Después de la eliminación de Alex Caniggia que se vio el pasado domingo, el lunes en Masterchef Celebrity (Telefe) comenzó con un nuevo aire: es que sólo quedan seis participantes y el certamen entró en una recta final. “¿Para qué nos preparamos hoy?”, preguntó el conductor Santiago del Moro. “Para algo que no pasó nunca”, anunció Germán Martitegui, uno de los tres jurados.
Y contó: “A diferencia de otros días, no tienen una canasta con ingredientes, no tienen una caja misteriosa. Y no van a ir al mercado. Lo que hoy va a pasar acá es muy especial. Por eso los ingredientes lo van a obtener de una manera muy especial”. Ante la incredulidad de los participantes, que no entendían qué era lo que iba a pasar, Del Moro le dio paso a seis seres queridos de los participantes.
Para Georgina Barbarrosa, apareció Lucía, su sobrina, quien vive con ella. “La amo, es mi hijita”, dijo la conductora. María O’Donnell recibió a Flor, su prima: “Es una amiga del alma, la tía favorita de mis hijas, pasamos navidades juntos”, contó la periodista. Sol Pérez lo tuvo a Guido, su “futuro marido”: “Va a quedar eliminado por mi culpa. La verdad no sé absolutamente nada de cocina”, dijo él. “Espero que no cocine conmigo, porque me hunde”, lo lapidó ella.
Claudia Fontán fue la más expresiva de todos al recibir a su hija Antonia, con lágrimas en los ojos: “Jamás pensé que iba a querer venir acá. Es mi sol”, la definió Gunda. Candela Vetrano presentó a Andrés, su pareja. “El amor, el amor”, dijo la actriz. “Cada día cocina mejor”, dijo él respecto a su evolución en el certamen. Y por último, Gastón Dalmau estuvo con Rocío, su mejor amiga: “Es la hermana que nunca tuve, nos conocemos hace más de 20 años”, dijo el actor.
La misión de las visitas era conseguir los ingredientes para un plato libre. Y como habitualmente hacen los participantes, tenían tres minutos para ingresar al mercado y elegirlos. El único requisito a cumplir era tomar harina integral para utilizar en la preparación. Aunque con buen voluntad, hubo tres que complicaron a sus seres queridos: la prima de María O’Donnell se olvidó de traerle carne; el novio de Cande no agarró ajo; y la mejor amiga de Gastón, no puso huevos en su canasta. Finalizada la misión, subieron al balcón para ver cómo los semifinalistas preparaban la comida.
“En un momento Antonia te miró como diciendo: ‘Está un poco loca por la cocina’”, le apuntó Del Moro a Claudia Fontán mientras la veía trabajar. A lo que la actriz respondió: “Y sí, porque me ve practicando a las 4 de la mañana una pasta. Me despierto y digo: ‘Estoy muy floja con la pasta rellena’. Por eso me pongo tan loca, por eso hago las cosas que hago. ¡Se darán cuenta!”. “¡Te noto radiante hoy!”, la elogió el conductor.
Pasados los 60 minutos para la preparación, la primera en pasar al frente fue la Gunda, quien presentó unos “Wraps Antonia” en homenaje a su hija: un sándwich arrollado relleno de lomo, zanahoria y cebolla, acompañado por chips de boniato y papas pay, que fue muy elogiado por el jurado. “Sacarte la presión de las estrellas fue lo mejor que podíamos hacer: cocinás con una tranquilidad, una sensibilidad... y aparecen estos platos. Desde ese día, venís metiendo uno atrás del otro”, le dijo Martitegui. “Es espectacular, Gunda. Es de restaurant”, la elogió Damián Betular. “Me sentí como si estuviera sentado en un bar de la main street de Venice Beach”, apuntó Donato de Santis. “La vi re bien, re concentrada. Sabía que le iba a ir bien con ese plato, porque le encanta”, dijo, por último, su hija Antonia. Sin embargo, fue la primera en quedar afuera de la primera estrella dorada semanal, de acuerdo a la sanción recibida por el incidente con el toffee recogido del suelo.
Si bien todos los platos fueron bastante elogiados por el jurado, sólo quedaron dos en camino: la “carrot cake deconstruida” -de harina integral, con un frosting de queso crema y praliné de nueces- de Gastón Dalmau y el “poliamor de tortitas” -pollo al curry y tortitas integrales con ensalada fresca y mayonesa de albahaca- de Georgina Barbarrosa.
“Es una cosa internacional. Quería hacer algo mexicano, pero no tenía guacamole. Quería hacer algo hindú, pero no tenía pasas”, se atajó Georgina antes de recibir la devolución. Pero el jurado la elogió: “Esto no es indio, no es mexicano, no es poliamor. No. Es un auténtico ‘Georgina Barbarrosa’. Tiene tu estilo y es espectacular: los sabores que lograste con el pollo, el tamaño de los taquitos hace que el plato sea redondo en dos bocados”, le dijo Betular. “Este plato te salió de taquito”, dijo Donato, en uno de sus característicos juegos de palabras. “Un poco de cada pueblo, pero queda bien. ¡Felicitaciones!”, cerró Martitegui. Finalmente, fue quien se hizo de la estrella. “Estoy muy emocionada, la verdad que pensé que iba a durar tres semanas”, dijo.
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