Pachu Peña, Claudio Rico y Roberto Peña: los artífices del humor en Polémica en el bar

En un momento sin programas cómicos en televisión y con la industria teatral en jaque, llevan cada noche la bandera de la risa. Cómo hacer reír en medio de una pandemia y el fenómeno del humor vía streaming

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Masterchef Celebrity, el gran éxito de 2020, en la versión de Polémica en el bar (Video: América)

En su mesa milagrosa de billar y reunión modelo 2021, Polémica en el bar continúa con éxito la fórmula creada por Gerardo Sofovich en 1963. Siempre filosofando a partir de la actualidad, adaptándose a los tiempos que corren, el programa fue bastión del humor televisivo en un año pandémico que vio restringida la actividad casi a su mínima expresión.

En ese contexto, la producción del programa encabezada por Gustavo Sofovich decidió apostar al humor convencional, que se volvió un eje fundamental del ciclo conducido por Mariano Iúdica y que en enero tuvo al frente de la mesa a Horacio Cabak. Cambiaron algunas cosas: los protocolos sanitarios acordes a los tiempos del coronavirus, la adaptación a nuevos códigos para hacer reír. Lo que se mantiene es la imbatible forma de la sátira cotidiana que lleva más de medio siglo en el aire.

En esta apuesta al formato clásico de guiones, sketches, parodias e imitaciones, se lucen tres humoristas de probada trayectoria. Pachu Peña, Claudio Rico y Roberto Peña inteeractúan con conductores y panelistas con naturalidad, entran y salen del bar con los pasos de comedia propios del género, y montan cuadros y escenografías en la medida en que los tiempos y protocolos lo permiten. En diálogo con Teleshow, los tres analizan el fenómeno del programa, evalúan la crisis del sector y cuentan sus experiencias con el streaming.

El humor y la pandemia

Los Peña en el aire: Roberto y Pachu como "Los pilotos del avión" en Polémica en el bar (Video: América)

Desde el vamos, los tres se sienten privilegiados por poder conservar el trabajo en un contexto imposible para el rubro. Y en ese panorama de sensibilidad extrema, surgen los agradecimientos en masa. “Fue un año difícil difícil para todos, triste, pero igual la gente necesita distraerse y el humor siempre es bienvenido”, arranca Pachu, que agradece a Sofovich, a Iúdica y a la gente del canal “por dejarme hacer lo que me gusta”.

“Gustavo y Mariano apostaron al humor, y eso hay que agradecerlo -destaca Rico-. Tuvimos que hacer humor entre protocolos, con distanciamiento social, a veces en modo remoto y procurando no tener contacto físico, aunque a veces el humor requiere de eso. Tratamos de evitarlo, pero gracias a Dios tuve la fortuna de conservar el trabajo”.

“Estoy muy agradecido por la recepción de todo el equipo, desde Gustavo y Mariano para abajo, me sentí como en casa”, dice Roberto Peña, el último en sumarse al grupo. Hasta mediados de diciembre también formó parte del elenco humorístico Álvaro Navia. El uruguayo se instaló con su esposa, Vanina Escudero, y sus hijos en su país natal, donde participa de la versión local del envío de Sofovich.

¿Cuáles son los límites del humor? La pregunta sobrevuela cualquier trabajo humorístico y la respuesta es tan personal como quien la enarbola. ¿Se puede hacer humor con un tema tan delicado como la pandemia? Los tres comediantes coinciden en que es un tema inevitable, que da letra permanentemente pero que hay que tratar con cuidado. Polémica es un programa que trabaja con la actualidad y la pandemia es actualidad”, sostiene Rico.

Claudio Rico personificado como Sergio Berni junto a... Sergio Berni

Pachu coincide en este aspecto: “Soy de la idea de que humor se puede hacer con todo, depende también de cómo lo interpreta el que recibe. Es un tema bravo, pero si lo sabes llevar es bienvenido”, dice el rosarino. “Hay que andar con cuidado, porque podés llegar a herir a alguien. No vamos a jugar con muertes, pero son temas de actualidad”. De todos modos, alerta: “No hay que caer solo en el humor pandémico”.

“Lo hablamos seguido con los chicos”, apunta Roberto. “El humor tiene esa posibilidad de tomar algo que puede ser trágico y tratar de sacarle algo positivo. Por supuesto que tenés que tener cuidado, pero llevamos muchos años en esto, haciendo reír de una forma, respetando lo que hay que respetar y entendiendo que el público es una gran familia”. En este año, surgieron caracterizaciones como las del ministro de Salud, Ginés González García, la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti o los pilotos del avión de Aerolíneas Argentinas que viajan a Rusia a buscar vacunas.

En un chat de Whatsapp pasan revista de los temas del día e intercambian ideas sobre cómo actuar. Los libros son autoría de Sergio Marcos y Miguel Gruskoin, aunque cada actor tiene la libertad para improvisar sobre su personaje. Ese juego entre lo guionado y lo improvisado es otra de las marcas de fábrica y uno de los atractivos del ciclo. “Te exige estar todo el tiempo informado para hacer humor desde la noticia”, cuenta Claudio, que a partir de este lunes se sumará al equipo de Paulo Vilouta en la primera mañana de Radio La Red.

La dinámica del bar

Pachu Peña como Tomás al Dente en Polémica en el bar

Entre los personajes que más pegaron en el año, Rico personificó al jurado de Masterchef Celebrity Germán Martitegui, al ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, y al economista liberal Javier Milei. Sin embargo, hay uno especial: el periodista Chiche Gelblung, con el que comparte mesa a diario: “Muchos hablan del mal carácter de Chiche, pero a mí me adora”, dice Rico y de repente el que habla del otro lado de la línea parece ser el periodista. “Me dice: ‘Hijueputa, me sacaste igual, no solo sacaste la voz sino que sacaste cómo pienso”, dice Claudio con la voz de Chiche.

“Es un personaje divino para hacer, sus teorías de Chiche, cómo tira polémicas”, elogia Rico y advierte algunos de sus tips de trabajo: “Me compré un libro para saber qué piensa, dónde laburó, miro videos, y eso trato de hacerlo con la mayoría de los personajes: ir más allá de lo gestual y la voz”.

La pregunta se cae de maduro: ¿por qué no hay programas de humor en la televisión abierta? Rico corrige de inmediato: “Polémica es un programa de humor, no está basado en sketches sino que trata la actualidad. Por momentos se puede tocar un tema serio, pero siempre el remate es con humor”. Y entonces, analiza el panorama: “No hay programas de sketches, calculo que por un tema de costos: necesitás guionistas, actores, escenografías, vestuario y eso es muy costoso y algunos prefieren poner una lata. Por eso es muy valorable el esfuerzo de Gustavo y la producción de apostar al humor, dándole un lugar e invirtiendo en maquillajes, pelucas, caracterizaciones”.

Las elecciones de Estados Unidos también fueron tema de Polémica: Roberto Peña como Joe Biden

Roberto coincide con su colega en el tema de los costos y aporta la variable de los riesgos: “Las ideas necesitan un tiempo de maduración y hoy la tele eso no te lo da. Ya no está ese semestre a ver si la cosa funciona, y tenemos que volver a ganarlo”, asegura. Por su parte Pachu considera que “es una pregunta para la gente de programación de los canales. Marcelo (Tinelli) tenía ganas de apostar por el humor pero no se pudo, hubo contagios en la productora... Fue un año muy difícil”, señala el ex VideoMatch, que al igual que sus viejos compinches José María Listorti y Freddy Villarreal contrajo el virus y debió ser internado.

La vigencia de un clásico

“La vigencia de Polémica... es la vigencia de la actualidad, y hay temas que no cambian nunca”, sentencia Pachu, y aporta un ejemplo: “El otro día veía un programa del setenta y pico, estaban Javier Portales y Fidel Pintos, y hablaban de por qué subía el dolar. Eso es lo que la gente se sigue preguntando hoy”. Polémica... tiene esa cosa popular, que está en la calle, en la charla de café. Es maravilloso pensar la cantidad de maestros, en la historia que tiene el programa, y en la nueva apuesta por llevarlo a otro nivel”, agrega Roberto.

Dentro de esa vigencia, hay un cambio de escenario en el que ya algunas cosas no causan tanta gracia. “Me siento parte de un humor que ha ido mutando, que hoy encuentra otra forma y yo estoy de acuerdo con el lugar a donde va”, interviene Roberto, y se explaya: “Eso no quiere decir que ya no se puede hacer humor, quiere decir que hay cosas de las que la gente ya no se ríe mas, que es diferente”.

Siempre, aquí, allá y en todas partes, el termómetro es la calle, y en esa cruza de observación e interacción, en ese sensor siempre alerta están los códigos de los que se alimenta un buen humorista: en estar atento a los temas de actualidad, claro, pero también alerta a lo que escucha en la carnicería o le comentan los vecinos.

Pachu Peña junto a Álvaro Navia como Camporín y Gorilón, los payasos que cierran la grieta

El humor en tiempos de streaming

De alguna manera u otra, los tres actores pasaron por la experiencia del streaming. Al principio de la cuarentena, fue una experiencia más informal y a través de plataformas caseras, ya sea para cumplir compromisos pautados o mantener aceitada la máquina. Con el tiempo, se probaron en la experiencia del teatro remoto. Los tres, coinciden en que fue una salida necesaria, en una época en la que bajó drásticamente la posibilidad de hacer humor presencial, tanto en salas como en shows privados. También, que no hay nada como el teatro en vivo.

“El streaming fue una herramienta muy necesaria para volver a mostrarse. Primero, para hacer algo durante el verdadero encierro y después, para salir a actuar”, analiza Pachu. “Mi sensación fue rara, como actuar en un teatro pero como si estuviera en televisión porque le hablaba a una cámara... pero la gente pagaba, algo que en la tele no ocurre. Es extraño”, analiza el ex ShowMatch, y asegura que extraña el calor del público: “Ojalá podamos volver cuanto antes. Mientras tanto, hay que seguir cuidándose, higienizarse bien y esperar que nos toque la vacuna”.

“Es muy difícil, al principio lo padecí”, reconoce Rico y cita un ejemplo de su formación con Gerardo Sofovich: “Le tiraba un chiste atrás del otro, y él me pedía que hiciera silencio, para escuchar primero la risa y después el aplauso del público. ‘Si tirás uno atrás de otro, van a dejar de reírse y aplaudir para escuchar’, me decía. Y en el streaming, al no tener a nadie enfrente que te devuelva esa pared, es difícil”, cuenta el actor, que encontró una solución: “Para el segundo, pedí retorno en el piso con risas y aplausos, como si fuera el teatro”. Antes y después del streaming, su cuenta de Instagram (@ricoclaudio) funcionó como aliada de fierro para difundir su trabajo y compartir experiencias con sus seguidores.

Durante su visita a Polémica, Mora Godoy bailó un tango con protocolos con el Ginés de Claudio Rico

Roberto hizo tres experiencias con el streaming y el resultado lo evalúa como satisfactorio. Sin embargo, nada hay como el teatro cara a cara, que extraña tanto que se emociona de solo nombrarlo. “No me toquen al teatro, por favor”, advierte. Mientras tanto, disfruta lo que permiten los protocolos actuales: actuó con Larry de Clay y el mago Gustavo Raley y llevó adelante De Peña con humor, un espectáculo en el que improvisó un programa de televisión. “Estuvo bueno, es otra cosa: no viene a suplantar al teatro, pero permite montar un producto independiente, algo que no te da la televisión”.

Agradecidos, privilegiados, sensibles. Pachu Peña, Claudio Rico y Roberto Peña noche a noche aportan una mueca en la mesa de los argentinos. Mientras ruegan que la situación mejore, y que todos los colegas puedan retomar sus trabajos, continúan con su noble tarea de hacer reír. Un oficio cada vez más vigente y necesario.

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