Dudu Azevedo, el protagonista de Jesús, con Teleshow: “Mi hijo nació cuando comencé la novela y sufrí mucho por no poder estar ese tiempo con él”

Dudu Azevedo siempre soñó con formar una familia. En marzo de 2016, se casó con la médica ginecóloga Fernanda Mader y adoptó como propios a Pedro y Manuela, los hijos que ella había tenido con su pareja anterior. Pero la felicidad completa llegó para él a fines de 2018, cuando nació el pequeño Joaquim, fruto del amor entre ambos. Sin embargo, dos meses después de que su heredero llegara al hogar, el actor comenzó con las grabaciones Jesús, la tira que hoy se emite con éxito por Telefé. Y, pese a la felicidad que le dio el hecho de haber conseguido el protagónico más importante de su vida, no pudo menos que lamentarse por no poder disfrutar a pleno de los primeros meses del niño.

-Después de pasar por cuatro castings, ¿Qué sentiste cuando, finalmente, te dieron el papel de Jesús ?

-Me sorprendió. Y me sentí muy feliz y honrado con la elección.

-¿Cómo hiciste para componer a ese personaje bíblico?

-Tenía poco menos de dos meses entre la confirmación del trabajo y el comienzo de las grabaciones. Hice un estudio teórico de lo que entendí que era lo más importante, porque no tenía mucho tiempo. Y también hice un trabajo con Christian Durvoort, un entrenador que me ayudó mucho durante tres semanas. Además, tuve un apoyo valioso en toda la novela de Miguel Lacerda, quien tiene un profundo conocimiento de la Biblia. Siempre estuvimos juntos a lo largo del trabajo, buscando los mejores caminos y entendimientos para cada escena, cada pasaje.

-¿Cambió tu percepción de Jesús después de hacer esta tira?

-Este trabajo fue un estudio profundo de la historia de Jesús e, inevitablemente, una inmersión profunda en mí mismo. Además de ser la mejor experiencia profesional que he tenido, también fue una experiencia personal transformadora y engrandecedora.

-¿Cuáles fueron las escenas más difíciles de realizar?

-El trabajo fue muy intenso y movilizante. Destacaría la Sagrada Comunión y toda la secuencia de Vía Crucis como las más emocionantes.

-Te tocó volver a trabajar con Guilherme Winter, con quien ya estuviste en Moisés y los diez mandamientos donde encarnabas a Zur, pero ahora haciendo tú de “bueno” y él de “malo”, con el rol de Judas. ¿Es cierto que son amigos en la vida real?

-¡Amo a Guilherme! Encuentro en él a un actor interesante e inteligente y a una persona con la que me gusta estar. ¡Siempre cambiamos y somos realmente amigos!

- ¿Cómo fue la experiencia de filmar en Marruecos durante varios meses?

-¡La experiencia en Marruecos fue increíble! Fue el escenario ideal para comenzar el trabajo. Pude intercambiar mucho con todo lo que vi allí y almacenar emociones durante todo el período de trabajo.

-En ese lapso nació tu hijo. ¿Te dolió perderte esos meses de la vida del bebé?

-Joaquim nació justo al comienzo de la novela y sufrí mucho por no poder quedarme todo el tiempo que hubiera querido en ese momento con él y toda la familia. Pero, poco a poco, entendí que cada cosa tiene su momento y pude ver el lado bueno de todo. Hice las paces con respecto a eso, aprovechando todo el tiempo posible con él después de que terminó el trabajo.

-Ahora estás confinado con tu familia por la pandemia del coronavirus. ¿Cómo estás sobrellevando el aislamiento?

-Es una gran experiencia. Este período no ha sido fácil para nadie, pero estoy agradecido por los privilegios y la suerte que tengo. Realmente, espero que todo desaparezca pronto y el sufrimiento de las personas disminuya. Lamento mucho las condiciones en que viven muchos brasileños. Sufrieron personas que fueron golpeadas fuertemente y en una proporción mucho mayor cuando estamos expuestos a situaciones de fragilidad y vulnerabilidad como la que estamos experimentando. Todo esto se acentúa por la corrupción de los asignados para cuidar a las personas. Lamentable.

-Tu otra pasión es la música y has compartido temas desde tus redes sociales, como para sobrellevar la cuarentena. ¿Crees que las canciones ayudan a superar este mal momento? ¿Y qué pasó con Redtrip, la banda en la que eras baterista?

-La música trae muchas cosas buenas. Siempre fue importante para mí. Y todos los días necesito que esté. Con respecto a Redtrip, duró aproximadamente 10 años y tuvo grandes fases, pero como tantas cosas buenas tuvo su momento. Hoy hay recuerdos, amistades, versiones, videos, fotos y registros.

-¿En algún momento temiste quedar pegado a la imagen de Jesús y que eso afectara su carrera musical o, incluso, que te impidiera hacer otros papeles a futuro?

-No tengo miedo a ser estigmatizado. Cada obra tiene su tiempo, su significado y el futuro será descubierto. Creo en la felicidad que se construye cada día, en la necesidad y la fuerza de la transformación y que todo me hace mejor. La experiencia y las “horas de vuelo” que este trabajo me dio sólo contribuyen a mi carrera.

-¿Qué sentiste al saber que la tira era un éxito también en la Argentina? ¿Has venido a este país anteriormente?

-¡He estado en Argentina y me encanta! También me encanta saber que mi trabajo da la vuelta al mundo y mueve a las personas. Este es un gran logro para mí. Trabajar es maravilloso y siempre quiero vivir las experiencias más diversas.

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