Eugenia Laprovittola tiene 25 años y juega al fútbol en Gimnasia y Esgrima de La Plata, donde tuvo el honor de conocer a su ídolo, Diego Armando Maradona. quien hasta le brindó consejos sobre cómo patear la pelota. En enero, a menos de dos meses de la muerte del Diez le llegó información que aseguraba que podría ser hija del ídolo. Desde ese momento comenzó la búsqueda por su identidad y además levanta la bandera de los valores que siempre pregonó el astro.
“Desde mi lugar quiero honrar la vida del gran Diego Armando Maradona quien nunca se olvidó de dónde salió y pasó por esta vida no solo como futbolista, sino también como héroe de los que menos tenían comprometiéndose en causas solidarias”, escribió la joven en un posteo que se viralizó en redes para presentar la colecta de alimentos que organiza, que lleva el nombre de quien cree que podría ser su progenitor.
En diálogo con Teleshow contó que la idea surgió luego de ver que había muchos homenajes al ídolo: “Me invitan a muchos y voy a los que puedo, no a todos, cuando se hacen en mi ciudad y estoy trato de ir y me gusta. Todos son hermosos pero quería hacer algo desde mi lugar, porque me di cuenta que por las redes tenia cierta trascendencia o que la gente me seguía y podía llegar a muchos y quería usar eso que te dan las redes, ese poder esa difusión para poder hacer algo lindo y bueno”.
Así fue cómo se le ocurrió armar una colecta. Siempre cercana a sus padres, les compartió su inquietud y de inmediato la apoyaron y destacaron lo “lindo” de su idea, por lo que se contactó con la filial Diego Armando Maradona en La Plata, con quienes se “lleva muy bien” y se dedican a distribuir donaciones a comedores y hogares, por lo que todo lo que ella junte, lo llevará a ellos para que lo repartan de manera equitativa.
¿Por qué bautizó “Diego Armando Maradona” a la colecta? “Le puse así porque para mí él fue mas que un futbolista, fue el abanderado de los que menos tienen y hace muy poco me mandaron un video del día de su velorio de un hombre que lloraba y decía que no tenía para comer y que Diego le había dado de comer con los goles, que jugando a la pelota hizo que la gente que la pasaba mal por un momento se olvidara”.
“Tuve el placer de conocerlo, era muy solidario y por eso creo que no hay mejor homenaje que ayudar a los que menos tienen, no olvidarse de dónde uno salió. Eso es lo que representa Diego para mí”, agregó orgullosa de quien fuera su ejemplo dentro y fuera de la cancha.
Eugenia vive con sus padres, una familia trabajadora, pero se siente en un “lugar de privilegio: “No me hace falta casa, comida, puedo hacer lo que quiera, irme de viaje, trabajar de lo que me gusta y no todos tienen esa oportunidad. Hay mucha gente durmiendo con el frío y voy a comer y veo nenes vendiendo cosas, desabrigados con frío y hambre y me molestaba estar en un lugar donde tengo todo y el otro no”.
“Con esto tal vez no cambio el mundo, pero cambio una tarde o una noche de una persona que no tiene para comer, un instante ya es un montón. Quiero que el mundo pueda mejorar y el día de mañana decirle a mis hijos que queda gente buena y que el cambio es de nuestra actitud hacia los otros”, cerró al respecto.
Actualmente Eugenia continúa jugando a la pelota y está “metiéndole a la música”, compone sus temas y dentro de poco estrenará uno nuevo. Mientras, la causa por filiación que inició en el verano para determinar si el Diez es su padre, continúa su curso “con algunos percances pero ahora se encamina”. “El proceso es largo y difícil, hay días que no la paso bien, pero es luchar por mi identidad”, confesó y admitió que trata de “no estar todo el día con la cabeza en el mundo Maradona”, sino que intenta “buscarle la vuelta” para que no le afecte.
Sobre los avances en la Justicia por la causa que investiga la muerte del ídolo, se mantiene al tanto de todas las novedades: “Leo lo de las declaraciones, siempre tuve una opinión formada desde el día uno que falleció, no la cambiará nadie y la Justicia me dará la razón”. Al ser consultada sobre si alguno de los herederos del astro se había contactado con ella, prefirió no responder, para evitar así las idas y vueltas.
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