El origen del mal se ubica en la década del 70 en Londres, escenario de la revolución punk. Estella es brillante, creativa e inteligente. Y algo más: estafadora. Sueña con destacarse en el mundo de la alta costura, pero se rodea de un par de ladrones ávidos de su espíritu intrépido y aventurero. Su vida cambiará el día que conozca a la Baronesa von Hellman, elegante y a la vez devastadora y sádica, una leyenda de la moda que quedará cautivada por el talento de esa jovencita. El vínculo entre ellas y los acontecimientos que a partir de allí irán surgiendo despertarán en Estella su lado perverso, convirtiéndose en Cruella de Vil, disonante, vanguardista y sedienta de venganza.
Ese es apenas el comienzo de Cruella, la nueva película de los estudios Disney que se estrena este viernes en su plataforma (Disney+) y está protagonizada, bajo la dirección del australiano Craig Gillespie (Yo soy Tonya), por dos actrices que ya supieron levantar su propia estatuilla en los premios Oscar: Emma Stone como Estella (y Cruella, claro) y Emma Thompson en la piel de von Hellman. El contrapunto entre ambas paga por sí mismo el precio de cualquier entrada de cine.
“Vieron algo maligno y terrible en mí. Y lo agradezco”, se sinceró Stone en un diálogo con Efe sobre la convocatoria de Disney, que la tuvo como única elección posible para Cruella, que en 1961 llegó a las salas con ese clásico de los dibujos animados llamado 101 dálmatas, basado en la novela homónima de la británica Dodie Smith, publicada en 1956. De esa forma Disney alumbraba una malvada que terminaría siendo icónica, dejando en el imaginario colectivo una villana y no una heroína.
Luego del éxito de la Maléfica de Angelina Jolie (2014), la productora decidió ofrecer otra reversión de sus clásicos animados, sumergiéndose esta vez en los inicios de una de las antagonistas más renombradas. Existe en Cruella la capacidad de generar una empatía con el espectador incluso mayor al rechazo que provoca. “Son una catarsis para el público”, considera Emma sobre esta clase de personajes. “Siempre nos ha interesado conocer qué es lo que lleva a una persona a vivir en su lado más oscuro -agrega-, habitar en esas partes que uno oculta o que llega a pensar pero que resultan demasiado crueles o socialmente inaceptables”.
Stone, de 32 años, sabe que hereda un papel interpretado de manera magistral por Gleen Close en la versión de 101 dálmatas de 1996. “Ella es la mejor Cruella del cine”, reconoce. No obstante, Emma buscó en las páginas de Dodie Smith las herramientas necesarias para su interpretación. “En el libro es mala, pero de verdad. Pone pimienta en todas sus comidas y tiene frío incluso sentada al lado de una hoguera. Me dio muchos detalles para aportar al personaje”.
Con una lograda ambientación, la Cruella de Gillespie -que cuenta con la producción ejecutiva la propia Glenn Close- se destaca desde lo visual, con un maravilloso vestuario de la multipremiada Jenny Beavan, dos veces ganadora del Oscar. Los looks de la villana y el estilismo no podían quedar afuera de esta película que también promete mucha acción.
Cruella se estrena hoy en América Latina en simultáneo en las salas de cine disponibles y en Disney+, a través de Premier Access. El valor de Premier Access es de $1050 en Argentina y $329 en México.
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