El joven actor se prepara para realizar la prueba que le permitirá acceder al papel principal en la obra Brighton Beach Memoirs. No se lo ve preocupado, más bien se lo nota confiado, quizá el secreto de su seguridad radica en que acaba de terminar una exitosa gira con la obra Torch Song Trilogy, o simplemente sea esa certeza que se siente cuando uno acaba de dejar la adolescencia de que todo puede ser posible. Esa mágica edad donde el mundo parece siempre un desafío y jamás una tragedia.
Al terminar la prueba, el director teatral Gene Saks le comunica que el papel es suyo. Al volver a su casa, el joven actor camina alegre y despreocupado. Intuye que esa obra será fundamental en su carrera, no sabe que también le revolucionará sus sentimientos. En el escenario conocerá y se enamorará de Rocky Parker una de las actrices de teatro más conocidas del momento, una mujer atractiva, ahora en pareja, antes divorciada, luego viuda y madre de tres hijos. Ella había cumplido 44 años, él tenía 18. La cara del muchacho se haría mundialmente conocida muchos años después cuando se metiera en la piel del neurocirujano Derek Shepard en la exitosa serie Grey’s Anatomy. Ese muchacho entusiasta era Patrick Dempsey.
Entre ensayos y funciones poco a poco comenzó una fuerte atracción entre Rocky y Patrick. La atracción se convirtió en enamoramiento y el enamoramiento en romance. Sin embargo, ambos decidieron mantenerlo en secreto. Es que aunque era el año 1984 y la oscuridad del medioevo había terminado hacia siglos, todavía resultaba escandalosa la relación entre una mujer adulta que le llevaba 26 años a su joven y atractivo novio.
A pesar de casi las tres décadas de diferencia, Rocky se permitió enamorarse de ese apuesto joven, de increíbles ojos celestes, 1,79 de altura y una habilidad asombrosa para los malabares tanto que después supo había ganado el segundo puesto en un campeonato nacional.
Patrick también sintió que Rocky era un imán. Es que no solo era visiblemente atractiva –a la edad de él, ella había sido modelo- además contaba con una vida movida. Se había casado a los 19 años, tuvo un hijo y se divorció. Luego se volvió a casar, tuvo otro hijo y cuatro años después su esposo, John Hass, falleció. Pero empecinada en el amor, en ese momento estaba en una relación con Nick Ferri con quien había tenido a su tercera hija.
Pero cuando en 1984 actor y actriz se conocieron todo cambió. En la obra actuaban de tía y sobrino. Fuera del escenario, ella le daba consejos sobre su carrera y él la hacía reír con sus malabares pese a que le contaba su frustración porque nunca lo aceptaron en una escuela de circo. Ella le hablaba de las obras que representaba en bares, psiquiátricos y cárceles y él la conmovía cuando le confesaba que a los doce años le habían diagnosticado dislexia y eso lo ayudó a “no darse nunca por vencido”. Las charlas, las risas, las miradas entre seductoras y seducidas eran cotidianas. Un día Rocky le contó que había roto con Ferri, no fue necesario explicar por qué.
El romance entre ambos comenzó a ser el comentario de todos los integrantes de la obra, pero ellos lo negaban con el consabido “somos solo buenos amigos”. Luego de tres años de un noviazgo vivido, a veces negado y siempre ocultado, el 24 de agosto de 1987, el mismo año que Patrick cumplió 21 años, se casaron.
A partir de entonces Rocky no solo se convirtió en la esposa de Patrick, también en su mánager. Mientras estuvieron juntos Dempsey actuó en algunas comedias y participó en algunos proyectos que fracasaron o se cancelaron y otros que resultaron medianamente exitosos, como cuando interpretó al novio deportista de Will en Will y Grace. Rocky acompañaba a su esposo a todas partes, desde audiciones hasta filmaciones. Analizaba sus guiones y le daba su opinión acerca de sus compañeras de elenco, hasta asistieron juntos a algunas clases en la escuela de cine de Nueva York.
Quizá porque el trabajo no salía como creían que debía salir, porque las diferencias de edad pesaban, por todo eso junto o por causas que solo conoce la pareja, siete años después de casarse Rocky pidió el divorcio por “diferencia irreconciliables”. Parecía que sería una separación amistosa pero estaba muy lejos de serlo.
La actriz acusó a su ex pareja de golpearla mientras filmaba la película Can’t Buy Me Love “solo porque quería saber lo que era pegarle a una mujer”, y aseguró que en otra ocasión le quebró el dedo de una mano al cerrar la puerta de su auto de forma intencional. En la demanda de divorcio también declaró que había puesto su vida profesional en suspenso solo por ayudarlo y que lo hizo porque lo amó y lo seguía amando.
Pese a esa última declaración afirmó que su matrimonio ayudó a que Dempsey se quitara su imagen de “fiestero”, y enfatizó que desde 1984 hasta 1990 “no recibí ni un centavo por mis servicios. Le ayudé a hacerlo la estrella en la que se ha convertido. Sus ganancias llegaron al nivel de casi un millón de dólares durante el tiempo de nuestro matrimonio y nuestra vida en común”. Pese a sus dichos ningún tribunal verificó sus reclamos. Finalmente acordaron que Dempsey le pagaría una manutención mensual, además de otorgarle una de sus casas, un auto y una casa rodante.
Años después y con las aguas más calmas, Rocky admitió en una entrevista para Enquirer que aunque algunos amigos calificaban a su matrimonio como una “pesadilla freudiana” para ella no fue una “mala idea”, ya que habían estado juntos casi diez años. Ante la periodista Barbara Walters admitió que Dempsey se pudo haber enamorado de ella “porque necesitaba una madre”.
Después de divorciarse en 1994, Patrick estuvo un tiempo solo hasta que conoció a Jillian Fink, una maquilladora que además era su fanática. Se casaron en 1999, tuvieron tres hijos, se separaron y se reconciliaron. Según un amigo el actor le aseguró que lo hizo porque “ya había estado casado y divorciado y se juró que nunca volvería a separarse”.
El 19 de abril de 2014 un cáncer de pulmón y garganta terminó con la vida de Rocky. Fumaba un paquete diario de cigarrillos desde los 18 años. Según sus deseos sus cenizas fueron esparcidas en el Océano Pacífico cerca de su casa en Santa Mónica. Patrick Dempsey se mantuvo en silencio.
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