Nicolás Cabré, Laurita Fernández y la convivencia: “Él me retó porque no hice la cama”

A solas con Teleshow la pareja de actores habló de la convivencia, el vínculo con Rufina, qué los enamora y la posibilidad de casarse

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Enamorados, llenos de proyectos y a punto de empezar sus vacaciones, Laurita Fernández y Nicolás Cabré recibieron a Teleshow en el escenario del teatro del que se acaban de despedir para iniciar la temporada de verano en Mar del Plata con Departamento de soltero. “Nos re entusiasma, porque el año pasado la pasamos divino”, dice ella mientras Rufina, la hija de él, sigue la entrevista con atención, sentada detrás de cámara: “Ella tiene acceso ilimitado, entra, sale, va, viene, está atrás con nosotros”, cuenta su papá, que no para de sonreírle y cuidarla con la mirada.

—¿Rufina salió a saludar alguna vez con ustedes?

Nico: —No, de ninguna manera. Más allá de que me guste, no la expondría nunca jamás en la vida. Es más fuerte que yo; ya de pensarlo me pongo nervioso. Aparte, es un trabajo. A veces veo, no digo ni que esté bien ni que esté mal, pero muchas veces se sale a saludar con un cartelito o algo así, y a mí me parece que la gente no tiene nada que ver con lo que uno piensa. Uno viene, hace una obra y saludan los actores. Yo no comparto.

—En ese sentido, han habido algunos debates en cuestiones políticas o vinculadas al aborto.

Nico: —Acá viene y se sienta un pañuelo, el otro, entonces no tenés por qué interferir en nada ni meterte. La gente viene a ver una obra de teatro. Acá, donde estoy yo, prefiero que esas cosas no pasen.

—La rompen con la dupla teatral y les está yendo fantástico con la dupla personal, en la pareja. ¿Suponían que iba a funcionar tan bien todo?

Nico: —Bueno, tampoco está… (risas).

Laurita: —En realidad, está pésimo (risas). Nos conocimos trabajando. Hay una parte en donde ya nos conocemos y hasta somos más parecidos trabajando que en la personalidad. Encajamos muy bien, tenemos criterios muy similares. Sí era un miedo al principio: "Uy, vamos a estar compartiendo mucho”. Teníamos miedo de que afecte la relación. Pero todo lo contrario, a mí me potencia: hacer esta obra me enamora todos los días más de él, terminamos como enamorándonos cada función.

Nico: —Yo la disfruto. Muchas veces hemos venido enojados o con algunas diferencias y hacer la obra nos distiende.

Laurita Fernández y Nicolás Cabré
Laurita Fernández y Nicolás Cabré

—Que difícil llegar al escenario peleados por algo...

Nico: —A veces por trabajo, o por lo que sea, no estamos de acuerdo. Y yo la disfruto y la veo cómo lo hace. La disfruto mucho de verdad. Lo digo de corazón: yo hago chistes o hay algunas cosas que se ven en la obra que las hago solamente porque está ella, si no no las podría hacer.

Laurita: —Sí, lo que aprendí puntualmente es a no tentarme, porque vos me hacés reír mucho. Él es muy serio, y después en escena es muy gracioso.

—¿En la vida es serio? El humor tan característico que le conocemos, ¿en la vida no es así?

Laurita: —No, no es el que de repente llega y te quiere contar un chiste todo el tiempo. Él es muy gracioso, cuenta anécdotas y es atractivo de escuchar. Pero no es de los que andan haciendo jodas y chistes todo el tiempo.

—Con el tiempo fui teniendo la posibilidad de charlar con los dos en distintos momentos, sé que Nicolás tiene sus costumbres con el orden, ¿en qué momento lo querés echar de la casa?

Laurita: —Hoy. Me retó porque no hice la cama (risas).

Nico: —Pero no es un reto eso.

Laurita: —No, es una manera de decir. Yo soy ordenada.

Nico: —Yo no soy del obsesivo - hincha bolas. Yo lo hago, lo hago yo. Si yo me voy y vuelvo y está la cama deshecha, siento como que no me quiere más. Hoy se lo pregunté: “¿Se te está pasando o está…?” (Risas).

Laurita: —Y no, me quedé dormida.

Nico: —Por eso, no es: “¿Por qué no hiciste la cama?”. Me preocupa.

—Te angustia (risas). ¿Y con Rufi cómo hacés con eso? Porque es chiquita.

Nico: —Es el orden, el orden. Rufi es una genia, yo me levanto muchas veces y está la cama hecha. Y ella se hizo su cama. Y la hace bien encima.

Laurita: —Los Cabré me pasan el trapo.

Nico: —Sí. Es genia, genia.

Laurita Fernández y Nicolás Cabré
Laurita Fernández y Nicolás Cabré

—¿Vos le decís Laurita?

Nico: —No.

Laurita: —Me muero si me llega a decir Laurita, no.

—¿Tienen apodos mutuamente?

Nico: —Si: “mi amor”, “mi vida”, o “Lau”. No, Laurita no.

Laurita: —Me muero si me dice “osito”, esas cosas que dicen algunos. Me puedo llegar a morir de la vergüenza.

—¿Es romántico?

Laurita: —Sí, sí (risas). No, está tratando… Uno tiene el romanticismo en la cabeza como la cena, las flores, todo eso. Y en realidad el romanticismo, para mí, va por otro lado, por la demostración de amor. Por ser cariñoso. Por decir las cosas. Por demostrarlo también con acciones. Y para mí él es súper romántico porque tiene esas cosas y me hizo ser mucho más demostrativa también. Yo lo sentía, pero me costaba ponerlo en palabras o demostrarlo. Y fui aflojando y aprendiendo a serlo con el tiempo.

—Te brillan los ojitos.

Laurita: —Sí, me cuesta por ahí hablar de eso. Pero sí, sí.

Entrevista a Nicolás Cabré y Laurita Fernández

—¿Quiero saber quién ronca?

Laurita: —(Risas).

Nico: —(Risas) Ella, claramente.

Laurita: —No, pensé que no lo ibas a decir.

Nico: —(Risas) Pero sí. Sí.

Laurita: —Un toque.

Nico: —Sí, un poquito, de vez en cuando manda un estertor (risas).

—¿Y él no? Él es silencioso de noche.

Laurita: —No, no, la verdad que no, no puedo decir nada. Pero pará, yo cuando estoy muy cansada...

Nico: —Sí, sí.

Laurita: —Si no, ya está pintando…

—¿Y quién de los dos cocina más rico?

Laurita: —Claramente él, sí.

Nico: —Pero tampoco cocinamos tanto, siempre encontramos una excusa para pedir.

Laurita: —Sí, mucha pizza.

Laurita y Nicolás Cabré a
Laurita y Nicolás Cabré a solas con Teleshow

—Nico, ¿qué sentís vos cuando la ves a ella con Rufina?

—Yo las disfruto. Para mí es hermoso. Es hermoso que se busquen. Es hermoso que compartan. Que sean las amigas que son. Que cuente la una con la otra. Para mí es fundamental. Y me enamora más de las dos. Yo lo disfruto y lo necesito. Las necesito a las dos. Y verlas compañeras, riéndose, divirtiéndose, y no de una manera impuesta... Eso se dio desde el primer día, porque antes que nosotros estemos juntos, llegábamos y preguntaba por dónde estaba Rufi, y estaba con ella en el camarín, o jugando, o bailando o inventando cosas. Es una de las cosas que me hizo fijar en la persona. Y la descubrí primero por ahí, de esa manera.

—Laurita, ¿y cómo es el Nicolás papá?

Es maravilloso, es un padrazo. Así conocí su otro costado. Porque yo llegué y cuando lo conocí pensé que era de una manera y había armado toda una idea y una imagen de alguien serio o duro, mala onda, y cuando lo conocí fue nada que ver.

—¿Vos sabías que ella te había construido así?

Nico: —(Risas) Ya estoy acostumbrado.

Laurita: —Claro, es como lo que por lo general…

Nico: —Sí, yo estoy como acostumbrado. Y no me impongo tampoco romper eso. Soy como soy, y a lo mejor me cuesta arrancar. Al principio éramos secotes los dos porque ya habían anunciado que ella venía a reemplazar a Gri (Griselda Siciliani) y ya habían dicho que yo la había pasado a buscar por la puerta del canal con un ramo de flores. Cada uno en su momento estaba en su historia. Entonces casi casi que ni nos mirábamos. De repente cada uno cerró lo suyo, y empezamos a hablar por una confusión y se dio así, hablamos, hablamos, hablamos, y cuando no nos dimos cuenta…

Laurita: —Nada, de la vida. De cualquier cosa.

Nico: —Con el tiempo empecé a darme cuenta que ya estaba necesitando el mensaje o mirando el teléfono a ver si sonaba o si hablábamos. Era parte casi fundamental de mi día.

—¿Y hoy seguís necesitando el mensaje y que suene? ¿Te sigue gustando?

Nico: —Sí, sí. Yo necesito, pero soy así: necesito mensajes. Soy más rompe bolas que ella con el estar y con preguntar. Lo necesito en la vida, necesito saber. Es mi prioridad, Rufi, quiero saber cómo están. No me distraen tanto del trabajo otras cosas.

—Lau, ¿vos querés una propuesta de casamiento en el escenario, adelante de todo el mundo?

Laurita: —Cuando empezamos a salir con el tiempo (los periodistas) ya empiezan como: “¿Y te gustaría casarte?”, “¿Y te gustaría tener hijos?”, “¿Y te gustaría hacer aquello?”. Y... la verdad que yo sueño todo con él. En primer lugar sueño compartir mi vida, sea casados, sea no casados, sea con un hijo, con miles. Si tiene que pasar va a pasar, y los dos, de la manera que sea, va a ser la más linda. Para mí lo fundamental no es eso sino compartir todos los días juntos. Él me recibió en los ensayos y yo me había estudiado la letra de pe a pa porque quería caer con todo, que no me puedan decir nada, porque yo soy una hincha trabajando y muy estricta, y él también lo es, entonces quería llegar con todo ya sabido. Pero después, cuando lo conocí, es un copado y un relajado: por más que es muy firme en el trabajo, como persona es divino. Cuando lo conocí y lo vi siendo papá, y vi que era un tierno total, y después lo empecé a tener en mi vida, quiero que esa ternura esté todos los días.

Nico: —Fue una sorpresa. Y cómo se dio. Y cómo es: creo que la historia fue, es y será siempre muy fuerte. ¿Cuándo muero de amor? Apenas abro los ojos. Nos pasa de mirarnos, y hasta a veces nos resulta increíble que sea ella. Es eso, lo que construimos sin darnos cuenta. Creo que lo más increíble fue eso de que no hubo un propósito. Cuando nos detenemos y vemos lo construido, a lo mejor en tan poco tiempo y con tanta naturalidad, es un poco lo que nos pasa. Por eso digo: ¿cuándo me muero de amor?, todo el tiempo.

—Se los nota muy felices, se los ve muy bien juntos. Yo vengo charlando con los dos por separado en distintos momentos de la vida de cada uno y se los ve re felices.

Nico: —Relajados. O por lo menos mi manera. Yo no lo vivía tan… No lo hablaba. Y creo que estoy tranquilo. Creo que encontré, no tengo que buscar nada más. Entonces estoy muy tranquilo. Después, somos una pareja normal. Tener la tranquilidad de saber que no tengo que buscar nada más, por lo menos yo (risas), me relaja. Y me relaja esto: ver la relación y ver la armonía que hay un poco en todo es lo que me hace tener la tranquilidad de saber que lo que siento es real, y no tengo por qué tampoco buscarle mucha justificación a nada.

—Esa fue una declaración de amor.

Laurita: —Todo. Es eso. Yo creía que, por ahí, no sé, no había una relación de las características nuestras, que ya estamos viviendo juntos, como mucho más serias si querés llamarlas, te quitaba tiempo, te quitaba energía, o te quitaba tiempo para otras cosas. Era mi pensamiento errado pensar que era un trabajo más mantener la relación, regarla, construir y demás, y me di cuenta de que estaba completamente equivocada, que no, que todo fluye y que lejos de quitarte energía, a mí me potencia y me hace levantarme más feliz. Es re lindo para mí que me digan: “Se te ve bien”, porque realmente me siento así. Está buenísimo que se pueda ver eso porque es así, me levanto contenta y hago todo lo que tengo que hacer en el día con más ganas, con más energía, y sé que mi día termina de la mejor manera. Es cursi, pero está bueno (risas).

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Agenda: Departamento de soltero se presenta desde el 26 de diciembre en el Teatro América.

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