Al repasar las palabras de quienes atendían a su papá, Gianinna Maradona usó sus redes sociales para expresar su furia, pero también su tristeza. “¿Cómo ellos viven y vos no? ¿Cómo ellos pueden disfrutar de sus hijos y vos ya no? ¿Por qué sus hijos el domingo pueden saludarlos y nosotros a vos ya no? Tantas cosas que no tiene explicación”.
“Leí las declaraciones y estoy sacada, siento impotencia, bronca y odio de nuevo ser tan respetuosa y no haberles escupido la cara a todos”, dijo y agregó en referencia al día que tiene que declarar quien era el médico del ídolo, Leopoldo Luque: “El 28 duérmanme, no estoy lista”.
En su declaración, el enfermero Omar Almirón dijo que creía que la internación domiciliaria a la que estaba sometido el Diez era “sumamente deficiente” y recordó: “Pedí un monitor cardíaco, un tubo de oxígeno, un desfibrilador, prolongadores y sueros pero nunca me los dieron. También pedí un saturómetro y un tensiómetro que me llegó recién tres días después de mi llegada a la casa”.
Con respecto a las horas previas a la muerte del Diez, explicó que la noche anterior fue a la habitación de Diego cerca de las 22 y le tomó los signos vitales y le dio la medicación. Esa fue la última vez que lo vio con vida. Relato que recién al día siguiente a las 6.30, antes de irse, vio a Maradona “de lejos desde la puerta”.
Según su relato, “todo lo que veía” lo informaba a un grupo de Whatsapp donde estaban su jefe Mariano Perroni, la nexo con la obra social Nancy Forlini y la psiquiatra Agustina Cosachov, los tres imputados en la causa.
Otro punto que complicaría al equipo médico del ídolo deportivo es que aseguró que entregó a sus superiores una planilla con el detalle diario de la salud de Maradona, sin su firma. Documento que tras la muerte apareció, según consta en el expediente, con la misma.
Almirón ya había declarado horas después de la muerte de Maradona. En aquella oportunidad había dado especificaciones en cuanto al trabajo que realizó en la casa de Tigre: “Cuando me contaron respecto del trabajo que iba a tener no me dijeron qué tipo de paciente iba a cuidar, solamente que debía hacer control de signos vitales, suministrar medicamentos, cuestiones de enfermería domiciliaria y evolución de la cicatriz post operatorio pero en ningún momento me comentaron ni me entregaron una epicrisis de Diego (documento que confecciona el médico al momento del alta)”.
Ayer declaró Gisella Dahiana Madrid, la enfermera que estuvo en el momento en que Cosachov y el psicólogo Diaz entraron a la habitación y encontraron sin vida a Diego. “Yo fui a trabajar como enfermera no habiendo participado en ningún plan criminal, ni habiendo tenido ninguna actitud dolosa. La familia de quien yo asistía como enfermera tiene derecho a conocer la verdad y yo tengo el deber de decirla”, dijo.
Explicó que mientras duró la internación el que “manejaba todo” era el cuñado de Matías Morla, Maximiliano Pomargo y contó que tenía prohibido entrar a la habitación del Diez ni siquiera para darle los medicamentos y que cuando llegaba le decían que se quede afuera en el jardín y no la dejaban entrar.
Sobre el fatídico 25 de noviembre, relató: “Entré a la habitación y el paciente estaba en paro, me subo arriba de la cama para reanimarlo, lo destapo, lo toco tenía un brazo fuera de la cama caído. Agustina no sabía qué hacer, empiezo a hacer las maniobras y pido que llamen a emergencias. Le pido al de seguridad para que sea más eficiente el RCP que le haga respiración boca a boca, le explico cómo tiene que hacer, como poner la cara, la boca. En un momento no recuerdo quién trae el teléfono en altavoz y era Luque, comienzo a hablar con él y le digo que el paciente está en paro”.
El viernes será el turno del jefe de los enfermeros Mariano Perroni y el lunes que viene el de Nancy Forlini que oficiaba de nexo entre el staff médico de Diego y la empresa de medicina prepaga. Al momento de diseñar las fechas de las declaraciones, los investigadores dejaron a los tres médicos personales de Maradona para el final a modo de estrategia, ya que son los más complicados en el expediente. El psicólogo Díaz hablará el miércoles 23 de junio, Agustina Cosachov el viernes 25 y finalmente el médico neurocirujano Leopoldo Luque tendrá la posibilidad de defenderse el lunes 28.
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