Hoy las celebridades del cine disfrutan de un nuevo éxito protagonizando series de televisión. Pero en la década del 50 pasar de la pantalla grande a la chica era considerado un fracaso por casi todos los que formaban parte de Hollywood. La televisión era donde terminaban sus carreras los actores que no habían podido sostener su condición de estrellas con el paso de los años. Hollywoodland (2006) es un largometraje que cuenta la historia de uno de esos casos, el del actor George Reeves, mundialmente famoso por ser el primer Superman de la pantalla chica y por mucho tiempo el más asociado al personaje, hasta que en 1978 se estrenó el film protagonizado por Christopher Reeve.
Hoy para muchos interpretar a un superhéroe es un pasaporte a la fama y el éxito, pero mientras que actualmente vivimos en el reinado de estos personajes, décadas atrás estos eran considerados material para un público infantil y sus historias productos menores que quedaban circunscriptos a los comics y los dibujos animados. Algún serial de bajo presupuesto era lo máximo a lo que se podía aspirar para retratarlo en la pantalla. Inimaginable que se convirtieran en una película de cine, eso, aunque parezca mentira, le quedaba grande a los superhéroes. En esos años fue que George Reeves recibió la propuesta de protagonizar la serie Superman y, como muestra la película, le pareció una mala idea. Aun así, vio la oportunidad de tener trabajo mientras prosperaban otros proyectos cinematográficos.
Aunque en roles muy pequeños, Reeves participó en dos películas ganadoras del Oscar: Lo que el viento se llevó (1939) y De aquí a la eternidad (1953). En Hollywoodland se muestra cómo su fama, al interpretar a Superman, fue borrando todas sus oportunidades de ser tomado en serie en otros proyectos. Eso fue tal vez lo que desencadenó su trágico final. Reeves fue encontrado muerto, con un tiro en la cabeza, en su propio cuarto, el 16 de junio de 1959, con tal solo 45 años. Así terminaba de forma prematura la vida del actor. Aunque parecía un suicidio, se tejieron varias teorías acerca de su muerte, las cuales aparecen detalladas en la película.
Quien lleva adelante la trama es un detective, Louis Simo, interpretado por el actor ganador del Oscar Adrien Brody. Él investiga cómo fue que George Reeves, interpretado aquí por Ben Affleck, llegó a ese punto. La pregunta que la película se hace es: ¿se suicidó o lo mataron?. Mientras tanto recorre el camino entre el éxito y la frustración que tuvo el actor. Reeves no solo quería actuar, también quería producir y dirigir, pero sus ambiciones chocaban con su propio suceso en la televisión. Su vida personal tampoco estaba del todo ordenada, lo que le generaba una angustia extra y conflictos con algunos poderosos del cine. El héroe perfecto para todos los niños del mundo apenas si podía lidiar con sus propios problemas.
La película muestra cómo evolucionaron las seis temporadas, la mitad en colores, que tuvo la serie Las aventuras de Superman. No era común que estos productos se hicieran en colores en la década del 50, lo que muestra claramente que se trataba de un enorme éxito. También aparecen retratados el sentido del humor y el buen compañerismo en los sets de filmación que caracterizaban a Reeves. No hay muchas películas que describan tan bien la tensión entre el cine y la televisión de aquellos años. Además de un buen film noir, Hollywoodland es un gran retrato de época.
Ben Affleck es el actor ideal para el rol. Su conocida melancolía frente a los puntos flojos de su carrera marca que entiende al personaje. Aunque Affleck ha tenido mucho éxito en cine, no solo como actor, sino también como guionista, productor y director, recibiendo en estos tres últimos rubros gran cantidad de premios. Y también tuvo un sabor agridulce en su carrera cuando sus proyectos como superhéroe no salieron como él los había soñado. Ni su Daredevil ni su Batman fueron furor, aunque este último tuvo una revancha en el 2021 cuando se estrenó un nuevo corte de La liga de la justicia.
Hollywoodland consigue retratar las luces y las sombras del Hollywood de aquella época y de cualquier otra época. La idea de que ser una estrella puede llegar a ser una bendición y una maldición al mismo tiempo. No existe mejor ejemplo de esto que la historia de George Reeves. El primer Superman de la pantalla, el primer rostro asociado al gran personaje terminó de manera trágica y esta película lo retrata. A su manera es también un homenaje, porque muchas generaciones lo admiraron y siguieron sin saber del sufrimiento del actor lejos de las cámaras. Su actuación como Superman dejó una marca imborrable en la historia de la cultura popular mundial.
Disponible en Flow.
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