Darío Barassi es uno de los conductores más queridos de la televisión y, si bien disfruta de su costado laboral al frente de 100 argentinos dicen, también está transitando un gran presente personal junto a su mujer Lucía Gómez Centurión y su pequeña hija Emilia. Junto a ellas es que vive desde finales de 2020 en una impactante casa en Nordelta, a la que se mudó para estar más cómodo, luego de pasar la cuarentena estricta del año pasado en un departamento de Belgrano.
Así lo muestra diariamente en su Instagram, donde lo siguen más de dos millones y medio de personas. En su nuevo hogar, el también actor tiene un amplio espacio verde con una pileta que cuenta con una cerca de protección. Además, en el interior de su propiedad cuenta con un inmenso living decorado con muebles de madera clara estilo campo, sillón blanco y paredes también en tonos claros. Por otra parte, tiene un amplio vestidor y un cómodo baño.
“Gordo bomba disfrutando de su casa”, fue el texto que eligió para acompañar una foto suya sentado en su inmenso sillón. En la misma publicación, agregó un video en el que se veía el edificio en el que alquiló por primera vez. “Viaje al pasado”, agregó. Por otra parte, este lunes compartió imágenes en las que se ve una increíble laguna artificial, que es del country en el que vive. “Mi universo. Mis mujeres. Buena semana”, escribió junto a otro video.
El pasado 13 de abril, el actor contó que su mamá finalmente recibió la tan ansiada primera dosis de la vacuna contra el coronavirus. Con mucha alegría y emoción, el conductor compartió un video que muestra el momento en el que su pequeña hija Emilia va a recibir a su abuela luego de este acontecimiento.
“La vi muy poco hoy a la Pipi. Hoy vacunaron a mi vieja… Y yo pienso en este abrazo. Te amo, enana. Te quiero, viejita”, escribió junto a las imágenes en las que se la ve a la nena yendo a abrazar a la madre del actor. En una story anterior, también había publicado el certificado de vacunación de su madre, donde expresó: “¡Qué alivio, vieja querida!”.
En una entrevista que el actor brindó a Teleshow en septiembre, se había referido a su rol como papá. “Me descubro: soy muy buen padre. ¡No sé qué me pasa! Pensé que iba a ser infumable, pero mi fuerte es lo lúdico. Y ella se prende en todas. Con una sábana y una tela, yo ya soy una princesa de Disney; con un almohadón ella está en su castillo, me convierto en caballo, después somos auto, aviones. Soy así desde que nació y el pediatra en un momento me dijo: “Che, está muy sobreestimulada, está muy pasada. Alguno de los dos está un poquito pasado”. Me hice el boludo, pero claramente era yo. Cuando estaba solo con mi hija, desde que tiene un mes la pendeja, le hacía shows, le cantaba. Entonces, aprendí a dosificarlo, pero puedo estar horas jugando. Insoportable, pero en eso soy bueno”, señaló.
Y explicó que, de alguna manera, agradece el tiempo que le dio el aislamiento para disfrutarla. Además, contó una divertida anécdota: “Tengo un video espectacular. Como no la expongo en redes no lo puedo compartir, pero se lo mandé hasta a un primo segundo que vive en Villa María para que la vea. Estábamos viendo juntos el primer programa y la tenía a la gorda tirada encima mío con el pañal, comiéndose una banana, y de repente me ve aparecer, se endereza y dice: “Papá...”, con una cara de duda. No entendía nada de nada. Me tiene loco mi hija. Loco, loco, loco”.
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