Sigue la polémica por el sketch de José María Listorti con su mujer Mónica González. El tema, esta vez, llegó a la mesa de TV Nostra (América) y la discusión del caso derivó en un tenso cruce verbal entre Ángela Lerena y Diego Ramos, integrantes del panel.
“Es un debate que lo tenemos que hacer toda la sociedad. Porque si no le dejamos todo el laburo de concientización a las feministas nada más y está mal”, dijo el conductor Jorge Rial respecto a los estereotipos reforzados desde una óptica machista y opresora. “Y claro que está mal”, completó Lerena. Y dijo: “Esto influye en una sociedad en la que la mujer gana un 30% menos por el mismo trabajo, nos matan a una cada 26 horas, cuidamos a los hijos. Está este chiste: ‘Eh, la jabru, qué pesada la jabru’. Y bueno, un día uno ahorca a una, la tira en una bolsa -perdón, porque hay gente que está comiendo en casa-, pero esto pasa aunque no hablemos de esto. ¿Y creen que no tiene que ver esa idea de que la mujer es insoportable y que hay que sacársela de encima? A mí me parece que puede tener que ver”.
La periodista de deportes sin embargo, hizo una digresión: “¿Listorti tiene la culpa? No, pero si reflexionás, no le vendría mal”.
El comentario de Lerena disparó una pregunta de Ramos: “¿Y qué pasa cuando a mí me escriben muchas mujeres que me dicen: ‘Uy, si tuviera tu cuerpo el gordo que tengo en casa, ahora lo tengo que ir a ver, no le quedan los calzones como vos’?”. “¿Vos qué sentís cuando te dicen una cosa así?, le repreguntó Ángela. “¡Yo no siento nada, lo entiendo como que está haciendo un chiste!”, respondió Ramos. “Y bueno, entonces no hay problema. Yo te estoy explicando cuando a alguien le molesta. Si a vos te molestara...”, quiso cerrar Lerena. Pero a continuación, decidió hacer un mea culpa: “Yo un día te dije algo que te molestó. ¿Lo puedo decir?”.
“Varias cosas me dijiste”, le respondió Ramos, con ironía. Pero antes de ir a ese tema, le facturó: “Cuando te ponés en estos tonos; cuando decís: ‘Los invito a reflexionar y si no quieren, no reflexionen’, yo siento que te ponés en ‘maestra Siruela’. Perdón que te lo diga”. Lerena le devolvió: “Es lo que dije el otro día: las personas exageradas son las que transforman”.
“¿Cuál era el chiste que me hiciste y me molestó?”, quiso saber Diego. “Te dije: ‘¡Qué desperdicio!’. Fue en chiste y me dijiste: ‘No me gusta ese chiste’. Y tenías razón, Diego”, respondió Ángela. “Sí, pero no te hiciste cargo en ese momento”, la apuró Ramos. “Bueno, me hago cargo ahora, porque es un estereotipo. Y tenés razón”, dijo Lerena para acercar posiciones. “Fue el chiste clásico cuando un chico lindo es gay y le dicen: ‘Qué desperdicio’”, intervino Rial.
Para bajar la tensión, Ramos concedió: “Te dije que no me gusta el chiste, pero tampoco es que me ofendí tanto. Me parece perfecto que te hagas cargo, no nos vamos a pelear”. “Ahora me hago cargo porque tenés razón. Yo me quedé reflexionando, aprendí y tenés razón: no está bueno el estereotipo de que el gay es un desperdicio porque no me va a dar bola. No, el gay tiene todo el derecho de hacer lo que quiera. Yo aprendo, por eso digo: ¿cuál es el problema de pedirle a las personas machistas que aprendan un poco?”, insistió Ángela con su punto.
Ramos, en tanto, esbozó una posible explicación de por qué todavía causan gracia algunos chistes: “Me parece que en este caso puntual, son situaciones que pintan un humor, como Esperando la carroza, o el sainete argentino en el teatro. Lo que pinta es el trazo grueso, si está bien hecho. Claramente que lo que estamos viendo y lo que nos estamos riendo, está mal”, opinó.
“Me parece que también estamos siendo testigos de una construcción. No estamos viendo el edificio final. Esto se empezó a hacer hace cuatro o cinco años, como máximo....”, cerró Rial.
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