“Yo le propuse la idea a la producción”, asegura Romina Richi en relación a su genial interpretación que acaba de hacer de Fito Páez, su ex pareja y padre de su segunda hija. “En realidad, la idea fue de mi amigo Martin Bossi. Hace un mes, cuando me hablaron de este desafío, estábamos charlando y me tiró: ‘boluda, hacé a Fito’. Primero dije que no y después dije: ‘¿por que no?’ Puede ser muy divertido”, cuenta la actriz que participa de La Academia de ShowMatch y que en la noche del martes deslumbró con su performance. Entonces pronto aclara que lo primero que hizo fue hablar con Fito: “Pa, ¿qué onda si te imito a vos? ¿Cómo te cae?’ Y se cagó de risa”, apunta Richi después de que su hija, Margarita, de 17 años, desde un costad de la pista viera a su mamá hacer de su papá.
—¿Se copó de una?
—Sí. Es que lo amo y antes que nada quería preguntarle. Es mi familia. Lo hice con mucho respeto. Desde el momento que surgió la idea no paramos de reírnos. Lo mismo, Margarita. Le mostré antes las cosas y se descomponía de risa. Es muy flashero.
—¿Fito te pidió que lo cuides con algo o que no exageres tal cosa?
—¡Cero! “Hacé lo que quieras. Confío en vos”, me dijo. No me coartó en nada.
—Y ¿te dio algún consejo?
—“Divertite” es lo único que me dijo. Y se copó tanto que por eso hasta mandó el mensaje para que salga en el programa.
—¿Cómo fue para vos el ejercicio de hacer a tu ex pareja?
—No lo pensé. Decidí no ponerme ningún límite. No usar la cabeza. Se da por observarlo. El trabajo de imitación es mucha observación. Hay cosas de Fito recontra conozco después de tantos años. Acudí a Martín Bossi y nos juntamos a ensayar mil veces. Es mi coach en esto. Me agarré de algo muy interesante y básico para la imitación que tiene que ver con intentar capturar el alma del personaje... Más allá de lo externo. Eso Martín lo tiene clarísimo, por su entrenamiento. En estos días fui mejorando cosas que tenía menos logradas que otras. Al principio me faltaba ajustar cositas de las piernas, por ejemplo.
—Fito es un tipo histriónico y eso esta bueno…
—Es imitable.
—¿Seguís con otros proyectos en paralelo a ShowMatch?
—Sí, tengo mis películas estrenadas en el Bafici y más planes. Pero esto consume bastante energía. Y me viene súper bien porque estoy entrenando el cuerpo y haciendo algo más físico que lo que venía haciendo. Pasé tres años encerrada estudiando la carrera de Dirección de Ópera en el Teatro Colon. Está bueno salir un poco y agarrar el cuerpo y darle entrenamiento.
—Comentaste hace poco en radio que te sentías un poco sapo de otro pozo en ShowMatch…
—“Rana”, me corrigió el maestro Brisky. Es que justo había hablado con él antes de entrar al programa, después di la nota y usé la metáfora que me había quedado dando vueltas. La verdad es que estoy disfrutando mucho cada posta. Porque acá les dicen ritmos pero son postas o desafíos.
—¿Rompés prejuicios al aceptar estar en este programa, con todo lo que implica?
—En realidad, los demás tienen que romper prejuicios conmigo. Ya que me preguntes eso es un prejuicio. Yo no lo tengo. Los tienen los otros, conmigo. Sí tengo que aclarar porqué dije que me sentía “sapo de otro pozo”. Porque en realidad estoy saltando en otro pozo, pero son lo mismo. El juego y mi trabajo de actriz es el mismo. Es un trabajo igual que el que pude hacer alguna vez en Pol-ka, que acá al lado están filmando. No me siento alejada de esto.
—¿Te referís a lo popular?
—A lo que hacemos, en realidad… A los desafíos que asumimos los actores. Para mi cada gala es un estreno. Es como estrenar una obra. Así lo vivo.
—¿Tu compromiso con el certamen es el mismo que el de estrenar una obra en el Teatro San Martín?
—Exacto. Obviamente que el programa tiene… Yo no uso mucho las redes y por eso no me doy cuenta de las repercusiones, pero es mucho más popular que otras cosas que hice quizá.
—ShowMatch tiene todo un mundo mediático, de idas y vueltas, que trasciende al programa...
—Sí, pero hasta ahora me ha parecido muy gracioso. Realmente cuando digo que no conozco a muchos de los participantes es porque realmente no prendo la tele, no uso las redes. Si puedo googlear, pero por googlear a alguien no lo voy a conocer. Pero me estoy fogueando. Es como si estuviera en una obra de teatro y tengo que conocer a mis compañeros. Es trabajo. He hecho cosas independientes en el Centro Cultural Rojas, que por ahí no tienen tanta difusión, y también tuve que conocer a mis compañeros. Es decir que esto es solo una cosa más de lo que vengo haciendo.
SEGUIR LEYENDO: