“En los primeros dos meses, dos meses y medio de la pandemia, no nos movimos de la casa. La verdad que le agarré muy mucho miedo yo. Después se me fue el miedo, pero sí le tengo muy mucho respeto. Pero porque hay que laburar, hay que andar. Y si estás con miedo, no podés andar. Le tengo un respeto grandísimo al coronavirus”, contó recientemente Fabio La Mole Moli para introducir un relato sobre su nueva vida, lejos de los flashes del ring side o de la luz roja de la cámara de televisión.
“Antes de comenzar con el boxeo, la profesión mía era de albañil. Así que ahora estoy trabajando de vuelta en la construcción”, contó. “Pero es una cosa que siempre me gustó, me encantó, lo sé manejar. Y estoy de vuelta, laburando con mi hijo, mi familia, mi yerno. Tranquilo y feliz”, definió su momento. Lo está viviendo en su lugar natal: Villa del Rosario, ubicado en el centro de Córdoba y a pocos kilómetros de la capital provincial.
La Mole tiene 51 años y, además de haber sido campeón argentino y sudamericano de boxeo -en la categoría pesado-, su figura tomó mayor popularidad al ser primero participante y, después, ganador de la edición 2010 de Bailando por un sueño y también del Cantando 2012.
“De todas las cosas que hice, me quedo con el boxeo. Lo demás se dio, pero siempre quise ser boxeador y solo me faltó ser campeón mundial. Hice una muy buena diferencia económica pero la viví bien y la disfruté con mi familia. A mis cinco hijos les hice la casa completa, amueblada y todo. Tienen que laburar pero viven bien”, dijo en entrevista con FM República de Morteros.
En la misma conversación también hizo referencia a su paso por ShowMatch y la relación con Marcelo Tinelli: “Al principio no quería ir, pero al final terminé yendo y gané. Para mí, fue como un laburo más, como cualquier otro. Fue como trabajar en la construcción: yo sabía que tenía que bailar para cumplirle un sueño a un merendero de Bell Ville. Tratar con Tinelli fue como tratar con el patrón que tengo hoy día en la construcción. Soy como soy, hago lo que quiero, nadie me dijo lo que tenía que decir. Yo hacía y decía lo que pensaba en ese momento. Y gané el Bailando y el Cantando, nadie me compraba, yo hacía lo que sentía”, aseguró.
Recordó además su pelea más célebre: una derrota contra el ucraniano Wladimir Klitschko que lo obligó a prepararse duro aunque terminó besando la lona: “Cuando me fui para Alemania hubo una caravana de 50 cuadras. Cuando volví, estaba mi mujer sola, esperándome. Nunca en mi vida pensé en perder como perdí. Muchos dicen que yo me tiré, que fui para cobrar la bolsa... pero eso me entra por una oreja y me sale por la otra”, dijo.
En 2019, Moli fue denunciado por lesiones y amenazas por su expareja, Marta La Negra Galiano. El boxeador negó las acusaciones, pero fue imputado por lesiones leves calificadas reiteradas y amenazas reiteradas y se le colocó una tobillera electrónica para que no se acercara a Galiano. Sin hacer referencia directa a este hecho, La Mole dijo: “No me arrepiento de nada en la vida: no maté, no violé, no robé; la única cosa que me arrepiento es de no haberme hecho una mansión. Hoy ni en pedo hago una casa, plata que agarro me voy con mi hijo a las carreras de bici, no hago más una casa”, cerró.
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