Una alerta en La Mary, una decisión apresurada que parecía inoportuna y un hermetismo del entorno. Susana Giménez permanece internada en el Sanatorio Cantegril, de Punta del Este, adonde ingresó el jueves por la noche luego de que se complicara su cuadro de coronavirus. La conductora presentó síntomas el sábado pasado, un día después de haber recibido la segunda dosis de la vacuna Pfizer, y se realizó un testeo que dio positivo. Los primeros días de la enfermedad los transitó en su chacra, acompañada por su hija, Mercedes Sarrabayrouse, quien también contrajo la enfermedad. Su hermano, Patricio Giménez, no tuvo contacto estrecho con su familia. De todas formas se hisopó por precaución, y el resultado fue negativo.
Horas antes de ser trasladada al centro médico uruguayo, la diva se había comunicado con Luis Novaresio, a quien le envió un mensaje contándole cómo transitaba su cuadro. “Saturo muy bien de oxígeno, pero tengo un dolor de cuerpo horrible. No puedo hablar”, le había dicho al periodista, que lo informó en A24. Más tarde, los profesionales decidieron internarla para realizarle una serie de estudios médicos.
Susana recibió la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus el 24 de abril. “Iba a ir a Estados Unidos a ponérmela, pero no hay aviones. Para viajar con escalas, prefiero quedarme en el jardín, que es gigantesco. Estoy al aire libre, con los patos, leyendo, recibiendo amigos”, había dicho en diálogo con Jonatan Viale en Pan y Circo, por Radio Rivadavia.
El periodista uruguayo Gustavo Descalzi aseguró este viernes, en el programa Buenos Días, América, que la familia recibió un parte médico que, por el momento, no será difundido a la prensa. “Se le hizo una placa y las autoridades siguen evaluando la situación”, detalló en el ciclo que conduce Antonio Laje por América. No obstante, fuentes del sanatorio indicaron a Teleshow que la diva, alojada -y aislada en una sala común ubicada en el cuarto piso del sanatorio-, enfrenta una neumonía; por el momento no ha sido necesario una asistencia respiratoria.
Descalzi sostuvo que la diva tenía fecha para darse la segunda dosis el sábado 12 de junio, pero que “por razones que no sabemos y que nos llamaron la atención”, decidió adelantarlo para el viernes 4. Por caso, detalló que la enfermera a cargo de aplicarle la vacuna se mostró sorprendida al verla y reveló que -siempre según el periodista uruguayo- al momento de ser inoculada Susana aseguró que no presentaba ningún síntoma compatible de coronavirus. “Los especialistas dicen que ya estaba transitando la enfermedad, pero que ella no lo sabía”, detalló el cronista.
Otra versión asegura que no fue la diva quien quiso adelantar el turno, sino que las autoridades sanitarias se comunicaron con ella para avisarle que ese día -luego de haber cumplido con los turnos correspondientes- habían sobrado dosis. Y, tanto a ella como a otras personas, le preguntaron si quería ir a aplicársela.
Descalzi informó que Susana se había hisopado dos días antes de recibir la segunda dosis. Uno de los empleados de su chacra había dado positivo, se aplicó el protocolo y todos fueron testeados: “Ella dio negativo y decidió adelantar la vacunación”, precisó.
“El sábado comenzó con los primeros síntomas, pérdida de olfato y gusto, y a partir de ahí vinieron tres días difíciles. Los peores días”, relató el periodista respecto a lo que Susana experimentó hasta el martes. De acuerdo a sus palabras, la conductora se encuentra en observación: “La situación es grave”, informó, dado que este viernes está transitando el sexto día desde que comenzó con los primeros síntomas. “Le pegó muy fuerte”, concluyó el periodista, agregando que la diva contrajo la cepa brasileña de Manaos.
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