El 2020 no fue un año más para Marcela Tinayre. A la angustia por la pandemia se le sumaron varias pérdidas importantes: su amiga Sofia Neiman en el verano, su tía Goldie el primero de mayo, su amigo Juan y su marido Marcos Gastaldi el 19 de julio. En medio del dolor, la hija de Mirtha Legrand intenta apoyarse en sus hijos y amistades.
“Fue una sucesión de golpes, el tiempo no hace que olvides pero vas deseando verte mejor vos como persona, sentirte mejor, tenés gente que te quiere”, dijo en Los ángeles de la mañana e intentó ver una parte buena en medio de todo: “Es triste pero alegre, cuando uno vive circunstancias tan intensas, ves la gente que te escribe, y me di cuenta que soy ser querido y es ida y vuelta porque quiero a mis amigos”.
Decida a salir adelante, contó que sus amigos la apodaron “la gerente” y explicó: “Yo gerenteo a la familia, a los nietos, a los amigos y es verdad y eso me sostiene”. Pero también admitió que busca momentos para conectarse con ella y “llorar mucho”: “Salgo a andar en bicicleta y ahí no saben lo que lloro. Nadie me ve por suerte, pero descargo”.
Otra cosa que le hace muy bien para salir adelante es hablar con su gente e hizo especiales menciones a su hija Juana, a su nieta mayor, Ambar, y a Valeria, una de las hijas de Marcos Gastaldi: “Con los hijos de él estamos muy conectados, no me siento sola”.
Ángel de Brito le preguntó particularmente por el Día de la Madre: “Me dijiste que seria duro, que Marcos te mandaba flores, extrañarás esos detalles”. De inmediato la conductora mostró un florero con jazmines que tenía en su escritorio: “Me los trae Roco los lunes. Son mis preferidos. Yo le digo a todos que una frase tonta o algo que te emociona a los hijos les queda... y él me los trae. Marcos lo hacia siempre”.
Marcela le envió un mensaje a aquellas personas que están pasando por una situación similar: “A quienes perdieron un ser querido, toda la etapa oscura y la primera vez de cada cosa es tremenda, no sé de donde saco fuerza. Para mi cumpleaños vinieron los hijos de Marcos, los míos y me llenaron de amor”.
Recorriendo el supermercado, empezó a ver que ya estaban en venta los objetos de decoración navideños e inevitablemente se angustió: “Me di cuenta de que hay que comprar regalos, armar el árbol”.
Sin embargo, prefirió cerrar con “un mensaje bueno” como ella misma lo definió: “Tuve muchas pérdidas, pero tengo amigos y seres queridos que han integrado un círculo nuevo, por ellos, por Rocco, por los hijos de Marcos tengo que estar bien y a los que están solos, busque a alguien porque ustedes se quedaron en la Tierra y hay que salir adelante, por algo nos quedamos”.
Por último contó que desde hace un tiempo a pesar de la pandemia Mirtha está comenzando a salir: “Yo la obligo, porque le digo que hay vida y que hace bien, cada tanto viene a tomar el té a casa, voy yo, ya cambió esa etapa. Esto (coronavirus) y la comunicación a la gente grande la ha llenado de miedos, hay que cuidarse, pero con barbijo, alcohol, y distancia podemos convivir con el virus, que es lo que vamos a tener que hacer hasta que esté la vacuna”.
SEGUÍ LEYENDO