“¿A que no adivinan a quien encontré tratando de escapar de su cama? Es la cuna que le regalo la tía Su pero ya pronto pasaremos a cama normal. Igual durante la noche aparece dado vuelta, con la cabeza donde van los pies, lo giro y al rato gira de nuevo. En una cama sin barras va a terminar en el piso seguro, pero bue, crece tan rápido que ya pronto habrá cambio de cama”, escribió Marley en su cuenta de Instagram junto con dos fotos de Mirko, que en octubre cumplió tres años, parado sobre su cuna asomando por encima de los barrales.
Las postales recibieron de inmediato más de cien mil “Me gusta”, y cientos de comentarios. “Lo amo”, escribió Georgina Barbarossa y los usuarios agregaron: “Más bello, está enorme”, “Crecen tan rápido”, “Mi vida hermoso”, “Mis bendiciones”, “Despierto y con mucha energía, más lindo” y “Es muy lindo y alegre”, fueron algunos de los mensajes que padre e hijo recibieron.
Sin embargo, las redes sociales habilitan a que los usuarios, escudados en el anonimato, opinen sobre la crianza ajena y sobre qué cosas debería hacer un papá con su hijo, como si existiera un manual y como si todas las familias y niños fueran idénticos y tuvieran los mismos tiempos. Fue así que varios usuarios se centraron en si Mirko estaba o no en edad para dormir en cuna.
En diálogo con Teleshow, la médica pediatra Luján Bilbao (MN133428) y consultora de sueño, explicó que no hay fórmulas y que todo depende de cada familia: “Si un papá o mamá considera que el nene tiene que dormir en cuna, no es un problema, salvo que le quede chica”, explicó lo cual no sería el caso, ya que se puede observar que la cuna que le regaló Susana Giménez a su ahijado es larga y ancha y contó que incluso “hay camas con protectores laterales que parecen cunas y no lo son”.
“Ante todo lo mas importante es que los papás decidan dónde duerme el bebé”, dijo en referencia a los comentarios y agregó que sea en el mobiliario que sea (colecho, funcional, moisés) lo importante es que “el sueño sea seguro y con pautas de seguridad” para así evitar caídas.
“Hasta los seis meses el bebé tiene que dormir en el cuarto con los papás, porque es el periodo en el que hay más riesgo de muerte súbita y la cercanía con los padres disminuye las chances, si pueden dormir en la habitación con los padres hasta el año, mejor”, comenzó recomendando y siguió: “Después de los seis meses al cuarto y cuando duermen solos no se recomienda cama o colchón hasta los tres o cuatro años porque se despiertan mucho de noche y se levantan y se golpean. Un nene de uno o dos años no tiene claridad sobre los peligros, se puede levantar, caerse porque se mueve, golpearse contra juguetes, puerta, pared y lastimarse”.
¿Qué es seguro? “Una cuna con limites de seguridad, eso es un espacio seguro en tanto entienda que hay una cama que tiene limites, los nenes no conocen los limites de la cama, giran y se caen, es importante un resguardo. Cuando tienen esa capacidad de entender los limites y que cuando llegan al borde tienen que rolar o llamar al adulto para ayudarlos a bajar si es que no pueden, ahí es cuando están para pasar a una cama y el momento ideal es entre los tres y cuatro años”.
En su publicación, muchos usuarios le recomendaron al conductor de La Voz usar una cama Montessori (con el colchón a la altura del piso) aunque para ella no es la solución en niños muy pequeños: “Son hermosas pero el bebé sale caminando y se choca, va a la cama de los padres. Es mejor estirar lo máximo posible la estadía de la cuna, que es algo que no afecta la maduración”.
¿Cómo hacer el traspaso de la cuna a la cama y cómo darse cuenta cuándo es el momento? “No hay que pensar la cama como la salvación para que el bebé duerma, el que no duerme en cuna no duerme en cama. Hay que hablar, mirar camas juntos y ver cuál le gusta, explicarle que se puede caer, estar atentos a que no sea un nene que se cae del sillón o que camina de noche porque es peligroso y empezar por las siestas. No hacer un cambio abrupto, tener cuna y cama y empezar por las tardes y observarlo, cuando pasaron quince días empezar por la noche. Siempre charlando y viendo la maduración del bebé, que puede ser a los dos años y medio o a los cuatro”.
Sobre qué superficie recomienda para tener un buen descanso, dijo que depende de cada familia, que no hay un lugar mejor, pero sí aclaró que no es bueno estar cambiando a cada rato: “Colecho, moisés, cuna, en cualquier lugar puede dormir bien, lo importante es que sea seguro”.
En ese sentido, contó que a las guardias llegan muchos bebés o nenes con fracturas de cráneo por haberse caído de la cama. Es por eso que es mejor esperar el momento adecuado para cada niño y no apurar las cosas. “Hay que remarcar que es preferible un nene grande en cuna que un bebé en cama”, cerró.
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