The Handmaid‘s tale es una de esas series que marcan una época. Las expresiones culturales, ya sean piezas de música, representaciones pictóricas, libros, películas o ficciones para televisión, distan mucho de ser productos atemporales. La realidad, el contexto histórico y los cambios en las sociedades tienen mucho que ver con lo que se consume a través de la cultura. Sería difícil imaginar una serie como Brigada A en la actualidad, o Muelle 56 por solo mencionar algunas ficciones que marcaron los años 80.
Justamente El cuento de la criada viene a parar la pelota y llevarnos de cabeza a la problemática del momento con respecto al lugar de las mujeres en el mundo patriarcal que aún habitamos. Ambientada en un escenario distópico la serie, basada en la novela de Margaret Atwood relata la vida de las mujeres luego de que una baja en la tasa de fertilidad (generada entre otras causas por la contaminación ambiental) provoca la peor de las decisiones por parte de un grupo de fanáticos. Son estos, hombres en su mayoría, que crean un “nuevo mundo”(Gilead) con reglas nefastas que incluyen privación de la libertad, violaciones, ahorcamientos en lugares públicos, religiosidad mal entendida. Una dictadura totalitaria dirigida por hombres blancos fuera de sus cabales en la que nadie puede opinar salvo algunos privilegiados.
Ver esta ficción genera agobio, angustia, desazón, porque contemplamos cómo las mujeres son tratadas como una basura. Así literal. El género femenino está solo para satisfacer a los hombres para luego ser descartadas. Con un sistema de castas, que funciona bajo extremos organismos de control, este mundo se mueve aislado del resto del universo, que aún no cayó en las garras de estos delirantes.
Desde el estreno de esta serie hemos leído infinidad de análisis que vinculaban al gobierno de Donald Trump y a sus seguidores con varios aspectos de lo que sucedía en esta producción, que podremos ver en Paramount+ a partir del 2 de mayo, cuando estrene su cuarta temporada. La pregunta que queda en el aire es : ¿Estamos muy lejos de que surja un sistema de estas características?.
The Handmaid’s tale toma como punto central la vida de June (Elizabeth Moss) una mujer casada y con una hija a quien le arrebataron todo, hasta su dignidad, cuando quedó en manos de los maniáticos que manejan esta nueva nación. Otro de los personajes centrales de esta historia es el Comandante Fred Waterford, interpretado por el actor británico Joseph Fiennes.
En una charla con Teleshow Joseph Fiennes habló acerca de lo difícil que fue construir su personaje y analizó la fragilidad de nuestras democracias que pueden provocar que aparezcan personas como el que representa en esta serie.
—¿En qué cosas te cambió esta serie como actor y como persona?
—En principio creo que el libro, escrito hace varios años por Margaret Atwood, me atrapó muchísimo. Luego con la serie, la respuesta de los fans y sus reacciones me terminaron de impactar muchísimo, especialmente en términos de los derechos de las mujeres y la represión de la psiquis femenina. Tengo una esposa maravillosa y dos hijas, o sea estoy rodeado de mujeres increíbles y quiero hacer también un mundo increíble para ellas. Tanto en mi vida personal como en lo actoral, me cambió la vida, como si me hubiera despertado o despabilado y espero que esta serie haya hecho lo mismo con el resto de la gente. Y sí, es una serie política, que refleja una cierta ideología política de Norteamérica, porque de alguna manera lo que refleja el libro pasa en nuestras vidas. Últimamente es un tema recurrente cuán frágiles son nuestras democracias y la libertad de expresarse. Y no debemos dormirnos antes estas cosas, por eso esta serie me hizo poner la atención sobre qué frágiles las cosas son y no asumir las cosas como están dadas.
—¿Cuál fue la escena más difícil o dura que tuviste que filmar en The Handmaid ‘s Tale?
—Todas las escenas son complejas. En esta temporada tengo una escena con June (Elisabeth Moss) en uno de los últimos episodios que fue hermosa, pero compleja. Es un momento en el que Fred realmente confiesa su verdad. Fred es siempre un personaje que es consciente del daño que causa, y continúa haciéndolo. Como un depredador, racionaliza la verdad y culpa a la víctima. Por esa razón es malvado pero también es humano. Y me gusta la idea de tratar de entender cómo se corrompió alguien como Fred. El está corrompido, es un depredador, es un violador, un asesino, pero cómo sigue cumpliendo esa función, logra salirse siempre con la suya. En la sociedad vemos gente que parece ser intocable, en la milicia, en la política, en cualquier industria. Entonces yo los siento atemorizantes pero también representan un desafío. ¿Cómo dejarlos que se salgan con la suya y sean intocables? Fred pertenece a ese grupo.
—¿Tuviste alguna mala experiencia en la calle con el público a raíz de Fred?
—Ocasionalmente cuando estoy con la barba y vestido de negro, siento largas y duras miradas complejas. Creo que la gente sabe que no soy bueno, sienten que me conocen y sienten que los incomodo y me miran bastante mal (Risas). Aunque crean que no los miro, ¡sí lo hago! Y luego están los que me dicen “Blessed by the day” , “Under his eye” (frases que se repiten mucho en la serie)
—¿Es este el personaje más difícil que te tocó interpretar?
—Creo que sí. Él es una persona que leo y encuentro en las noticias muy a menudo, lamentablemente. Y me resulta muy difícil. Generalmente los actores amamos interpretar a malos, pero este es un malo que no disfruto interpretar. Porque es complejo y lo peor de todo, muy real, aún estando en un mundo distópico, siento que sus acciones depredadoras están rodeadas por muchos elementos dentro de nuestra sociedad. Es un personaje muy complejo que cambia la realidad y los hechos verdaderos. Es una serpiente desagradable.
—¿Qué legado te gustaría que quedara en la sociedad cuando termine esta serie?
—Espero seguir en contacto con mis compañeros. Detrás de escena nos divertimos más que nada porque sabemos que la serie es muy dura. Entonces todos hacemos un esfuerzo por ser maravillosos y amorosos entre nosotros, y nos reímos mucho. Pero no sé si quiero dejar un legado, solo anhelo que los fans estén felices. En esta temporada podremos ver a June luchando, aunque está mental físicamente lastimada.
—¿Crees que la industria del cine cambiará definitivamente luego de los reclamos de las mujeres y el movimiento #MeToo?
—Creo que sí, aunque estamos en el inicio del cambio tenemos que seguir adelante. En esta temporada Lizzy (Elizabeth) Moss dirigió tres episodios, los produjo y los actuó y creo que esto es un maravilloso reflejo del trabajo poderoso de las mujeres en la industria. Y creo que es un éxito y permite inspirar a mujeres y a hombres. Y aunque todavía no resulta tan habitual verlo, espero verlo en otras producciones. Creo que es el principio y al menos con The handmaid’s Tale ya está sucediendo. Tenemos que hacer un gran esfuerzo para que siga creciendo.
—¿Cómo definirías en unas pocas palabras a tus compañeras de elenco Elizabeth Moss y a Yvonne Strahovski?
—Fenomenales, fantásticas. Ellas permiten que yo sea un mejor actor cada día y le estoy agradecido por eso. Son super divertidas, increíblemente talentosas y Lizzy dirigiendo es increíble. De hecho, uno de los mejores episodios para mí, es el que ella dirige. Tuve mucha suerte de estar rodeado de estas increíbles y talentosas mujeres.
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