Juntos pero no revueltos. Así están Diego Maradona y Rocío Oliva en estos tiempos donde aparentemente la vida de El Diez y su entorno está más calmada. Mientras tanto, los juicios cruzados se siguen dirimiendo en los Tribunales. El actual director técnico de Gimnasia de La Plata alquiló una lujosa casa en un barrio cerrado a solo dos cuadras de la vivienda de su ¿ex? en el barrio de Bella Vista, por 3.500 dólares mensuales, con un pago anticipado de seis meses para poder ingresar allí.
El barrio donde queda la mansión se llama Los Fresnos, y está ubicado en Aristóbulo del Valle y la avenida Gaspar Campos. Se trata de un lugar muy tranquilo, con pocas familias y muy “exclusivo” porque allí no vive ningún otro famoso. La propiedad que alquiló Maradona está en un punto estratégico dentro del complejo, ya que está en una calle a la que no todos tienen acceso, y se puede ingresar por una puerta trasera del country.
La casa tiene cuatro dormitorios en la planta alta y otro en la planta baja en el cual duerme Diego, quien no puede subir escaleras tras su reciente cirugía de rodilla. Vive con su asistente personal y mano derecha, quien todas las mañanas lo lleva al entrenamiento del equipo que dirige.
No le fue fácil a Diego encontrar casa en los countries de Bella Vista y zonas linderas, porque él quería vivir cerca de la casa de Rocío Oliva. La relación entre ambos es buena, cordial, pero nadie se anima a decir que estén juntos como pareja, porque ella nunca levantó el juicio por división de bienes durante el tiempo que estuvieron juntos, a través del cual reclamaría seis millones de dólares.
El DT había visto antes dos lujosas y costosas propiedades en los barrios Los Berros y El Lago, pero sus dueños se negaron a alquilarle –por sumas incluso mayores– al saber que el inquilino sería Maradona. Entre las condiciones que El Diez puso para instalarse, está la más polémica, que consiste en no revisar los autos particulares de las personas que lo visiten, que en general es moneda corriente en cualquier barrio privado o country en la barrera de seguridad de los ingresos.
La llegada de Maradona a Los Fresnos tuvo su polémica. Hubo una reunión de consorcio de vecinos para aprobar su llegada, como sucede con todos los ingresos a las viviendas del lugar, que en general se aceptan sin problemas. Pero tratándose de Maradona y sus antecedentes de comportamiento vecinal, muchos se negaron a que viva en el lugar. Finalmente se impuso la mayoría y su ingreso fue aceptado.
El ex futbolista e ídolo mundial pasa un tiempo más tranquilo en sus contiendas mediáticas familiares luego de que sus hijas Dalma y Giannina hayan ido a ver a su equipo en La Plata, aunque no saludaron personalmente al padre cuando lo hicieron. A esto se suma su encuentro con su nieto Benjamín, que también sirvió para un acercamiento con sus hijas. Al que no ve desde que llegó a la Argentina es al pequeño Diego Fernando, de seis años, tras la estadía que compartieron en México. Resulta insólito que tras encontrarse un tiempo con él y llevarlo a la escuela cuando dirigía a Dorados de Sinaloa, Maradona ahora haya decidido alejarse de nuevo de su madre, Verónica Ojeda, y por ende del pequeño.
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