“Ayer sábado me vacuné, dormí toda la tarde y parte del domingo. Me duele todo”, escribió Silvia Süller en sus redes sociales junto con el certificado de vacunación contra el COVID-19. Aunque entiende que no es la solución definitiva a la pandemia, estar inoculada le da tranquilidad y redobla sus ganas de volver a trabajar en los medios. En diálogo con Teleshow dijo que no entiende por qué los productores no la convocan y dijo que necesita trabajar, más allá de lo económico.
El sábado por la mañana, 10.30 exactamente, Silvia se presentó en la Usina del Arte, en el barrio de La Boca donde recibió la primera dosis de la Sputnik. A pesar de que no estaba “desesperada” por la vacuna, se anotó hace aproximadamente dos sermanas en la página del gobierno de la Ciudad: “Yo ni fu ni fa con ese tema, porque en mi cabeza siempre esta la palabra ‘trampa’. Creo que puede aminorarte un poco, y que si te agarra (coronavirus) sea más leve y que no te lleve a la cama de un hospital”.
Aunque tuvo la reacción esperada tras la inoculación (dolor de cuerpo y cansancio) Silvia se mostró reacia ya que no pudo ver la caja en la que estaba su dosis: “No confió en la vacuna, no se si es verdad mentira, si es agua o veneno. En el lugar que fui había muchas cabinas de uno por uno con enfermeras, le pregunté al supervisor que cómo sabía yo que vacuna me daban y me mostró una ampolla chiquita que decía Sputnik, pero me hubiera gustado que la abran en ese cubículo, estaba en otro lugar mas alejado mucha gente trabajando y las repartían cabina por cabina a medida que entraban los pacientes”.
Al llegar a su casa, comenzó a sentirse muy cansada y con dolor de cuerpo, “sentía como si me hubiera agarrado un camión”, dijo Silvia sobre sus molestias articulares, que comparó con los síntomas compatibles a la gripe. Además, durmió dos días seguidos, cosa extraña en ella que desvelada por las noches suele usar pastillas para conciliar el sueño. “Hoy me siento un poco mejor, no me duele el cuerpo y no tengo sueño, pero me molesta porque no te muestran la vacuna”, agregó y entiende que tal vez el mecanismo tenga que ver con agilizar los tiempos, ya que en el vacunatorio había mucha gente.
Más allá de que la vacuna le da tranquilidad, Silvia dice que es Dios quien la protege y que si está con él, nada le puede pasar. Aunque inoculada seguirá manteniendo su rutina en su casa “soy muy de estar adentro, acá en mi departamento”, la mediática tiene muchas ganas de volver a la televisión y hasta se asombra de que luego de más de treinta años en pantalla, nadie la llame ni como invitada, ni fija.
“No estoy mal económicamente, tengo la jubilación, ayuda de mis hijos, canje de comida y de agua, pero me gustaría volver, mi cabeza lo necesita”, dijo Süller y aseguró que no habló con ningún productor, ya que todos en el medio la conocen y entiende que “no hace falta que golpee puertas”.
Al ser consultada sobre si creía que el medio era un poco desagradecido, respondió: “¿Un poco? ¡Del todo! Siento que hay como una bajada de línea, porque no es que no me llaman de un lugar, no me llaman de ninguno. La plata que hacia en televisión y no me dieron lo que merecía y ahora que es hora de llamarme...”
“Haría lo que sea, quiero ir a divertir al público, mi público que es la gente y es mi familia”, dijo quien ostenta cientos de miles de seguidores en Instagram donde suele hacer vivos con sus seguidores quienes le piden que regrese a la pantalla.
“Estoy igual que siempre, graciosa, siempre llamativa, estoy bien. Lo necesito porque estoy mirando el techo. Más de la mitad de m i vida estuve ahí, extraño muchísimo la lucecita roja, hablar con la gente, maquilarme, vestirme ponerme tacos. Lo necesito para mi cabeza, al mirar el techo la cabeza te trabaja a mil, yo miro el pasado y me hace mal y trabajando te arreglás, te cambiás. En lo económico no estoy mal pero tampoco tiro manteca al techo. Que alguien me llame, estoy para cualquier cosa”, ofreció.
Además, sorprendió al decir que trabajaría sin cobrar: “Si me quieren llamar y no me quieren pagar que no me paguen, iría gratis porque es mi hábitat. No importa, me pongo linda, hablo con la gente y hacemos un programón”.
¿Dónde le gustaría estar? “Lo que me den lo puedo hacer, tengo muchas ganas”, dijo y de la televisión actual mencionó tres programas:
Masterchef: “¿Sabés los líos que podría hacer ahí? Tengo luz propia, carisma, meto reality, competencia. Además, cocino, tengo dos hijos así que les he cocinado y en media hora puedo hacer un plato”
Tv Nostra: “Hicimos muchas cosas juntos, si Rial me llamara, el encuentro sería... ¡uh! Mi única amiga en el ambiente es Marina Calabró, le dije que me hiciera la gamba”.
ShowMatch: “Marcelo Tinelli hace 11 años que no me llama, ¿qué le pasó conmigo? Iría a La Academia más que nada por las previas, el dijo que mis previas son las que mejor rating le dieron. No entiendo porque ponen a mucha gente que no conozco, poné a alguien conocido. La gente quiere ver a la gente que consumió durante años”.
Mientas aguarda que el teléfono suene con alguna propuesta, Silvia sigue disfrutando de su noviazgo a la distancia con Martín, un joven uruguayo 40 años menor que ella: “Estamos por cumplir diez meses, y esperamos que se abran las fronteras para que él pueda venir. Me dijo que si llegamos al año se viene nadando”. Además, sigue distanciada de su hijo Christian, fruto de su relación con Silvio Soldán. Tras la muerte de sus padres recompuso su relación con su hija Marilyn quien la hizo abuela de dos nietos (5 años y 10 meses) a quienes ve esporádicamente.
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