Pablo Echarri y la versión de que se habría separado de Natalia Oreiro por cinco mil dólares tirados a la basura

El actor reconoció el hecho, aunque con sensibles diferencias. Además habló de su pelea en Twitter con El Dipy y del duro presente de los actores

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Natalia Oreiro y Pablo Echarri, cuando eran pareja
Natalia Oreiro y Pablo Echarri, cuando eran pareja

Fueron cinco años de relación, entre 1993 y 1998. Pablo Echarri era uno de los actores jóvenes que más prometían, y Natalia Oreiro acababa de desembarcar en Buenos Aires desde su Montevideo natal, buscando su lugar en el espectáculo. Se amaron mucho. Hacia afuera, conformaron una de las parejas más requeridas del momento por los periodistas y el público. Puertas adentro, los padres de Pablo le brindaron a Natalia la contención que necesitaba al llegar a un país nuevo. El resto es conocido. Se separaron; Echarri armó una familia con Nancy Dupláa, Oreiro hizo lo mismo con Ricardo Mollo. Él se consolidó en la televisión, con grandes éxitos, y ella terminó siendo una estrella absoluta, primero con sus novelas, luego con sus canciones. Pero nunca más trabajaron juntos.

22 años después aún quedan dudas sobre el final de la relación. ¿Por qué se terminó? El periodista Augusto Tartúfoli aportó su propia versión, días atrás: él se habría enojado porque ella, en un descuido, arrojó a la basura una importante suma de dólares. “Ese fue un hecho real, eso sucedió -admitió el actor-, pero no fue ella quien los tiro...”

Pablo Echarri y los cinco mil dólares perdidos cuando salía con Natalia Oreiro (Audio: "Agarrate Catalina", La Once Diez)

Y en diálogo con Catalina Dlugi para el ciclo Agarrate Catalina, en La Once Diez, se explayó: “Había cinco mil dólares adentro de una caja de patitas (de pollo) -recordó Echarri-. Había una señora que limpiaba en casa, Eva. Un día tenía necesidad de utilizar ese dinero, y voy a revisar y esa caja de patitas no estaba. Le pregunto y me dice que las había tirado a la basura. Pero tuve muchísima buena suerte: fui al hueco al lado de la escalera, metí la cabeza adentro de la bolsa de basura y las patitas estaban ahí. Las patitas no importaban: lo importante eran los cinco mil dólares, que estaban ahí adentro. Recuperé la plata”.

Sin embargo, aún en caso de que no lo hubiera hecho, por entonces el noviazgo no corrió peligro por “ese hecho concreto y fortuito”, a propósito del cual a Natalia “la culparon de algo en lo que no tuvo que ver”. ¿Cuál fue la razón de la ruptura? “Cosas tal vez más profundas...”, deslizó Echarri, evitando ahondar en detalles. “A veces es importante colorear las anécdotas e inflarlas un poquito para que tengan sentido”, reflexionó, restándole importancia a la versión.

En 2018 Natalia Oreiro y Pablo Echarri coincidieron en los premios Platino, pero no se saludaron (Foto: Verónica Guerman / Teleshow)
En 2018 Natalia Oreiro y Pablo Echarri coincidieron en los premios Platino, pero no se saludaron (Foto: Verónica Guerman / Teleshow)

El ex Resistiré también se refirió a su inesperado y contundente cruce en las redes sociales con El Dipy, motivado en dos posturas antagónicas sobre la política. Luego de diferenciar “la realidad de Twitter con la de Instagram, con tonos e intensidades diferentes”, y destacando que en una discusión de ese tipo “el aluvión es enorme”, explicó que valora su intercambio con el cantante de cumbia porque le permitió “exponer la idea que quería exponer”. “De todas formas, no es algo que me preocupe mucho”, aclaró, sobre la gran repercusión que obtuvo el debate virtual.

En tren de aclaraciones, también habló de sus dichos sobre la posibilidad de colocarse un chip sexual. “Estoy buscando que se ocupen un poco de mí. Es una joda -bromeó-. Me lo encontré al Goyco (Sergio Goycochea) en el casamiento de Dalma (Maradona), y me comentó que estaba incursionando en eso. (Lo dije) a modo un poco de chiste, y no tanto, porque tengo 50... No sé si me lo voy a poner ahora, pero pronto me verán con un chip abajo de mi pie”.

Más serio, Pablo Echarri habló sobre el difícil presente y el futuro incierto de la industria del espectáculo en general, y de los actores en particular. Aseguró que el teatro enfrenta la realidad más complicada, de caras a la temporada de verano. Ocurre que como las obras, debido a las restricciones sanitarias, “no podrán pretender una sala llena, en el mejor de los casos la mitad de la sala”, los empresarios no invertirían ante “la imposibilidad de ganar lo que proyectan ganar, de acuerdo a la inversión que hacen”.

También resaltó la necesidad de “leyes de fomento a la industria audiovisual”. “Rosqueamos las 24 horas...”, graficó, sobre la insistencia a los legisladores, para que avancen en este sentido. Y además, indicó que desde SADAIC avanzan en distintas iniciativas, como la distribución de bolsones de comidas y medicamentos para los artistas que los necesitan, así como la comunicación y la atención constante a quienes pertenecen a la tercera edad. Porque como bien dice Echarri, más allá de la crisis económica y laboral, “el problema más grande tiene que ver con la soledad”.

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