Harán una película sobre la vida de Alberto Olmedo

La biopic llega de la mano de uno de sus hijos. El humorista rosarino alcanzó su máximo esplendor popular en los años 80. Su tempranera muerte sumergió en un hondo pesar a todo un país

Alberto Olmedo

Luego de reparar en Sandro -con una serie muy lograda-, también en Gilda -la película que fue el gran sueño de Natalia Oreiro- y hasta en Carlos Tévez -una de las más célebres-, pasando por el inconmensurable Diego Armando Maradona -y un Sueño Bendito sin fecha de estreno aún, pero de la que ya trascendieron imágenes y polémicas-, la vida de otro de los grandes ídolos populares argentinos se verá reflejada en la pantalla.

Alberto Olmedo, el recordado Negro, tendrá su propio filme. Se trata de una biografía autorizada por su cuarto hijo, Javier Olmedo, fruto del segundo matrimonio del cómico, con Tita Russ. Será realizada en conjunto por Anima Films, productora ganadora del International Emmy Awards 2016 por la miniserie Francisco, El Jesuita, y MarVista Entertainment, un estudio independiente de alcance global que tiene su base en Los Ángeles.

El proyecto transita sus etapas iniciales, encontrándose en plena instancia de preproducción. Y con una de las misiones más importantes: encontrar el actor que interprete al creador de No Toca Botón. El rodaje comenzaría antes de fin de año, en caso de que la pandemia lo permita, claro. El arribo a las salas todavía no está proyectado.

Alberto Olmedo con uno de sus grandes socios artísticos: Javier Portales (Foto: NA)

“Si alguien merece una biopic es Olmedo, no solo por su destacada labor en televisión, cine y teatro sino también por haberse ganado el corazón de todos los argentinos”, consideró Julián Russo, presidente de Anima. “Olmedo representa imágenes vividas de mi infancia en Argentina -sostuvo Fernando Szew, CEO de MarVista-. Fue un inquebrantable del espectáculo y marcó una época importante en el país. Vamos a contar la magia de este personaje que formó parte de nuestras vidas”.

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Ocho años atrás quedó cancelado por falta de presupuesto un intento previo para llevar al cine la vida del Negro Olmedo. Martín Bossi iba a ser el artista encargado de interpretarlo: alcanzó a completar la mitad del rodaje. “Es una película enorme, muy costosa”, dijo por entonces el imitador, quien tiempo después lograría su cometido, pero en el teatro. Secundado por Carna Crivelli -haciendo de Javier Portales y también de Jorge Porcel-, Bossi lograría una notable labor en la piel del cómico.

Nancy Herrera y Alberto Olmedo

Alberto Orlando Olmedo -para todos, el Negro- nació el 24 de agosto de 1933 en Rosario. Luego de distintas experiencias en el medio, en 1960 realiza su primer éxito con El Capitán Piluso, orientado al público infantil. Luego vendrían Rucucu y el Yeneral González, en el ciclo Operación Ja-Já, producido por los hermanos Hugo y Gerardo Sofovich. En los 70 comenzarían las películas y las obras de teatro con Susana Giménez, Jorge Porcel, Moria Casán. También Tato Bores y Graciela Alfano. Y los sketches televisivos. Hasta que en la década del 80 se daría el gran estallido popular de la mano del ciclo No Toca Botón.

El 5 de marzo de 1988, en pleno éxito teatral con la obra Éramos tan pobres y tres días después del estreno de la que sería su última película, Atracción peculiar, se reencontró con Nancy Herrera -quien había sido su esposa hasta la aparición de Cacho Fontana- en un departamento ubicado en la costanera de Mar del Plata.

Lo que sucedió en esa noche de reconciliación conmocionaría a toda la Argentina: Olmedo moriría al caer al vacío desde el balcón de piso 11. Un rato antes, Herrera le había contado que esperaba un hijo suyo. En todo este tiempo surgieron distintas teorías sobre el accidente de actor, con explicaciones difusas y no exentas de mitos.

El edificio Maral 33: desde el balcón del piso 11 Olmedo se precipitó al vacío, perdiendo la vida (Foto: Christian Heit)

“Él no le tenía miedo a la altura, eso es mentira. Estaba eufórico esa noche, feliz. Como esas personas que toman dos copas de más, ¿entendés? Pero no sé por qué fue hasta la baranda -relataría Nancy Herrera poco después, al romper el silencio en una entrevista con la revista Gente-. Yo traté de salvarlo. Hice lo que pude. Pero en un momento él soltó las manos y me miró fijo. Cayó con los brazos abiertos. En cruz, mirándome. Como diciéndome: ‘Negra, no llores, ya no hay nada que hacer’. No gritó. Nada”.

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