Hay series que atrapan a todos por igual casi sin explicación, sin importar edades, grupos de pertenencias o gustos previos. Son ficciones que se dejan ver, sin mucho esfuerzo y que invitan de cierta manera a sumergirnos en un mundo alejado de tanta realidad cruda, enmarcada por los avatares y tragedias de la actual pandemia. El Inocente es una de ellas.
Este thriller basado en la novela del estadounidense Harlan Coben logró lo que muy pocas producciones pudieron: quitarle el primer lugar a la hiper popular Luis Miguel, la serie. Al día de su estreno en la plataforma ya formaba parte del podio y todos comenzaron a recomendarla por redes sociales y, por supuesto, de boca en boca. Una serie que se maratonea con ganas porque está llena de cliffhanger (ese efecto narrativo que te deja con intriga en el final de un episodio para que inevitablemente te sumes al siguiente). Y de esto sabe mucho su director Oriol Paulo que ya nos ha sorprendido con el film Contratiempo, también protagonizado por Mario Casas para Netflix en el que el final tiene un giro totalmente inesperado.
Pero, ¿de qué va El Inocente? Como una especie de rompecabezas, la serie comienza contando la historia de Mateo Vidal (Casas) un estudiante de derecho que una salida con amigos en un boliche le sucede algo inesperado. Accidentalmente se defiende de un grupo de otros chicos que vienen a pegarle y en esa riña empuja a un joven que muere inmediatamente a raíz de la caída. Así comenzará la pesadilla de Mat que cumplirá la condena en la cárcel pero no podrá librarse del fantasma de sentirse un asesino antes la mirada de los padres del chico que mató.
Bajo el recurrente presupuesto de “nada es lo que parece”, El Inocente deambula sobre este concepto una y otra vez. ¿Es Mat una víctima o un victimario?. Como no lo sabemos, lo acompañamos como espectadores en cada nuevo episodio. Y nada podrá hacernos zafar de esta carrera maratónica que termina al finalizar los 8 capítulos de la temporada. En cada uno de ellos conoceremos la historia de otros tantos personajes que conformarán este grupo de presuntos inocentes y también presuntos culpables.
El Inocente entretiene todo el tiempo, te mantiene enganchado a cada una de las historias que se presentan, que parecen distantes pero que luego de poco se van uniendo hasta tomar forma. Porque al final, todo tiene que ver con todo. Y de nuevo esta idea recurrente vuelve a tomar sentido en este thriller.
El creador de esta historia ya es un habitué en las ficciones que vemos en Netflix. Las series No hables con extraños, El Bosque o Safe son algunas de las producciones adaptadas de la novelas de Coben.
Pero el planteo de El Inocente se vuelve por momentos inverosímil y cuesta creer el embrollo que se arma. Pero no estamos ante esta serie para aplicar la lógica de las acciones porque, en definitiva, se trata de una historia que respeta las reglas del género del thriller; nos mantiene en alerta en cada episodio y resuelve a su manera el conflicto de fondo. Estemos o no conformes con el final, El Inocente logra su objetivo.
El elenco
Mario Casas, el chico de oro de las películas y series españolas del momento, que había comenzado su carrera en la serie El barco, logra desconectarse de esa imagen de chico lindo y se conectó con su lado actoral que resulta más que interesante. Así logró grandes interpretaciones en películas como El practicante, No matarás (por el que ganó un premio Goya), Hogar o El bar, entre otras. Cada una de estas elecciones lo fueron llevando a convertirse en un referente de su generación y a su vez a lograr papeles cada vez más jugados.
Capítulo aparte se llevan los actores más experimentados como José Coronado, el recordado Nemo Bandeira de Vivir sin Permiso’ y Ana Wagener a quien conocimos en el film Contratiempo junto a Casas. Ambos se suman a este elenco y le aportan firmeza y la solvencia necesaria para una serie que predominan los actores más jóvenes.
Pero hablar de El Inocente sin mencionar a Martina Gusmán sería una gran omisión. La actriz viajó a España para ser parte de este proyecto en el que interpreta a una argentina que se va a vivir al país europeo en busca de un futuro mejor. En una de sus escenas aparece, entre sus pertenencias, una foto colgada de Eva Perón.
De esta manera, Martina se sumó a la gran lista de artistas de nuestro país que participaron en ficciones españolas, como fueron los casos de Eleonora Wexler, Ramiro Blas, Ana María Picchio, Lali Espósito, Chino Darín, Lucas Ferraro y Michel Noher, entre otros.
SEGUÍ LEYENDO