Cher vive en Malibu, Los Angeles, donde un alto porcentaje de mujeres lucen doradas cabelleras combinadas con un bronceado furioso. Ella es diferente, su pelo largo y oscuro se mantiene inalterable a través de los años. Su piel es blanca y tersa. Ser Cher no pasa de moda porque siempre está vigente: cantando para el actual presidente de los Estados Unidos Joe Biden, defendiendo un elefante en cautiverio, o lanzando una nueva fragancia para facturar en plena pandemia. Cher cumple 75 años y sigue siendo una mujer moderna.
Ser activista es una parte importante dentro del proyecto de vida de esta artista que se ha hecho grande por su voz y también por sus ganas de ayudar. Cher Cares es la organización benéfica que comanda junto al el Dr. Irwin Redlener (director fundador del Centro Nacional de Preparación para Desastres de la Universidad de Columbia) y con la que está apoyando a los más afectados por la pandemia del coronavirus durante el último año. Los humanos no son los únicos seres vivos por los que Cher se preocupa, también se involucró a pleno en el rescate de un elefante que vivió 35 años aislado en un zoológico pakistaní.
Su carrera solista como cantante y su desempeño como actriz y performer siempre ha sido sobresaliente, pero sus comienzos estuvieron ligados a un compañero laboral y sentimental. En 1962, la joven Cherylin Sarkisian La Pierre se fue de su casa y conoció a Salvatore Phillip Bono. Ella tenía 16 y no sabía casi nada de la vida, él tenía 27, ya se había divorciado y trabajaba con el productor Phil Spector, un personaje disruptivo para el mundo de la música, creador del “muro de sonido”, que más tarde sería acusado y terminaría encarcelado por femicida. Cherylin tenía talento y Savatore tenía buen ojo, así que le ofreció trabajo en su casa.
Antes de hacerse conocida como Cher, la jovencita se desenvolvió en la propiedad de Sonny como mucama hasta que en 1964 se casaron. Los dos cantaban y juntos se hicieron conocidos como el dúo Caesar and Cleo. Tiempo después, ya como Sonny & Cher, se dedicaron a girar y producir sus propios temas. Fue en medio de un tour, durante una serie de presentaciones en Las Vegas, que los vio un productor de televisión y los llevó debutar en la pantalla chica con The Sonny & Cher Show. Fueron populares en los Estados Unidos y en el resto del mundo, también se convirtieron en padres de Chastity Sun Bono, hasta que se separaron en 1975 como pareja y un poco después como socios artísticos.
Chastity creció en la década del 70 creyendo que era una mujer lesbiana, pero transicionó a Chaz en 2009. Ya seguro de su masculinidad, se operó los senos, profundizó un tratamiento con hormonas y escribió dos libros, “Family Outing, End of Innocence” y “Transition: The Story of How I Became a Man”. Chaz, que también es actor, pudo expresar en su rol de escritor lo áspero que se dio todo en relación a su madre, que no terminaba de entender lo que le pasaba a él, cómo se sentía. Finalmente Cher pudo aceptar el cambio de su hijo y la relación entre ambos fluyó de nuevo. Ya más tranquila con la transición de Chaz, la artista dijo en una entrevista: “Cuando Chaz y yo estamos juntos, es pan comido, aunque a veces no estás preparada cuando alguien habla del pasado, no es fácil de procesar, pero no podría estar más orgullosa”.
Sonny murió en 1998 y -al igual que Cher- había vuelto a rehacer su vida amorosa. La diva se casó con la estrella de rock Gregg Allman, pocos días después del divorcio con Sonny. Y aunque sigue diciendo que fue uno de sus grandes amores, nueve días después, Cher le pidió el divorcio porque no soportaba el nivel de adicción que el músico sostenía con el alcohol y las drogas duras. Volvieron a estar juntos, pero no fue eterno, pronto la cantante encontró el amor en los brazos de personajes tan diferentes como importantes en lo suyo. Hubo romances con Gene Simmons, Val Kilmer, Tommy Lee y Tom Cruise.
“Si yo cantara piola, no usaría autotune”, le dijo Duki a Teleshow en una entrevista reciente, y casi cualquiera pudo entender de lo que estaba hablando el trapero argentino. Lo cierto es que cuando en 1998 Cher usó el efecto para distorsionar su voz en el hit “Believe” produjo un antes y un después, lo hizo popular. La artista cambió el sonido del pop y legitimizó la aplicación de ciertos recursos auditivos impensados hasta ese momento. Cher se reinventa, como los últimos meses cuando tuvo que suspender shows y presentaciones por la pandemia, pero decidió lanzar una línea de perfumes que se venden por Internet.
En una entrevista con The Guardian, hace unos meses, le preguntaron a Cher qué era lo que le daba más placer y ella respondió: “Hacer feliz a la gente. Suena cursi, pero lo digo en serio. Me encanta poder tomar a la audiencia y trasladarla a un lugar diferente”. A los 75 años, Cher sigue siendo una inspiración para todos aquellos que sienten que vale la pena seguir evolucionando, pase lo que pase.
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