“Usted pidió que marquemos cuando algo no está bien. Bueno. Esto así no va”, escribió Diego Brancatelli en su cuenta de Twitter dirigiéndose al presidente Alberto Fernández. Sus palabras hacen referencia directa al aumento en el precio de la nafta que se verá reflejado en los surtidores desde este sábado.
“Señor Presidente, el bolsillo de los argentinos no soporta otro aumento de nafta. Basta. Es una vergüenza. Sería un buen gesto detener esta nueva suba”, escribió el panelista de Intratables y de inmediato obtuvo miles de “Me gusta”, cientos de retuits y respuestas a su posteo.
Los dichos del periodista, cuya postura a favor del Gobierno es pública, vienen a colación de los anuncios realizados el jueves por la mañana por el presidente de YPF, Pablo González, quien dijo que a partir del sábado los combustibles aumentarán en todo el país un 6%, en promedio. También aseguró que se trata de la última suba del año, y que en el 2021 “la nafta va a aumentar menos que la inflación del 29% que prevé el presupuesto”.
Luego del aumento de abril, los precios de la nafta y gasoil en la Ciudad de Buenos Aires quedaron en 85,70 pesos para el litro de nafta súper y en 99,30 para el litro de nafta premium. El diésel se ubica en 80,50, y el diésel premium, en 95.
Aunque la decisión surgió de YPF con el fin de financiar inversiones, se espera que el resto de las petroleras también alteren sus precios en los próximos días.
Por estos días Diego Brancatelli se está recuperando, tras haber estado internado durante casi una semana por una complicación en su cuadro de coronavirus. El fin de semana regresó a su casa con su esposa, Cecilia Insinga, y sus dos hijos Valentín y Luca, a quienes no veía desde fines de abril cuando le fue diagnosticado el virus, ya que se aisló para no contagiarlos. De todas formas su mujer también lo contrajo.
“Recuperé bastante la voz”, dijo contento el panelista en diálogo con Paulo Vilouta en radio La Red el lunes, y se asombró: “Es increíble, esto no tiene historias lineales ni repeticiones, se puede dar de una forma u otra. La gran batalla es estar con ustedes y hablando, pero perdí todas las pequeñas batallas: primero deseaba no tener (coronavirus), después no tener síntomas, después fiebre, un día o dos se fue, la pasé bien y después me hicieron tomografías, el pulmón estaba bien y empecé con tos y con hipo”.
Cuando Brancatelli llevaba unos nueve días aislados, Insinga se hizo un testeo que dio positivo. “Cecilia lo llevó con síntomas, fiebre, sin gusto y sola con los dos chicos. El jueves estaría dada de alta y trataremos de volver a la vida normal, porque esto te agita”. Cuando creía que recibiría el alta volvió a ver al médico: “El domingo, diez días después, estaba con fiebre. El médico me hace una tomografía y me diagnostica pulmonía bilateral. Se decidió la internación, y empezó la gran pesadilla: quería evitar el respirador y esa es la batalla que gané”.
Aunque ahora está bien, aún le queda una semana más de inyecciones y seguir descansando para poder recuperarse del todo. En diálogo con Teleshow había descripto el encuentro con su familia: “Fue movilizante. Esa es la palabra. Venía de 10 días de aislamiento, que había pasado sin la familia, y después la internación de cinco días más. Fueron eternos. Independientemente de lo clínico y lo difícil, los temores, miedos, todo lo que uno viene escuchando, que sabes cómo empieza pero nunca cómo termina la historia... El miedo a no volver a ver la familia... Bueno, hoy fue ese desahogo de abrazarlos y saber que lo volví a hacer. Que volví a abrazar”, concluyó Diego Brancatelli.
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