Rubén Mühlberger estuvo sentado frente a la fiscal Valeria Massaglia en sede judicial durante cinco horas. Allí, el doctor se intentó defender de las tres acusaciones que lo llevaron a la indagatoria: haber violado la cuarentena haciendo funcionar su clínica cuando está prohibido, haber promocionado la cura para el COVID-19 y por abandono de persona, a raíz de la denuncia de una mujer porque su padre había sido atendido en la clínica y a los 15 días murió. Además, el médico tuvo que dar explicaciones por haber estado atendiendo en un lugar sin habilitación.
La fiscal Massaglia, cuando terminó la declaración, habló a los medios y sostuvo: “Me sorprendió su actitud, aun no le hicimos exámenes psiquiátrico ni psicológicos, es un persona muy especial”. Massaglia hacia referencia al poder de la palabra que maneja el "doctor de los famosos”. “Ahora, después de escucharlo durante cinco horas, veo porque mucha gente a entrado y caído en las redes de seducción de este personaje, ahora lo comprendo aún más. Declaró con un alto nivel de negatividad. No porque niegue los hechos que se le acusan, sino porque los reconoce y al mismo tiempo niega su responsabilidad”.
Así, Massaglia, al momento de la indagatoria, se centró en la promoción de la “cura” ficticia del coronavirus que el médico promocionaba con un cartel que estaba colgado en la puerta de su clínica.“Contamos con el antiviral para el COVID-19”, se leía. Estaba pegado en la puerta de ingreso. En blanco y negro y en letras gigantes.
En toda la declaración indagatoria, a la que accedió infobae, el doctor actuó de un modo cínico, dio a entender la fiscal. Porque, según dijo, reconoce los delitos pero da una explicación “injustificable”: “Sí, el cartel estaba ahí. Pero la verdad que las veces que entré a la clínica no lo vi, no le presté atención. En algún momento me preguntó mi secretaria, creo que me lo mandaron por WhatsApp y dije que sí pero no estaba seguro de lo que decía el cartel”, por ejemplo.
“Lanzó excusas injustificables, porque él es el único responsable de la Clínica”, dijo la fiscal Massaglio.
La investigación contra Mühlberger comenzó el jueves pasado cerca de las 14 cuando efectivos de la división Delitos contra la salud y personal del Ministerio de Salud realizaron un allanamiento en la clínica ubicada en Arenales al 1300. Varios vecinos del edificio habían notado movimiento en el lugar y realizaron la denuncia, ya que al ser una clínica de estética no está autorizada a funcionar durante la cuarentena.
Así, el doctor llegó ayer a sentarse frente a la fiscal y dio su versión de los hechos. Fueron, como se dijo, cinco horas seguidas en las que Mühlberger contó su verdad frente a Massaglia, su secretario y los dos abogados que lo representan: Antonio Barrios y Mariano Cuneo Libarona.
Con respecto a la clínica, Mühlberger reconoció que no estaba habilitada pero señaló que el trámite administrativo estaba en proceso: “Tengo una habilitación en trámite. Contraté un gestor para hacerlo pero siempre me sacan placa y nunca lo hacen”.
“En toda la declaración lo que hace es reconocer los hechos por momentos, después negarlos, luego volver a reconocerlos y siempre echando la culpa a alguien más. En para remarcar también la falta de memoria que aduce permanentemente. Él se lo atribuye permanentemente a los medicamentos que toma por el cáncer que padece. La falta de recuerdos llega al punto de decir que no se acuerda ni siquiera el nombre de sus empleados”, contó y se sorprendió ante Infobae una fuente judicial.
En cuanto al funcionamiento de la clínica durante la cuarentena, algo que está prohibido, ya que no es un centro médico donde se atiendan urgencias, Mühlberger nuevamente deslindó responsabilidades: “A mí me asesinaron (nombra a dos personas) y me dijeron que podría abrir y funcionar sin problemas”. La fiscal hizo hincapié en esto porque la investigación comenzó a raíz de que varios vecinos del edificio de Arenales denunciaron movimientos en la institución.
Pero, lo acusación más pesada que carga Mühlberger es la infracción al artículo 106 del código penal que en este caso incluye una muerte. Según explicaron las fuestes judiciales, cuando comenzó la causa el jueves por la tarde, una mujer se comunicó con la fiscalía vía mail y denunció que su padre se había tratado en “Klinik Mühlberger”, había ingerido vitaminas que allí le recetaron y a los 15 días murió. Tanto la identidad de la mujer como de la víctima y otros datos permanecen en estricto secreto para resguardar a la denunciante.
Sobre esto último, Mühlberger, dijo: “No recuerdo quién era pero seguramente no se atendió conmigo sino con otra doctora de la clínica. No recuerdo... No tengo buena memoria”.
Durante los próximos días Mühlberger permanecerá detenido en su casa. “Quedó en domiciliaria solo porque es paciente inmunodeprimido y por el cáncer que padece, si no estaría en una cárcel común”, cuentan. A medida que pasan los días, en la fiscalía 11 de la doctora Massaglia se acumulan los llamados y los mails de ex pacientes y empleados que quieren contar sus experiencias.
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