Dady Brieva reapareció en la televisión, luego de recuperarse de un sangrado intestinal. El humorista admitió haber sentido mucho miedo durante su última internación en el Sanatorio Anchorena. “Pensé que me iba a morir”, aseguró el conductor. “Me puse a pensar esas boludeces de si ‘volveré o no volveré’ que antes de la pandemia no pensábamos”, agregó.
“Creo que la pandemia nos puso de rodillas a todos. A los que tienen Osde 1800, a los pobres. Nos igualó a todos, a los que tienen, a los que no tienen, a los tarados, a los estúpidos. A todos nos puso de rodillas. Tuve un episodio jodido”, señaló el ex integrante del trío Midachi en el programa Podemos Hablar (PH), que conduce Andy Kusnetzoff por la pantalla de Telefe.
Cuando el conductor le preguntó si se sentía en paz consigo mismo, el actor contestó a corazón abierto: “Yo tengo una deuda conmigo, porque no me he permitido la emoción, el sensibilizarme, emocionarme. Siempre he tenido como muchos dolores emocionales y los he anestesiado. Y me parece que es una gran cagada que hice en mi vida, la estoy tratando de solucionar”.
El actor debió retirarse antes de que terminara el ciclo porque tenía otro compromiso. Al levantarse de la mesa, Andy le preguntó en tono de broma: “¿Te jode si nos quedamos?”. Dady le respondió en referencia a la presencia en el estudio de Axel Kicillof, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires: “No, no. Quédense con el futuro presidente de la República Argentina, dale”. “Eh, la mandó”, le contestó Kusnetzoff, respecto al pronóstico realizado por Brieva, que siempre se ha manifestado a favor del kirchnerismo.
Por otra parte, durante el ciclo, Dady Brieva y Georgina Barbarossa participaron de un segmento en el que debían mirarse cara a cara y hacerse preguntas. “¿De qué te arrepentís?”, le consultó la concursante del reality Masterchef Celebrity. “No tengo arrepentimientos, siento que no tengo deudas: la que estoy trabajando ahora es esa, que estuve mucho tiempo haciéndome el pelotudo, poniendo el corazón en una cubetera para no sentir. Y tengo una deuda conmigo de darme un poco más de bola yo a mis sensaciones, a lo que me pasa adentro”, respondió el actor.
Luego, fue el turno del humorista: “A vos siempre te veo como una payasa, para que el otro la pase bien. ¿Hasta qué punto te pasa a vos eso?”. Georgina respondió: “Yo pude recuperar la alegría después de que el asesinato del Vasco (Miguel Lecouna, su esposo) nos marcara a toda la familia. Pero cuando estuve triste no tuve más trabajo, nadie me contrataba. Uno puede actuar si está triste, pero conducir no”.
Por último, Barbarossa se emocionó al reflexionar sobre el aprendizaje que tuvo frente a la pérdida de sus seres queridos: “Me costó bastante recuperar la alegría, y si de algo me arrepiento es de que el tiempo pasa. Recuerdo cuando papá o el Vasco me decían: ‘Siempre estás apurada’. Y yo ahora moriría por tener esos momentos de vuelta con ellos”.
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