Los últimos meses fueron difíciles para Diego Pérez, quien en medio de la pandemia tuvo que enfrentarse con algunos problemas en la salud de sus padres, los cuales lo llevaron a tomar una decisión que nunca hubiera querido. “Tengo 57 años y siempre agradezco tener a mis viejos, porque a esta edad no es fácil tener a los dos. Mis viejos llevan 59 años de casados, y hace 60 que están juntos”, sostuvo en su visita a PH, Podemos Hablar (Telefe). “Tanto a mí como a mi hermana Silvina nos tocó vivir un año muy duro, hoy estamos viviendo un momento muy difícil”, señaló.
Según el emotivo relató del humorista, sus padres eran dos personas muy activas a las cuales la cuarentena los afectó mucho, debido a la información que fueron consumiendo sobre lo peligroso que era el COVID-19 en personas mayores, que les generó miedo y mucha susceptibilidad para salir. “Mis viejos son dos seres amor, de tanta honestidad y ternura... Ellos salían todos los días a tomar su café con leche, a caminar, al cine una vez por semana, al teatro... a vivir”, recordó el actor al borde del llanto que minutos después no pudo contener.
“Primero se cayó mi papá y se golpeó mucho la cabeza, después mi mamá que se cayeron dos veces cada uno. Ella se rompió el fémur y estuvo internada hasta hace dos semanas con él en la habitación de al lado. Papá con demencia senil y mamá con el fémur quebrado”, reveló Pérez sobre los hechos ocurridos con sus padres en medio del encierro y destacó la labor de los profesionales del Sanatorio Güemes, lugar donde ambos estuvieron internados.
“Con mi hermana nos pusimos a buscar un lugar para que vivan, porque tenían una persona que los cuidaba muy bien, pero ya no iba a poder. Tuvimos que tomar la decisión de llevarlos a un lugar al que nunca creíamos que íbamos a ir porque siempre pensamos que ellos iban a poder, y no pueden”, expresó. Después de la búsqueda, finalmente encontraron un espacio en Villa Ballester.
“Encontramos un lugar en el que ellos sienten que están en su hogar. Les llevamos sus platos, tienen una mesa con su mantel, su ropita, la foto de los nietos. Y no es fácil porque cuando entrás a un mundo que no es el tuyo te encontrás con cosas, como por ejemplo, que en los hogares las señoras están de un lado y los señores del otro, y nosotros queríamos que ellos estén juntos porque se extrañaban. Estuvieron un mes internados y con mi hermana íbamos de una habitación a la otra, les mandábamos videos de mi papá a mi mamá y viceversa”, explicó. “Ahora están juntos los dos, desde hace una semana”, agregó.
Para finalizar el relato, el comediante contó un dulce gesto que tiene día tras día su mamá para con su papá. “Mi viejo pregunta por qué están ahí y no van a su casa, y mi vieja me hace acordar al personaje de Roberto Benigni en La vida es bella, porque comiéndose el dolor de no estar en su hogar le dice: ‘mirá, los chicos nos compraron esta casa en donde nos atiende gente que sabe y nos puede contener y nos hacen hacer ejercicios’”, concluyó el actor sobre el gran gesto de amor que tiene su madre por estos días.
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