El viernes se conoció la noticia que nadie quería escuchar: Murió Sergio Denis a los 71 años. El cantante estaba internado desde hacía poco más de catorce meses luego de haber protagonizado un grave accidente en el teatro Mercedes Sosa de Tucumán. Aunque los pronósticos no eran buenos, la esperanza de que se recuperara estaba siempre presente en su familia y en sus fanáticos.
El 11 de marzo del 2019 el artista estaba brindando un show y cuando se disponía a cantar el tema con el que se lanzó a la fama, paradójicamente bautizado “Te llamo para despedirme” cayó del escenario al foso de orquesta, de casi tres metros de altura. De inmediato tuvo que ser asistido y fue trasladado al hospital Ángel C. Padilla.
La directora del Hospital, Olga Fernández, explicó que presentaba “hematomas cerebrales, múltiples contusiones, una hemorragia, un importante edema cerebral, una fractura del hueso temporal en la cabeza y una fractura al nivel de la clavícula y el omóplato”. Los primeros partes no eran para nada alentadores, incluso Nora Hoffmann, hermana del músico, que había viajado de urgencia a Tucumán, dijo que el artista estaba “más en manos de Dios que de los médicos”.
En el instituto médico lograron estabilizarlo dentro de lo “complejo” que era su cuadro. Fue entonces que poco más de un mes después, el 13 de abril, el intérprete de “Te quiero tanto” y “La vida vale la pena” entre otras canciones, fue traslado en un avión sanitario a Buenos Aires.
En el Sanatorio de los Arcos le realizaron dos intervenciones. La primera cirugía fue en el tórax, “para evacuar un derrame pleural complejo que comprimía parte del pulmón derecho”, y la segunda en el abdomen “por un proceso infeccioso intestinal grave”, según se explicó en los partes médicos.
Con un cuadro ya estable, la familia compuesta por sus hijos Bárbara, Federico y Victoria y sus hermanos Carlos y Nora, esta última vive en Coronel Suárez, decidió un nuevo traslado. Esta vez a una clínica de rehabilitación integral en el barrio de Belgrano, ALCLA, donde estuvieron otros artistas como Gustavo Cerati y Santiago Bal.
Desde su llegada al ALCLA el 7 de mayo del año pasado hasta hoy, Héctor Omar Hoffmann -tal era su nombre- se mantuvo “estable” con ciertas mejorías muy leves. Lo que abría una luz de esperanza para sus allegados. “Su estado de salud ha cambiado favorablemente, muy poquito, pero favorablemente", había dicho a Teleshow su amigo Diego Colombo cuando se cumplieron siete meses del fatal accidente.
Además, había contado sobre los días de Sergio: "Sigue en coma de todas maneras, pero no retrocede, y poquito a poquito está mejor. Ahora lo sientan en una silla de ruedas y antes eso no se podía hacer. Tiene una mejoría. Abre los ojos y tiene una mirada un poquito más comprensiva. No tiene respuestas como cualquier persona sana pueda tener. Los enfermeros hablan de que ven mejoras. Ahora siempre tiene una radio escuchando música, y ven que tiene otra respuesta. Está muy bien atendido psicofísica y psicodinámicamente. Cuando el cerebro le dé esa chispa que todos tenemos, esperamos que Sergio vuelva a ser lo que era”.
Por esos días, su hermano destacaba que el artista estaba “bien físicamente”, lo cual era “importantísimo” y que estaba siendo muy bien atendido: “Nosotros no tenemos nada para hacer. La reacción debe venir de él, no hay otra manera, más que cuidar que esté lo mejor posible, como lo tienen”.
Sobre si tenía la esperanza de que su hermano despertara, Carlos decía que no había nada que hacer, pero agregaba: “Queremos que suceda”. A su vez , Federico solía postear fotos retro de él con su papá bajo el hashtag #SergioDenisVive.
A diario recibía las visitas de sus hijos y de su hermano, que vive a unas pocas cuadras del instituto médico. Cada vez que podía su hermana Nora viajaba también a verlo y recibía visitas de su amigo y ex abogado Diego Colombo.
El 16 de marzo, días antes de que se declarara la cuarentena total en el país para frenar el avance del coronavirus, Sergio Denis cumplió 71 años. Era el segundo cumpleaños que pasaba en un hospital. “No hay más novedades que lo mismo que se dijo la semana pasada al cumplirse el año (del accidente), lamentablemente no hubo ningún cambio”, contó ese día su hija Bárbara a Teleshow.
Colombo había explicado que debido al avance de la pandemia en el instituto de rehabilitación habían comenzado a restringir las visitas. Incluso él se lamento que por haber tenido unas pocas líneas de fiebre no iba a poder acompañar a su amigo aquel día, aunque sí lo hizo la familia.
Las visitas tal vez no eran numerosas, pero no así la fuerza de la gente que lo ayudó a dar batalla durante catorce meses. Sus fanáticos hicieron “cancionazos” y cada día le dejaban mensajes de amor en las redes, al igual que hoy, que decidieron despedirlo con una sonrisa y al ritmo de su música:
“Vuela alto mi ángel Sergio”
“Si tenés que descansar que así sea, mi ángel”
“Nos dejó un ídolo, Dios te tenga en la gloria”
“Adiós amor de mi vida”
“Sé feliz y volá, ángel de amor y luz, junto a Dios por fin”
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