Con la voz quebrada y los ojos vidriosos, Florencia Peña se conmovió al recordar lo ultrajada que se sintió cuando un hacker publicó un video que pertenecía a su intimidad, a fines del 2012. Fue en su programa, Flor de Equipo (Telefe) después de que el periodista Mauro Szeta presentara la noticia de una condena a cinco años de cárcel a Patricio Pioli, un tatuador acusado de pornoextorsión, después de viralizar un video íntimo de su ex pareja. “Estoy escuchado y la verdad que me genera mucha emoción, porque yo padecí muchísimo cuando se filtró mi contenido intimo”, aseguró la actriz, haciendo esfuerzos por no desparramar más lágrimas y en solidaridad con la víctima, Paula Sánchez Frega. “Lo mío no fue una porno venganza, fue un hackeo”, repasó en relación al delito que padeció en diciembre de 2012, después de que un experto en cibernética accediera a un video íntimo que ella había filmado con su marido, el músico Mariano Otero, y lo publicara en redes sociales.
“No sentí lo que hoy por suerte pueden sentir algunas mujeres. Hoy hay una mirada distinta sobre eso”, agregó la conductora de Flor de Equipo, sobre su experiencia de hace ocho años, cuando todavía se hablaba mucho menos de los derechos de las mujeres. “Me sentí absolutamente acusada, denigrada como mujer y también sentí como que tenía que pedir disculpas por haber hecho eso en mi intimidad. Todavía estoy con cinco juicios esperando una resolución”, detalló la actriz, madre de Tomás y Juan Otero, y de Felipe, fruto de su relación con el abogado salteño Ramiro Ponce de León.
“Esto me genera revivir cosas que me hicieron mucho daño y a mi familia. Pero, por otro lado, el avance de las leyes y de los derechos de las mujeres hacen ver que este tipo de delitos… Porque para nosotros es para siempre... Alguien me pone el video en las redes y tengo que denunciar links. Es muy importante sentirnos resguardadas en este punto”, finalizó antes de volver a hablar del caso de Paula Sánchez Frega, que sirve de precedente para la justicia.
Porque el tatuador Patricio Pioli se convirtió en el primer condenado por un delito de pornoextorsión en el país, acusado de los delitos de coacción y lesiones leves calificadas tras el marco de la viralización de un video íntimo de su ex pareja, Paula Sánchez Frega, en medio de una feroz trama de violencia de género. Fue tras una causa iniciada hace tres años en la que fue encarcelado con prisión domiciliaria, recibió cinco años de prisión efectiva tras una decisión del Tribunal de la Cámara Tercera en lo Criminal y Correccional, presidido por la jueza Edith Agüero junto a los magistrados María Petrillo y Fernando Romero. La misma pena había sido pedida por los fiscales acusadores.
“Estamos contentos, ha sido un esfuerzo de años, para Paula ha sido muy empinado atravesar este proceso, no ha sido fácil, con reiteradas declaraicones. Hemos podido sobreponernos a estas cuestiones. Esta sentencia es justa y es lo que corresponde”, señaló tras el veredicto a Infobae el abogado querellante Sebastián Andrada, cuyos honorarios de 129 mil pesos –y de acuerdo con el fallo– serán solventados por el tatuador y no por la víctima.
La extorsión sexual se produjo en 2017, una vez que la relación entre Paula Sánchez Frega y Patricio Pioli había llegado a su fin. La damnificada lo acusó por la viralización de un video donde se los ve manteniendo relaciones sexuales y también por la violencia de género digital dirigida hacia ella y por ventilar hechos de su intimidad en los medios mientras estaba abierto el proceso judicial.
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