Los ladrones no conocen de aislamiento ni de cuarentena. El viernes, la diseñadora Paz Cornú fue víctima de la inseguridad luego de que un grupo de delincuentes le robara una de las ruedas de su auto que se encontraba estacionado en la puerta de su casa en el barrio de Belgrano. Las cámaras de seguridad captaron todo y ella compartió el video.
“Esto pasó el viernes a las dos de la tarde. En un robo de este tipo hoy tenes que decir ‘gracias, no me paso nada’, el seguro se hace cargo”, dijo la morocha en diálogo con Nosotros a la mañana y se lamentó del hecho: “Estoy a dos cuadras de la avenida, en la esquina hay un policía, pero circulan (los ladrones) con más tranquilidad que la gente. El auto es el único medio que tengo para traer comida de mi casa al super”.
Aún con este mal trago, la diseñadora que se encuentra pasando el aislamiento con su marido y sus dos hijos, intenta pasar la cuarentena de la mejor manera: “Medito mucho y eso hace bien, antes siempre era fabricar, laburar, ser alguien, tener, comprar, consumir y te perdés”.
Desde que comenzó el aislamiento prácticamente no sale de su casa y contó que aunque tiene espacio para guardarlo, dejó el auto en la calle porque tenia el garage ocupado con bolsas de cosas para donar luego de haber hecho un orden exhaustivo en su casa.
Meditar la ayudó mucho a pensar en positivo: “Tengo fe de que esto nos va a hacer bien como personas, como mundo, para cuidar la naturaleza, el mundo entero está frenado y siento que es por algo. Tal vez empieza una costumbre de estar adentro, hay un freno”.
Dueña de una pequeña empresa, es consciente de que “el consumo demorará en reactivarse”: “La gente va a tener miedo, va a ser largo, pero por suerte estoy muy establecida en lo espiritual. Hoy me doy cuenta de que necesito menos que antes”.
“Producir menos, contaminar menos es prioridad en la empresa y cuidar mas al otro, no pensar tanto en vender, sino cuidar, la empresa puede sobrevivir, pero sin gente no sirve, somos una familia donde cuido a los míos, el Presidente y los gobernadores nos cuidan a todos”, agregó.
Estos días, aprovechó para hacer muchas cosas con su hijos Milán e Ítalo de cinco y seis años. “Si los padres están establecidos anímicamente, los chicos están bien”, dijo y confesó que no hacen toda la tarea que les piden: “Yo no le di bola a las mil quinientas cosas que piden porque ni yo me acuerdo de los números romanos, pero le di prioridad a otros valores, tender la cama, acomodar, compartir, bailar. Aunque a veces me saturo y les pongo un video, pero hacemos actividades creativas de pintura y eso los man tiene estables”.
Hace unos días Cornú se habia referido a la difícil situación que atraviesa su empresa ante el aislamiento. “Yo tengo un negocio al público, hago fabricación al por mayor y ahora con la cuarentena el comercio está completamente frenado. Antes de que se anuncie la cuarentena, ya no se estaba vendiendo nada. No entraba gente a los locales. Y ahora se frenó todo absolutamente. De un día para el otro me encontré con un montón de gastos y sin que entre plata a la empresa”, había contado en Crónica, entre lágrimas.
"Estoy muy angustiada, hace varios días que no puedo dormir. Me encuentro en una situación en donde tengo que elegir entre mi empresa o mis empleados y es muy feo. No sé cuanto tiempo vamos a poder sostener un negocio donde hay gastos sin ingresos, no es compatible. No hay magia y me angustia porque me costó 20 años de mi vida poder armarlo, pero busco alternativas y no es fácil porque no me entra plata, no sé qué hacer. Busco la venta online, pero es complicado”, explicó.
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