Desde pintura y revoque, albañiles, frazadas, sábanas, toallas, estufas, productos de limpieza. Yo iré recolectando y subiendo cada cosa que se haga, ¿Quién me ayuda?”.

#Todosporelclinicas la campaña que inició
#Todosporelclinicas la campaña que inició la hermana de Cabito para colaborar con el hospital escuela

En medio de la tristeza por la salud de su hermano, no dejó de usar sus redes para pedir ayuda por el resto de los pacientes de la institución, además de una oración y reiterar el pedido de sangre. Para donar, hay que concurrir a la sala de Hematología del Hospital, ubicada en el tercer piso, de lunes a viernes de 7:30 a 12:30 o sábados entre las 8:00 y las 12:00. El único requisito es pesar más de 50 kilos y llevar documento.

Así como hoy ella gestiona ayuda para quienes están en el hospital desinteresadamente, el año pasado en pleno confinamiento, Cabito se había ofrecido a través de sus redes sociales a hacerles las compras a sus vecinos mayores que no estaban saliendo. Le escribieron varias personas: juntaba algunos pedidos, iba a comprar a los negocios del barrio lo que le encargaban y lo dejaba en la puerta de las casas. “Fue tremendo. No suelo contar cuando hago algo de este estilo, pero acá necesitaba difusión para que me contactaran”, dijo el conductor radial a Teleshow en ese momento, y agregó: “Es una satisfacción enorme. También les cociné un día a unas hermanitas que me contaron que hacía mucho que no comían arroz con pollo, hice comida de más y les llevé”.

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