Con la mirada esquiva e incomodidad en el rostro, el doctor Leopoldo Luque, quien atendió a Diego Maradona los meses previos a su muerte, se sentó en la mesa que preside Juana Viale en La Noche de Mirtha, por El Trece. Lo acompañaban el diputado Waldo Wolff, el doctor Gonzalo Pérez Marc –líder del ensayo local de la vacuna vegetal contra el coronavirus– y El Rifle Varela. Y después de un buen rato callado, sin opinar sobre las actuales restricciones de circulación, ni la falta de vacunas, el doctor Luque tomó la palabra cuando Juana Viale le hizo una pregunta directa.
La conductora de programa quiso saber cómo estaba después del cambio de carátula, de homicidio culposo a homicidio simple con dolo eventual. “Es difícil. Uno trata de entender los fundamentos. Honestamente no lo encuentro. Lo que sí en cierto modo disminuye, la ansiedad y la tristeza es que es etapa de acusación”, aseguró el neurocirujano y dijo que la condena social no le pesa. Agregó que no era el médico de cabecera de Diego, sino que era “el médico de confianza”.
Y así explicó desde su punto de vista mucho de lo que tuvo que ver con su final. “Diego venía estando mal, con problemas de adicción, cuarentena… Ciclaba. Situaciones que confundían. Pasó lo del partido de Patronato …”, apuntaba cuando el Rifle Varela, que es periodista deportivo, lo interrumpió para saber qué hizo cuando lo vio en mal estado. “Fui a verlo. Estaba en su habitación. Cuando Diego no quería ver a nadie no veía nadie... Le dije: ‘Diego, vamos a internarnos’. Lo llevamos a la clínica. Lo convenzo. Me dijo: ‘Dos días, por vos voy a ir’. Cuando se le hace la tomografía tenía un hematoma subdural crónico izquierdo. Lo charlé con Diego y con otros especialistas. Estaba empeorando marcadamente”, apuntó sobre la razón para operarlo poco antes de que muera y detalló que las causas de hematoma son multifactoriales y suelen darse en “etilistas”.
Entonces contó, en respuesta al Rifle Varela, si era cierto que no había sido él quien lo había operado. “Cuando llego a la Clínica Olivos, Diego me dice que se quería ir. Le agarré la mano y le dije: ‘por favor, quédate’. Le dije que iba a mejorar. Entró el doctor (Víctor) Stinfale en ese instante. Lo abraza. Yo no lo conocía en persona. Vino con un médico que yo no conocía. Pero el doctor no era neurocirujano. Diego lo escucho. Yo me quedé a un costado. Entonces Diego se levanta de la cama. Se le pone cara a cara a Stinfale y le dice: ‘Me opera Luque o no me opera nadie’…”, recordó el médico. Y siguió: “Stinfale dijo que venía en representación de la familia... Yo participé de la cirugía. No era el principal. Pero la caja de cirugía era mía. Fue para no armar conflicto…” El médico contó además que es típico de los hematomas de ese tipo que los pacientes tengan períodos de lucidez y otros no tanto. “Ahí estaba intacta”, apuntó.
Juana quiso saber si ser fanático de Diego no lo había llevado a cometer errores médicos. Y Luque contestó: “Diego fue un paciente especial pero yo trato a todos mis pacientes igual”. Y no negó que él fue quien recomendó a la psiquiatra Agustina Cosachov. Además, agregó: “Estoy muy tranquilo. Hice todo lo posible. Le ofrecí lo que estaba al alcance. Gestioné la internación domiciliaria”.
Fue entonces cuando el Rifle Varela, que aseguró haber leído el expediente, le preguntó por los sus dichos que habían trascendido en los audios. “La frase ‘el gordo se va a cagar muriendo’ está descontextualizada. Es muy feo. Pedí disculpas. Me arrepiento. Era camino a verlo a en el momento que me habían avisado que hacía treinta minutos que estaban masajeándolo”.
Juana, en tanto, se puso en el lugar de Dalma y Gianinna –”tengo mucho la bandera de las hijas”– y preguntó por el vínculo con ellas. “Las conocí en la ultima parte. Pocas veces me llamaron. Con Dalma hablé muy poco. Hablé durante la internación. En la externación y la domiciliaria ella se enoja por un evento con Verónica. Había todo tipo de problemas…”, aseguró el médico. Además, reflexionó: “Sin dudas que me arrepiento de los audios. Hay cosas que uno dice que tiene que pedir perdón. Decir eso de Diego está mal. Pero que no se confunda. No lo traté mal”.
Dijo además que la cuarentena a Maradona le pegó muy fuerte, pero que él siempre estuvo cerca. “Yo hoy pago. Escucho los cuestionamientos. Yo quise hacer… Me amaba. Él te ponía trabas. Era inteligente. Tenía mundo. Sabía donde lastimarte. Me dolía. Me humillaba a veces. Yo me la bancaba. Si le mandaba un audio insultándolo. Era así…”, apuntó en relación a la relación que los unía. Y agregó: “Diego decidía. No hay que subestimar a Diego”.
Cuando lo acusaron de “cholulo”, Luque explicó: “La primera foto con Diego me la saqué a los tres años de conocerlo. La del día de la clínica me la pidió el. Por eso me elegía a mi. Era una persona difícil de ayudar”. Y en relación al enojo de Dalma y Gianinna con él, apuntó: “Jamás me voy a poner en contra de ellas. Voy a bajar la cabeza y que me sigan insultando”. Y agregó: “En el entierro Claudia me dijo: ‘Luque, quédate tranquilo. No podías dormir en la habitación’”. Entonces volvió a afirmar que es inocente. “Tengo esa tranquilidad”, declaró para cerrar el tema.
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