Hace casi dos años Guido Süller comenzó a hacer realidad su sueño de armar de cero su casa, diseñada por él mismo. En el medio surgieron varias complicaciones con la empresa constructora que aún no termina el trabajo, pero de a poco las cosas se van acomodando para el arquitecto y ex comisario de a bordo, que ya tiene lista la cocina, tal cual él la había imaginado.
El primer capítulo de El Proyectista, el reality de remodelaciones que tiene con Arnaldo Orduz diseñador de muebles y que se puede ver a través de Youtube, estuvo dedicado totalmente a darle vida a la cocina de la nueva casa del mediático. Así, juntos aunque con algunas diferencias que le sumaron tensión al show, armaron nuevamente el espacio.
La cocina, de 5x5 tenía solo una mesada de granito gris con bacha y lavarropas, no tenía hornallas, ni demasiado espacio de trabajo. Ahora, le sumaron una isla con anafe donde Guido podrá cocinar, mesada blanca que simula dekton, puertas de madera color haya y azulejos subway en rojo, que le aportan vida al lugar, donde pronto se sumará una mesa y sillas para comer.
Llegar al resultado no fue fácil. “Esta mesada la sacamos, no se usa mas, mucha gente la tiene en su casa pero ya no”, dijo Süller. Luego, mientras repasaban la ubicación de la isla y el espacio que quedaría para la mesa, Guido interrumpió: “Cortá, haceme el favor, cortá. Esto lo tendríamos que haber hablado antes, no podemos estar perdiendo tiempo con esto. Cuánto hace que sabemos que la cocina es de 5x5 si dejamos un espacio acá, otro acá, ¿dónde pongo la mesa? Una cocina de 5x5 que es enorme me esta quedando coca por la isla. ¡No¡ ¡No!”.
“Entiendo tu molestia, es un tema que tenemos que definir respecto a lo que necesitas agregar”, le respondió Arnaldo, quien antes de llegar a la Argentina desde Venezuela, además de diseñar muebles era cantante. Aún así, su compañero en el programa insistió: “¿Qué mesa voy a comprar? ¿Finita y larga? A mi me gusta ancha y corta”.
Luego, expresó sus ganas de terminar de una vez con el trabajo: “Estoy viviendo en obra, se las regalo, no tengo cocina, pido delivery o pido hamburguesas, pero me siento mal porque no es comida sana. A mi que me encanta la cocina, acá -señaló la futura isla- va el anafe que no está. Soy piel y hueso, quiero comer”.
Las diferencias sobre dónde estaría la isla tenían que ver con que las líneas del piso no coincidían con las de la pared y el arquitecto quería que todo estuviera ubicado de manera simétrica y armoniosa. Así, Arnaldo y equipo trabajaron hasta las cinco de la tarde, que instalaron la base de la isla, “Fin de la jornada, hora de terminar, de ir a descansar. Fue un día arduo, lo que sucedió... como siempre hay distintos puntos de vista y opiniones, soy muy pasional, le pongo la vida a lo que hago y tenemos puntos de vista distintos, pero nos queremos, somos amigos y el final es feliz”.
Al día siguiente, al fin llegó la mesada y pudieron cambiar la que estaba, instalar la de la isla y luego el anafe eléctrico para que Guido pudiera cocinar “unos bifes y arepas”, sugirió el diseñador. A la tarde, Süller que había salido llegó y se encontró con la sorpresa de su cocina lista. “Te entrego tu cocina tal cual la soñabas”, presentó Orduz su trabajo.
“¡Nooo! Qué emoción, me muero”, celebró y recordó: “Había otra mesada que la pusimos en el lavadero, este material es argentino -señaló la nueva mesada- y está imitando a otro que sale 400 dólares el metro cuadrado, imposible, y estoy se fabrica en la Argentina”. Se trata de una mesada “de superficie sólida” explicó Arnaldo.
“Estoy re contento, la gente va a pensar que estoy siempre de mal humor y no, estoy de mal humor cuando salen las cosas mal. Salieron bien”, dijo Guido y antes de cerrar mostró las alacenas, cuyas puertas cuentan con un sistema denominado “pistón hidráulico” que se abren hacia arriba apenas tocando la puerta con un dedo. A la espera del siguiente capítulo de su reality, los protagonistas festejaron tomando un vino.
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