Cómo Los Auténticos Decadentes fabricaron un hit solidario en cuarentena

Jorge Serrano, uno de los cantantes y compositores del grupo, habló con Infobae sobre “Juntos para siempre”, canción cuyas regalías serán donadas a la Cruz Roja Argentina

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Cómo nació la nueva canción de Los Auténticos Decadentes en plena cuarentena

“La fuerza de llegar a cualquier lugar / existimos más allá de todo / Soldado de plomo de tu alegría / somos la fruta prohibida, el desborde criollo / que cura las heridas…”. Entre tantos versos que sellaron a fuego en el inconsciente colectivo argentino, los de “Somos” (2006) son los que mejor auto-definen el rol social & cultural de Los Auténticos Decadentes. Función que en esta cuarentena se revalidó a través de “Juntos para siempre”, su nueva canción.

Movidos por el deseo de tirar buena energía en tiempos pandemia, los Decadentes apelaron a la música y a su humor para darle forma al audio & video de una canción íntegramente compuesta, grabada y registrada a distancia.

En “Juntos para siempre” -una rareza en su discografía, ya que se trata de un tema 100% coyuntural- le cantan al hecho de andar “todo el día con la lavandina” y se preguntan cuándo será el día “en que nos volvamos a abrazar”. El videoclip original mostraba escenas de la vida familiar decadente, pero una semana después lanzaron una segunda versión a la que se sumaron amigos de distintos ámbitos: músicos como Lali, Pablo Lescano, Juan Ingaramo y Marciano Cantero; deportistas como “Pipita” Higuaín, Fabricio Oberto y Vanina Oneto; presentadores de radio y tv, entre otros.

Cada reproducción de la canción en un dispositivo digital, se transformará en una donación a la Cruz Roja Argentina

Desde su casa en Villa Gesell, Jorge Serrano -cantante y compositor de LAD- atendió la videollamada de Infobae para explicar el origen de “Juntos para siempre”. “Vos sabés que hubo un malentendido con esta canción. Cucho (Parisi) y Gastón (Bernardou) tienen un programa por Radio Nacional que se llama ‘Enciendan los parlantes’. Y Gastón me dijo de hacer una canción. Yo no entendí... en realidad no sé tampoco si la idea era una canción. Era como que los fans pedían algo en este tiempo, ‘por qué no hacen algo’. Entonces me dijo: ‘Mirá, acá hay una idea. Si se te ocurre algo en el fin de semana, está bien. Si no, no pasa nada’. Agarré una de las pistas que habían listas y empecé a hacer una letra, pero pensando que era una especie de cortina o mensaje panfletario... No como una canción hacía esto, sino un mensaje a la gente en este momento. Qué es lo que vos decís, que fue una canción como del periódico, pero al mismo tiempo como de campaña de algo”.

-¿En qué pensabas cuando escribiste tus versos?

-Para mí el eje estaba en lo que estamos sufriendo la carencia del contacto físico, ¿no? Del abrazo, de estar apretados en lugares… todo este tema de lo que es la distancia social, que es lo que hay que hacer, es lo correcto. Pero es como que todos estamos anhelando el momento en que venga la vacuna o lo que fuera, y que podamos volver a abrazarnos. Para mí giraba alrededor de eso, del deseo, pero al mismo tiempo era como didáctico el tema. Y todos fueron agregando sus estrofas, desde sus perspectivas, todos separados, comunicándonos por whatsapp, algunos grabando con el teléfono, nada más. Después se fueron sumando amigos que querían mandar cosas porque les gusto la canción. E inmediatamente empezamos a decir: “Che, no tenemos que recibir nada de esto, no podemos especular con esto, donemos a algo”. Entonces apareció lo de la Cruz Roja. Y en realidad parece que hubiera sido un jingle para la Cruz Roja.

-La pandemia los agarró a punto de salir de gira, ¿no?

-Sí, estábamos por ir a México y yo decía “esta gira se va a suspender”. Yo estaba preocupado, diciendo “es medio absurdo que vayamos”, sabía lo que se estaba viniendo. Y era un momento en que en México seguían habiendo nada más que ocho casos, que era una cosa bastante sospechosa porque a nosotros nos subían cada vez más, pero allá no. Y no suspendieron el (festival) Vive Latino, pero se terminó suspendiendo el festival Pal Norte, que era al que íbamos nosotros. Sé que los Babasónicos fueron al Vive Latino y que les costó bastante volver. Así que tuvimos la suerte de que no salimos, pudimos cada uno quedarnos en nuestras casas.

“Loco (Tu forma de ser)", “Corazón”, “La guitarra”, “Luna radiante”, “Un osito de peluche de Taiwán”, “Viviré por siempre”, “Cómo me voy a olvidar”, “No me importa el dinero”... son apenas un puñado de los imborrables hits populares que, entre otras canciones, llevan la firma de Jorge Serrano, un autor que despierta la admiración de diversos colegas suyos: desde Valeria Lynch (para quien en 1996 compuso “Sin piedad”) hasta Adrián Dárgelos (Babasónicos) o Manuel Moretti (Estelares). Una vez, Andrés Calamaro lo elogió de este modo: “Las canciones de Jorge se escuchan esperando que cante la próxima frase y sorprenderse y reír y pensar; porque Serrano es un héroe distinto, es un líder distinto”.

Hace muchos años que se alejó de los ruidos de la ciudad para acurrucarse en el rumor del mar y el sol de Gesell, en compañía de su mujer, sus hijas y sus perros. Ahí es donde pasa su cuarentena: “Mi vida es tan irregular que esto, para mí, es un descanso muy bueno. Soy un afortunado con el hecho de acostarme todos los días con la misma almohada y despertarme a la misma hora, estar en el mismo lugar, en mi casa. Con los Decadentes vivimos viajando de un lado para el otro. Y esto me vino como un descanso que no solemos tener”, explicó.

-¿Cómo fue componer una canción en este contexto tan inusual?

-Fue fácil porque el mensaje ya estaba. Nuestra bandera es la alegría o la fiesta, no tenemos una cosa muy religiosa o muy fundamentalista de ningún tipo de nada. Si bien el tema es alegre, es difícil, ¿no? Uno tiene pudor porque es muy fácil decir “quedate en casa” cuando yo estoy acá, con mis perros, cerca del mar. A algunos nos va a tocar que sea menos duro, y a otros todo lo contrario. Pero también creo que el hecho de poner una canción y bailarla, se puede hacer adentro de un baño, adentro de una celda, adentro de cualquier lugar por más confinado que estés. Para mucha gente somos como una válvula de escape de algo. Siempre fuimos los bufones de esta historia nacional y está muy bien. Vamos a soplar la corneta, no podríamos ponernos melancólicos frente a esto.

-En las últimas semanas distintos actores de la industria musical -músicos, managers, stages, prensas- manifestaron preocupación por la continuidad de sus trabajos. ¿Qué hablaron entre ustedes al respecto?

-Lo vemos con preocupación porque no sabemos cuándo termina esto ni cómo. Creo que somos conscientes de que lo menos indispensable -en un sentido de supervivencia, como pueden ser el espectáculo y los deportes-, será lo último que se libere. Es muy triste, es como un eclipse. Y, como siempre, los que peor la van a pasar son las personas más débiles, las que tienen un algo más frágil, las que no tienen ahorros. Yo no me puedo quejar, yo voy a aguantar por un tiempo. Pero no sé hasta cuándo.

-¿Cómo te imaginás el día después?

-El día después para mí significa volver a estar en hoteles, en eventos masivos, en recitales, compartiendo el aliento y todo lo que no se puede hacer hasta ahora. Esa va a ser mi salida de la cuarentena. Lo que pasa es que los artistas estamos últimos en la fila. En nuestra industria es catastrófico, porque entre comer o ir al cine o ir a un recital, comemos. Y creo que esa apretada de tuerca obviamente va a ser cada vez más dura. Yo soy positivo en cuanto a pensar que ojalá que esto haga reflexionar, haga que los sentimientos se vuelvan más puros, que ponga las cosas más a prueba. El momento cero es la vacuna porque cuando exista, se terminó, vas al recital de nuevo, nos apretamos en el subte. Antes de eso vamos a estar todos con un poco de miedo, con las cercanías, todo va a ser un poco artificial y todas nuestras relaciones un poco van a cambiar. Pero la vacuna va a ser la campana de largada. Yo espero ese día, ¡que venga lo antes posible!

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