La semana de las semifinales en Masterchef Celebrity se acerca al momento clave. De un lado, ocho participantes dan lo mejor de sí para sumar estrellas y chances de pasar a la gran final. Del otro, tres jurados cada vez más exigentes y atentos a los detalles. En medio de esta situación, dos representantes de cada uno de los bandos se sacan chispas en cada gala y este miércoles no fue la excepción, cuando se vivió uno de los capítulos más intensos de la saga de desencuentros que protagonizan Alex Caniggia y Germán Martitegui.
Las cosas habían empezado bien el lunes, en el arranque de esta instancia, cuando el mediático sorprendió con su “Xela Burguer”, una gigantesca hamburguesa de carne con huevo frito, panceta, cebolla caramelizada, aderezo de yogur y palta con papas fritas. El jurado integrado por Donato de Santis, Damián Betular y Martitegui se sorprendió al ver el tamaño e incluso hasta les costó probarla. “Nunca se vio algo así acá, es la primera vez”, le agregó el conductor Santiago del Moro.
El martes, las cosas cambiaron rotundamente, cuando Alex tuvo que preparar los tradicionales pastelitos, acordes a la fiesta patria del 25 de mayo, y estuvo lejos de recibir felicitaciones. “Yo esto no lo voy a comer”, sostuvo Martitegui. “No es un pastelito y no tiene la forma, ¿vos podés comer uno?”, agregó el jurado. Acto seguido, Alex probó su plato y lanzó “¡Es una delicia!”. “Yo estoy convencido de que vos lo podés hacer bien, pero no lo hiciste bien porque no se te canta”, concluyó el chef enojado por la situación y cansado por las respuestas del participante, que defendió su preparación a capa y espada.
La tensión creció en la gala de este miércoles. Al comenzar la competencia, Martitegui recorría las estaciones y se topó con el puesto de Alex, que estaba haciendo algo que lo puso furioso. “¿Qué pasó acá? ¿Qué estás haciendo?”, preguntó el jurado al encontrar al Emperador agachado y pelando unas papas. Su idea era que las cáscaras cayeran en el tacho de basura, pero su puntería no era la mejor y las esparcía por todo el piso.
“Estoy en acción”, respondió Alex, sin importar el llamado de atención. “¡Estás haciendo un desastre! ¡Estás tirando toda la papa!”, lo volvió a retar el jurado, otra vez sin éxito. “Ahora la agarro. ¡Aguantá, aguantá, mirá!”, era todo lo que dijo el Emperador. La sensación era la de un padre retando a un hijo rebelde y emperrado, y esa misma sintonía continuó durante el resto del diálogo. “No se puede hacer así”, se quejó Martitegui, que a esa altura hablaba solo. Su objetivo era que el joven dejara todo y recogiera las cáscaras, pero los planes de Alex eran otros: cortar las papas para seguir con su plato, y exageraba su concentración para enfrentarlo. “Quiere pararme para joderme, obvio”, pensaba, y lo confesaría en el back.
“Vení acá, Alex”, insistió el chef. “Voy, voy”, fue la respuesta, cada vez más empacado. Ya no había retorno: “¿Vas a cortar todas las papas antes de escucharme a mí?”, preguntó, ahora con las manos sobre la mesada y mirándolo fijo, buscando imponer respeto. Pero el hermano de Charlotte no levantó la vista de su tabla de madera, su cuchilla y su prolijo corte. Solo atinó a responder un esperable “sí”, aunque en el back fue un poco más elocuente: “No escucho ni a mi viejo, voy a escuchar a este”, señaló en referencia al ex futbolista, con el que no tiene una buena relación.
Martitegui se resignó y se retiró con una advertencia: “Si no juntás eso, no presentás nada”, dijo señalando al piso. “Presento todo Hitman, hoy. No me para nadie. Ni vos, Hitman”, prometió, y solo levantó la vista cuando el jurado se había retirado y le daba la espalda.
El jurado seguía furioso y compartió su enojo con sus colegas en el balance luego de la primera recorrida. “¡Está desafiante!”, analizó Betular. “Es raro, porque él es limpio”, apuntó De Santis tratando de mostrarse contemplativo, pero no lo consiguió. “Si está rebelde se tendrá que ubicar”, agregó el ex jurado de Bake Off. Como si hubiera escuchado, el hijo de Claudio Paul y Mariana Nannis finalmente recogió la basura, no sin antes dejar su sello. “Mirá Hitman, ahí estoy levantando”, le gritó. “Me cagó”; alcanzó a lamentar Martitegui, mientras las risas del participante retumbaban en el estudio. Sin embargo, su plato no fue de los mejores y no pudo colaborar para que su equipo integrado por Sol Pérez, Cande Vetrano y Juanse sumara una estrella.
Todo esto pasó mientras se suceden las versiones cruzadas en torno a la situación de Caniggia en el certamen. Renuncias, descalificaciones y una posible vuelta al reality, por estos días siguen saliendo al aire capítulos ya grabados donde, como se ve, Alex sigue siendo uno de los personajes que más repercusiones logra con cada de una de sus preparaciones.
Cuando su salida era un hecho, ayer por la mañana, en el tiempo real, habló en su cuenta de Twitch y aportó más confusión. Negó su renuncia al certamen, aseguró que se queda “hasta ganar” y cerró su transmisión en vivo con una suerte de reflexión: “Esos son los barats viste, los barats tienen que decir pelotudeces, viven de decir pelotudeces. La gente habla porque hablar es gratis, entonces los barats hablan, hablan y hablan. Inventan cagadas”. Y esta, por el momento, es su última palabra.
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