Fresca, exótica, singular. Los adjetivos se acumulan al pasar revista por algunas de las publicaciones más icónicas del mundo cuando hablan de la cantante catalana Rosalía. Los mismos le caben a su arte, con el que se ubicó en el centro de la escena siendo protagonista en la avanzada hispana sobre los gustos musicales y las caderas globales.
Con “El mal querer” -un álbum conceptual basado en “Flamenca”, una anónima novela medieval- innovó con un nuevo lenguaje pop en el que el flamenco se transforma a través del trap y la electrónica experimental, en un viaje narrado por su fascinante y atrapante voz. Este, su segundo disco, la subió a su primera gira internacional con la que recorrió buena parte de Europa y las Américas, incluso parando en algunos de los festivales más grandes (Lollapalooza de Argentina, Chile y Chicago; Coachella, Roskilde, Austin City Limits, Glastonbury). También se hizo de algunos premios otorgados por la industria, incluyendo el último Grammy al “Mejor Disco Latino de Rock, Urbano o Alternativo”.
Rosalía viajó a Estados Unidos para recibir la estatuilla y hacer una performance en la ceremonia. Pero de allí no volvió: el coronavirus la atrapó en Miami, ciudad en la que está realizando su cuarentena. “Aquí estoy, confinada en Miami. Con la familia en Barcelona, les llamo cada día”, saluda Rosalía a Infobae del otro lado de la pantalla. Está viviendo en la casa de su manager, Rebeca León, y desde allí atiende la videollamada.
-¿Cuál es tu lugar favorito de la casa o en el que más tiempo pasás?
-Es una habitación pequeña que me han montado con lo básico para poder seguir grabando y haciendo música. He puesto ahí un tecladito MIDI, me he puesto un micro, el previo, tarjeta de sonido, el ordenador y estoy haciendo música cada día y es donde más tiempo estoy pasando. Es que si no hago música me vuelvo loca. Si no hago música pierdo el centro. Necesito seguir haciendo canciones y más en un momento como este, que estamos confinados, que estamos en casa, aislados. Me ayuda mucho a seguir adelante, pensar que puedo hacer música, que sigo como pudiendo crear. Es algo vital para mí.
“Dolerme”, su nueva canción
Entrelazado a unas cuerdas españolas, un desgarrador falsete en un hilo de voz va deshaciendo, de atrás para adelante, el destino de un trunco amor. Un eco eléctrico tensa el puente y le abre la puerta a un remate-estribillo blureado con autotune, que se repite hasta su final abrupto. Un shout-out a Camarón de la Isla termina de decorar “Dolerme”, la nueva canción de Rosalía, terminada y lanzada en pleno confinamiento.
Esta se suma a la serie de singles editados después de “El Mal Querer” y con los que demuestra su capacidad elástica de imaginación y de creación: el hit-reggaetón mundial de “Con altura” (junto a J Balvin), pop de diseño en “Aute Cuture” y “A Palé”, una nueva historia a través del tamiz dramático del flamenco (“Juro que”), un mixtape conceptual sobre el dinero, cantado en catalán y en español (“Millonària” y “Dio$ no$ libre del dinero”) y baladas urbanas (“Yo x Ti, Tu x Mi”, con Ozuna; y “Me traicionaste”, con el peruano A Chal, para la banda sonora del final de Game Of Thrones). Incluso participó de los últimos discos de dos estrellas anglo como Travis Scott (“HIGHEST IN THE ROOM”) y James Blake (“Barefoot In The Park”).
-“Dolerme” tiene un mood triste que sintoniza con esta época muy extraña. Lo raro es que, de las canciones que lanzaste en todo este tiempo es la primera que no tiene video. Con tu obra no solo estás al control de la música sino también de lo visual, ¿no?
-Bueno, a mí me gusta mucho desarrollar visuales, conceptos para videos. Y pensar siempre en los videos como una expresión, por supuesto, pero también como una herramienta para poder hacer más entendible algunas propuestas musicales. Como me gusta mucho experimentar musicalmente, pues creo que los videos muchas veces ayudan a que se me entienda incluso más. Entonces, yo por mí siempre sacaría los temas con videos, pero también está bien que la música sea el centro, que la música sea el foco y música sin más, raw, así como bien crudo y ya. Estar en cuarentena preparando esa canción me mantuvo como hacia adelante. Como diciendo “Ey, tengo este propósito, quiero compartir esta canción con los demás”. Ya había una pequeña idea, un pequeño esbozo hacía meses, pero la trabajé, hice toda la vocal production por mi cuenta, en casa, arreglando, haciendo detalles en la canción. Frank Dukes la produjo a distancia. En fin, fue todo un trabajazo de terminarla lo antes que se pudo para compartirla con la gente.
-¿Qué te propusiste narrar al momento de escribirla?
-“Dolerme” tiene que ver con cuando tú estás en una relación y estás como desesperado porque quieres que te importe y sentir algo y a lo mejor no consigues reaccionar todo lo que quisieras. Esa es una lectura muy personal y me gustaría que siempre quedara abierto a otras interpretaciones. Porque precisamente cuando escribo, me gusta escribir lo suficientemente abstracto para que cada uno se pueda hacer su canción. Cuando leía “Rayuela” de Julio Cortázar, me inspiraba mucho que puede ser muchos libros a la vez, según el orden que tú quieras darle, incluso tú puedes crear la historia a partir de lo que Cortázar te propone. Entonces creo que está bien que las canciones sean un laberinto, que cada uno se pueda hacer el camino que quiera para llegar a equis historia. Pero en todo caso, para mí era importante que ese feeling que tiene esa canción -desesperación, dolor, tristeza o impotencia- me conectaba con cómo me estaba sintiendo en ese momento de cuarentena. Y creo que era más fiel a ese feeling. Tenía planes de sacar otra cosa, pero lo aparqué, quise terminar esto y compartirlo.
-“Que yo sé que nací para ser millonaria” cantás en catalán en “Millonària”, una de las mitades de “Fuckin’ Money Man”. ¿Tenés el signo del dólar en la mente?
-Mira, es que para mí como compositora es tan importante que las canciones expliquen historias. Y que cada canción sea un microuniverso. En el caso de este doble single hay dos caras de una misma moneda, nunca mejor dicho. Porque estamos hablando de “Dio$ no$ libre del dinero”, que ante todo es el rechazo al dinero. Y luego “Millonària”, que es apología a querer el dinero y a tener esa ambición por lo material. Entonces, al final, son historias, son ficciones. Creo que es muy interesante que como compositor te puedas dar el gusto de escribir, siempre desde un lugar personal, poniendo verdad pero a la vez siempre dejándote llevar por el imaginario. Creo que hacer arte, en general, se trata de eso.
-Y en el hacer, ¿sentís que tu escritura evolucionó?
-Espero que sí (se ríe). Espero que con los años, cada vez, pues vaya aprendiendo nueva formas de escribir y cada vez lo consiga hacer mejor. Yo considero que soy un vehículo para encarnar historias cuando estoy en el escenario o cuando estoy componiendo. Me pongo al servicio de crear ficciones, de crear algo que tenga que ver conmigo pero que también pueda no tener que ver.
-El año pasado recorriste parte del mundo con “El Mal Querer Tour”. ¿Cómo resumís la experiencia de llevar tu arte ante públicos tan distintos?
-Pues, para mí ha sido un aprendizaje constante, porque nunca había estado de gira a nivel internacional. Ha sido la primera vez que lo hacía. Y la verdad es que lo disfruté mucho, pudiendo conocer otros sitios, a otros artistas, público y fans de tantos sitios diferentes, sentir su energía. Me ha hecho muy feliz, estoy tan agradecida de haber podido vivir eso. Por eso es que ahora, viniendo de haber viajado tanto, se hace extraño como de golpe hacer un parón. Esto es algo que nadie se esperaba, pero también hay que intentar de ver la parte positiva, yo creo. En ese sentido, me hace tener ganas de volver a estar en el escenario y volver a compartir música.
-Cuando los tiempos de la gira lo permiten, ¿qué hacés en cada ciudad a la que visitás?
-Depende de la ciudad, pero me gusta callejear mucho, me gusta estar en la calle y caminar. Por ejemplo, cuando he estado en Toronto, Canadá, me iba sola a caminar, por la noche me tiraba como cuatro horas andando. De golpe, por México, algunas tardes salí con mi hermana a visitar varios mercados. Es lindo ver calles diferentes a las de siempre, escuchar el sonido de las ciudades, cómo cambia, ¿sabes? También escucho música de los lugares a los que voy porque luego eso me inspira para escribir. Soy muy curiosa. También disfruto de comer, de probar nuevas comidas.
Conexión argentina
Es viernes 29 de marzo de 2019, faltan menos de 15 minutos para que sean las 6 de la tarde acá en el Hipódromo de San Isidro. Hoy no hay caballos ni apostadores, sino la envolvente ola sonora de los gritos excitados & expectantes propios de un fandom. Sobre el escenario Alternative del Lollapalooza, seis bailarinas con tules blancos cubriéndoles la falda, escoltan la salida a escena de Rosalía. Movidas por el beat triunfal e in crescendo llevado adelante por El Guincho -socio creativo de la catalana-, las siete juntas cargan sus armas en un baile robótico y con gracia. Más ruido: es el primer show de “El Mal Querer Tour” y el público está verdaderamente en llamas. Ella lo siente así desde el primer momento y, ni bien entra en contacto visual con su gente, les regala una sonrisa y les tira un beso. Se le hincha el pecho, tal vez embriagada por la emoción de estar respirando el mismo aire que esta multitud estruendosa. Apenas basta una estrofa, la primera de “Pienso en tu mirá”, para darse cuenta de que no podría tener un mejor debut.
-Argentina tuvo la bendición de ser la primera parada de “El Mal Querer Tour”, lo estrenaste ahí...
-(Interrumpe) ¡Qué recibimiento! Yo no he visto cosa igual, tengo unas ganas locas de volver. Los sándwiches de miga me tienen obsesionadísima (risas). ¡Sándwiches de miga, por favor! La verdad es que me han recibido con un amor impresionante. Buenos Aires me enamoró de lo bello que es. Me lo estás diciendo y se me ponen los pelos de punta. Recuerdo cuando pisé el escenario y vi tanta gente ahí, todos saltando al ritmo de “Pienso en tu mirá”... me voy a acordar de eso toda mi vida, eso me ha quedado grabado para siempre. Y de verdad que ese concierto ha sido muy emocionante, de principio a fin.
-En algunos tramos de la gira e incluso en shows anteriores cantaste el tango “Volver”, de Carlos Gardel y Alfredo Le Pera. ¿Cómo lo conociste?
-Tu puedes creer que lo conocí porque en España hay una cantaora que a mí me encanta, que se llama Estrella Morente. Ella lo versionó, hizo una lectura muy especial de “Volver” y me enamoré de ese tango, que es maravilloso, tan precioso. Me encanta la letra, creo que es una de las mejores que he escuchado en mi vida.