La final del mundial de fútbol de Brasil 2014 sigue dando que hablar, incluso cuando se están por cumplir siete años de aquel domingo 13 de julio. La Selección Argentina estuvo muy cerca de la gloria pero no le alcanzó para derrotar a Alemania, quien aquella tarde en el Maracaná de Río de Janeiro se coronó campeona por cuarta vez superando por 1 a 0 al conjunto liderado por Lionel Messi y dirigido por Alejandro Sabella.
Una de las figuras argentinas de aquel encuentro fue Ezequiel Pocho Lavezzi, el delantero que había arrancado el mundial como suplente pero fue ganando minutos y espacio en la alineación titular. De manera insólita, Sabella decidió sacarlo al comenzar el segundo tiempo y fue reemplazado por Sergio Agüero.
Un gol anulado, varios errados, un claro penal no cobrado y la imposibilidad de mantener el arco en cero impidieron que Argentina se corone. Al menos, desde el aspecto futbolístico. Pero, ¿pudo haber influido algo por fuera del campo? Según la anécdota contada este lunes por Yanina Screpante, quien en ese momento era mujer de Lavezzi, tal vez.
“¿Cómo vivían los jugadores y ustedes el día previo a la final?”, le preguntó Guillermo Andino, conductor de Es por Ahí (América) a Screpante, invitada al programa. “Estaban súper nerviosos y contentos por cómo se iba dando todo. Lo que sí sé y es real es que los jugadores no tenían las entradas para su familia hasta el día del partido, por todo eso que las revendían”, dijo la modelo.
“Los jugadores estaban más preocupados porque sus familiares puedan entrar a la cancha más que por el partido. Las entradas las vendían en el estacionamiento, todo una truchada”, resaltó. Eso, sumado al clima “anti Argentina” propiciado por los locales, pusieron en jaque a los nervios del plantel. “Después le tiraron fuegos artificiales toda la noche los brasucas en la puerta del hotel. Tampoco durmieron. No durmieron, estaban con esta preocupación de las entradas”, insistió Screpante.
También contó que, al haberse instalado en Brasil para estar cerca del Pocho durante el mundial, ella asumió el rol de “coordinadora” junto a la mujer de Ángel Di María, otra de las estrellas de esa Selección. “Yo tenía que hacer toda la repartija para las millones de personas que te mangueaban. Hasta el día del partido no tenía las entradas”, dijo. Sin embargo, y pese a las suspicacias generadas en la mesa acerca de que este hecho pudo haber influido en el rendimiento del equipo, Yanina puntualizó: “De lo que pasó dentro de la cancha no opino, porque no sé nada”.
Y fue muy descriptiva respecto al clima que se vivía en el hotel del equipo tras la final perdida: “Fue tremendo... Estaban todos súper tristes. Era como un velorio, un silencio tremendo, mala onda”, dijo.
Por último, y consultada por el panel, negó los rumores de que las mujeres de los futbolistas no querían a Eliana Guercio, la esposa del arquero Sergio Romero. “Dicen que está la guerra, pero yo nunca lo vi, nunca presencié nada. Nunca me dijeron: ‘A esta no le des entradas’. A Guercio supuestamente no la bancaban, y conmigo siempre fue divina ella. Re buena onda”, cerró Screpante.
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