La noche de los sábados de Telefé ofrece emociones, debates y carcajadas con la propuesta de PH Podemos Hablar. Siempre con Andy Kusnetzoff como anfitrión, la casa albergó una amena y heterogénea reunión, a la que asistieron la periodista Cristina Pérez, el actor Alejandro Fiore, la actriz y cantante Stefi Roitman, la modelo y conductora Teresa Calandra y el músico Pipo Cipolatti.
Hacia el final del primer bloque, luego deponer en común experiencias de todo tipo durante el Punto de encuentro, llegó el momento del fuego. Ese espacio de mayor intimidad, con un poco de confesionario y otro de ejercicio introspectivo, en el que se le ofrece a cada invitado la posibilidad de elegir algún momento de su vida para volver atrás en el tiempo. Cuando llegó su turno, Cristina Pérez se tomo unos segundos para pensar, respiró hondo y se acercó al fogón para recordar a una persona muy especial en su vida. “No volvería para dejar algo atrás. Extraño mucho a mi abuela, toda mi vida la extrañé, y volvería para estar un ratito con ella”.
Cada vez más emocionada a medida que crecía su relato en torno al fogón, la periodista de Telefe Noticias fue contando la importancia que significó en su vida la relación que construyó con su abuela, Amparo. “A mí me hizo muy fuerte. Me hizo ser como soy, porque me enseñó que uno valía, que no importaban las circunstancias”, evocó la presentadora tucumana, que contó una anécdota que manifiesta esta conexión especial que mantiene con su abuelita: “Una vez me pasó en una estación de trenes en algún lugar del mundo, que vi a una viejita y mi corazón creyó que era mi abuela, y caminé tres pasos para abrazarla. Me di cuenta hasta que punto sentía y siento que está viva”, continuó, con los ojos cada vez más vidriosos.
Con la mirada concentrada apuntando al fogón y la voz firme pero afectada por la emoción, la periodista continuó con su relato para dedicarle unas sentidas palabras a la abuela Amparo. “La extraño todos los días de mi vida, y volvería para contarle que me fue bien, que mi casa tiene todo blanco como a ella le gustaba y que me sigue gustando recordar las horas que pasaba con ella mientras ella cosía. Era modista y cosía vestidos para otras mujeres. Eso para mí era una fiesta, y volvería para estar con ella un rato, nada más”, cerró entre lágrimas, recibiendo el afecto de los invitados en forma de miradas y respeto, acorde a los tiempos de protocolos y distancia social.
Cristina ya había mostrado públicamente todo el amor hacia su abuela en 2019 durante la ceremonia de los Premios Martín Fierro de la Moda, en los que se llevó el galardón al mejor estilo conducción de noticiero: “Se lo dediqué a mi Abuela Amparo. Crecí con la música de su máquina de coser. Me enseñó a amar la moda con aquellos figurines desplegados en la mesa. Y que hasta sus últimos días veía la tele para saber qué me había puesto”, escribió en aquella oportunidad en su cuenta de Instagram, junto a una foto durante la entrega de premios.
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