“No es Barýshnikov, no es un bailarín del Bolshoi... ¡hoy debuta nuestro productor!”, anunció Marcelo Tinelli en la apertura de este martes de ShowMatch (El Trece). Se refería al debut de Pablo Chato Prada en La Academia, junto a su mujer, la bailarina Lourdes Sánchez. “Le tengo una fe ciega. Es chiquitito, pero lo que rinde... Hoy debuta el Chato Prada y hay una alegría acá en el piso... como si volviera a bailar Piquín. ¡Pero es el Chato Prada, boludo!”, insistió Tinelli, a pura risa.
“Muchos decían: ‘¿Es un chiste? ¿Es en serio? Decime que es una joda para Videomatch’. Yo veo algo que los demás no ven”, dijo el conductor y arriesgó una comparación: “Una vez (Juan Alberto) Badía me dijo: ‘Vos vas a ser conductor’ y yo le decía: ‘¿Te parece, Beto?’. Entones yo le dije al Chato: ‘Vos vas a ser bailarín’. Teníamos que completar con la pareja número 24 y decidimos que fuera él”, se burló Tinelli.
Una vez en la pista, el conductor le preguntó a Lourdes qué sentía con esta participación. “Al principio lo dudé y mucho”, confesó primero, pero luego agregó: “Es una experiencia hermosa, maravillosa, épica, nunca la viví. Siempre me tocó bailar con gente que bailaba o que por lo menos contaba... ¡él no sabe aplaudir el cumpleaños feliz! No tiene oído”, describió la bailarina.
“La gente no puede esperar mucho de mí”, se atajó el Chato, que lució una vestimenta más típica de productor que de bailarín: remera lisa, jean, zapatillas y gorrita, en total contraste con el look de bailarina que portaba su mujer.
Entonces, comenzó la acción: en un cubo, ella se lució dentro de una estética tiktoker, mientras sonaba “Miénteme”, de Tini y María Becerra. Luego, se le dio paso a Prada, quien apenas se movió sobre una música típica de rock & roll. Después de los primeros segundos del Chato, comenzó a sonar “Take On Me” (A-Ha) y la pareja se encontró en el centro de la pista: ella mostró destellos de sus dotes de bailarina junto a una buena dosis de carisma, mientras Prada caminaba por la pista, sin dejar de sonreír. Pese a que claramente no se estaba destacando, tampoco parecía incómodo con la situación: al contrario, se lo veía en pleno disfrute. El final de la coreo no podía ser otro que un largo beso entre los dos.
“Va a ser difícil que el jurado lo volteé al Chato, tiene mucho peso acá”, dijo con sorna Tinelli y le dio pie a la devolución de Pampita. “Quiero saber si en la coreo le puso el acting facial. Había una cosa como de parálisis en algún momento y yo decía: ‘¿Qué pasa ahí?’. Porque no era una risa, era algo raro. Yo lo vi bailar mejor en su Instagram que acá. Tenía otra expectativa, fue flojo”, dijo la modelo, lapidaria.
“Lourdes, pobrecita”, se compadeció. “Porque baila como los dioses pero el compañero no ayuda mucho. Al fin los vemos en la pista y me muero de ganas por ver qué tienen guardado. Les pongo un punto más por la actitud y la buena onda”, dijo Pampita y calificó con un 5.
“Me encanta tenerlos como pareja, yo creo que va a pasar algo interesante”, dijo a su turno Jimena Barón. Sin embargo, analizó que “la sincro fue de un nivel muy muy básico y estuvo mal, encima. Y hubo dos cosas desaprovechadas: el Chato tiene fuerza y la bajada del cubo la hizo super lenta, eso es una virtud. Pero podíamos haber aprovechado la fuerza de Chato para hacer algo más. Y a Lourdes la hubiese hecho bailar un poquito sola”. La cantante también les puso un 5.
“Está bueno que las parejas se puedan divertir, es lo mejor que les puede pasar”, dijo Guillermina Valdes. Y luego comparó el gesto de la boca abierta con uno que, según ella, habitualmente utiliza Tinelli: “Me hizo acordar a cuando a Marcelo le pregunto si salió con tal mujer, y se queda con la boca abierta, como pensando”, dijo sobre su pareja, despertando las risas en el piso. “El baile fue flojo. Ella es una reina, todos lo sabemos, me encanta que esté con su marido, es valioso eso. Y a vos, Chato, te vi 20 años más joven, porque te vi disfrutar, te vi brillito en los ojos, a vos que se te ve tan serio y ocupado en los pasillos. Te sacaste esa máscara. Por eso, le voy a subir dos puntos”, anunció Valdes antes de ponerles un 7.
Por último, fue el turno de Hernán Piquín, quien cortó con la buena onda reinante: “A divertirse que se vayan a la casa. acá se viene a bailar. ¿Qué es esto? Un 7, un 5. No entiendo: parece que yo solo veo lo que pasa”, disparó el bailarín. “Yo al Chato le tenía respeto. Después de esto, yo ya no sé. Lourdes, vos fuiste un fuego, bailaste precioso, pero lo tenemos que puntuar a él”, dijo. Y Lourdes pidió: “¿No se puede hacer un combito?”. “¡Una vaquita hay que hacer!”, siguió Piquín.
Y no frenó ahí: “Hablaban de la parálisis de la cara... a mí me parece que tiene una parálisis en el cuerpo. Revolea la campera a destiempo... ¡hay que revolear una campera a destiempo, eh!. Espástico”, definió con dureza. “Lo vi por momentos como que era medio egipcio, no sé qué hacía con las manos. Poneme una música egipcia si coreo es así. Y más que faraón, era una momia. Un faraón amomiado”, agregó. Pese a esto, la sonrisa no se borraba de la cara del Chato: “¡No lo puedo creer!”, dijo sobre su participación en el certámen.
Luego, cuando cada pareja pasó al frente para escuchar el puntaje secreto de Piquín, el bailarín insistió con que no iba a dar “puntaje de amigos” y le pidió disculpas al Chato por lo de “momia”. El productor, sonriente e inmutable, le dijo que “no pasa nada”. Finalmente, la nota de Piquín fue un 3, lo que los depositó directamente en el duelo de eliminación. “Vayan a ensayar”, les dijo el bailarín jurado.
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