Duki, Nicki Nicole y Ca7riel & Paco Amoroso, los highlights del Buenos Aires Trap

En el Hipódromo de Palermo, la segunda edición del festival juntó a 25 mil personas en torno a muchas de las figuras locales e internacionales del género

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Duki, el número 1 del
Duki, el número 1 del trap local, cerró el festival después de más de 12 horas de jornada (Nicolás Stulberg)

Un mundo sin padres, ¿qué podría salir mal?”, planteó el graffitti que vandalizaba al patrullero estacionado en el centro del escenario de Duki y rodeado por tachos de fuego. En el Buenos Aires Trap, las madres y los padres cumplieron un rol central: en el público, acompañando a sus retoños y tratando de sintonizar -no siempre con éxito- con la vibra urbana; pero también en el backstage, ya que muchos de los artistas delegan en sus progenitores algunas cuestiones que dan orden a sus incipientes estructuras.

Pero arriba de las tablas, con la zona liberada de padres, el desenfreno: el remix extendido de “Tumbando el club” con varios de los que participaron de la grabación -Neo Pistea, Khea, Lucho SSJ, C.R.O. y Obie Wanshot- fue la banda sonora para la destrucción total de la patrulla, a los saltos y a los batazos, performance que le dio cierre al show de Duki y a las más de 12 horas de festival.

Unas 25 mil personas llegaron
Unas 25 mil personas llegaron hasta el Hipódromo de Palermo para disfrutar del Buenos Aires Trap (Nicolás Stulberg)

Con un recital basado en su reciente lanzamiento “Súper Sangre Joven”, lo de Duki sirvió además como resumen del Buenos Aires Trap​, ya que en él convivieron las distintas ópticas de abordar el género y estuvo acompañado por varios de los artistas que habían tocado previamente: desde el comienzo con el manifiesto “Rockstar” al reggaetón fiestero y cosificador de “It’s a Vibe” junto con el español C. Tangana (con la 10 de Maradona del 86) y Khea (con la 8 de Zach LaVine de los Chicago Bulls); la balada “Me gusta lo simple” con el mexicano Alemán; la ortodoxia aplicada en “Vampiros” e “Hijo de la noche” mano a mano con C.R.O.; el rap machacante de “La Jefatura” con Lucho SSJ; el diálogo negro sobre blanco con Nicki Nicole para la soulera “Shorty”; y el jaleo pendenciero en “5 Stars” nuevamente con C. Tangana, Neo Pistea y el chileno Polimá Westcoast.

Buenos Aires es la fuckin’ capital del trap”, arengó Mauro Ezequiel Lombardo, el nombre detrás de Duki: el número 1 indiscutido de la escena local no escatimó energías, se paseó por las pasarelas laterales y frontales para reafirmar gestualmente lo que rapea, encontrando el punto justo de su encantador flow melódico y un uso preciso del autotune, con Orodembow -alias del productor Roque Ferrari- segundéandolo desde los controles de las bases y distintos golpes de efecto, como el revolver cargándose. Antes del final, sonó la trifecta que mejor define el estilo de Duki: “Hello Cotto”, “She Don’t Give a FO” y “Goteo”, uno de los más grandes hits argentinos de este año que se está terminando.

Lo de Duki fue una
Lo de Duki fue una especie de resumen del Buenos Aires Trap​, ya que en él convivieron las distintas ópticas de abordar el género y estuvo acompañado por varios de los artistas que habían tocado previamente (Nicolás Stulberg)

Otra de las canciones más escuchadas de 2019 es sin dudas “Wapo Traketero”, de Nicki Nicole. Ese fue el broche del show de la joven rosarina, que está empezando a llevar su música al vivo. Y lo terminó igual que como lo empezó -con “7 lunas”, track inicial de su flamante disco “Recuerdos”-: contenida en la pequeña tarima cuadrada que la despegó medio metro del escenario. En el medio, caminó el escenario con su pequeña figura, yendo de menor a mayor para ir ganando en intensidad y confianza, desplegando esa voz agridulce que te mata suavemente y secundada por un preciso trío -Benjamín López Barrios (guitarra / teclados), Andrés Brizuela (batería) y Juan Giménez Kuj (bajo)- que le dio forma a su manera de entender el r&b (“Años Luz”) y su pop de ensueño (“Diva”). También le cedió espacio a otro de sus éxitos, la “BZRP Music Sessions, Vol.3” -mejor conocida como “Cuando te veo”-, acompañada en baile y arenga por Bizarrap, factótum musical del tema en cuestión.

La rosarina Nicki Nicole brilló
La rosarina Nicki Nicole brilló y se distinguió en el Buenos Aires Trap con su manera pop de hacer r&b (Nicolás Stulberg)

Su propuesta se distinguió bastante de la hegemonía del autotune y las bases de hip-hop ralentizadas o electrónicas. Rodeada de una especie de bosque nórdico de leds, le fue quitando piezas a su traje estampado en dólares para revelar un mensaje sobre su espalda: “Fuck money, sólo son papeles”, otro gesto que fue en contra de los basamentos del trap.

Nicki Nicole invitó a Bizarrap
Nicki Nicole invitó a Bizarrap para interpretar "Cuando te veo", la sesión musical que registraron juntos en el estudio hogareño del productor (Nicolás Stulberg)

El otro momento refrescante de la larga jornada -arrancó a las 14 horas del 30 de noviembre y se extendió hasta las 2 AM del domingo 1ro de diciembre- fue el desparpajo enérgico e intenso de Ca7riel & Paco Amoroso. Con el sol en retirada, la ATR Banda -Julián Montes (bajo), Mariano Dominguez (batería), Guido Rodriguez (teclado), Axel Introini (teclado)- arrancó una zapada progresiva a partir de un sample de “La grasa de las capitales” (Serú Girán), para introducir al dúo dinámico del rap. Desde el vamos, quemaron las naves con sus canciones deformes y caleidoscópicas -del vaporwave al cyberpunk, partiendo desde el rap-: “A mí no”, “Ouke”, “Mi sombra”, “Coca-Cola” y “Ola Mina XD” brillaron en un repertorio acentuado por el espectacular uso de las pantallas, con visuales entre psicodélicas y catódicas.

Ca7riel & Paco Amoroso, dúo
Ca7riel & Paco Amoroso, dúo dinámico de raperos, brillaron con un set de canciones enérgicas y catárticas (Nicolás Stulberg)

El resto de la artística del Buenos Aires Trap dejó en evidencia que, aunque existan matices, la escena es por demás homogénea. En poco más de dos años, este grupo de chicos y chicas desfachatados -algunos surgidos de las batallas de freestyle, otros curtidos en el underground del hip-hop y del rock- tomaron por asalto las playlists, los dispositivos y las pistas de baile. A fuerza de actitud, look, bases adhesivas y letras explícitas, actualmente dominan los gustos musicales de la mayoría y reescribieron la santa trinidad en el imaginario de la juventud eterna: del “sexo, drogas y rock & roll” al “sexo, drogas y trap & roll”. Pero aunque algunos estén dejando obra con sustancia, difícilmente muchos de estos artistas sobrevivan si no logran reinventarse y ampliar su campo de acción e inspiración para encontrarle una vuelta más original al asunto.

Neo Pistea, uno de los
Neo Pistea, uno de los pioneros del trap local, abrió su show con el tema (y la camiseta de) "Messi" (Nicolás Stulberg)

En ese guiso, se dieron otro puñado de escenas imborrables para bien o para mal: la versión módica de “Tumbando el club” en el set de Neo Pistea, introducido por el “Himno Nacional Argentino” para reafirmar su estampa de “himno del trap”; la aparición de Homer El Mero Mero para salvar el fallido show de C.R.O. con la recreación de Bardero$ a través de “Tengo sed” y “Unidad 9”; “El Chino”, guitarrista de Khea, que definió el hit absoluto que es “Loca” con un extendido solo sexy para dar por concluido el show; la agitada versión de “El marginal” de parte de Sara Hebe; y la insoportable participación de Coscu, el célebre youtuber / streamer que se encargó de presentar cada show con largos monólogos inconducentes y carentes de gracia.

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