¿Qué quiere la Chola? Bailar al ritmo de Los Palmeras, sin dudas, como las miles de personas que se dieron cita en las inmediaciones del Obelisco para disfrutar de un show histórico acompañados por la Filarmónica de Santa Fe. Algo ya probado con éxito en la provincia que los vio nacer, en Rosario, en Carlos Paz, y que no defraudó en su paso por Buenos Aires. De hecho, están previstas ya las presentaciones en este formato en San Juan, Bariloche, Salta y Mendoza.
¿Cuánta gente? Mucha, quizás menos de las 120.000 de su paso por Rosario, el récord, pero no quedan dudas del poder de convocatoria de una de las bandas referentes de la cumbia, que convirtieron a Diagonal Norte en una gran pista de baile, donde gente de todas las edades disfrutó de un show a la altura de las expectativas.
"Es que ella tiene un bombón asesino", cantaba y bailaba el público acompañando a la banda, tanto cuando lo hicieron en la mitad del show como en uno de los bises, en el tema que después de tantos años los hizo llegar a todos los puntos del país. Menos de 15 años tiene el tema, pocos, teniendo en cuenta los casi 50 que tiene Cacho, el cantante, al frente de la formación. De ser una de las agrupaciones más destacadas en el ambiente y moverse solo en ese circuito llegaron así a la masividad. Así fue como el resto del país comenzó a hurgar en su pasado.
"Yo soy parrandero", entonaban las coristas de la Filarmónica moviendo sus cuerpos al compás de los acordes, mientras el público acompañaba y recitaba cada parte del tema, como si desde siempre hubieran escuchado ese tema que aclara que la culpa de todo la tuvo el vino. Otro de esos temas con un gran arreglo de orquesta y coro que supo renacer de una forma que imaginamos nunca lo hubiera previsto.
De más está decir que quizá ni los propios músicos de la orquesta que sobre el escenario hacían bailar a esa marea de gente, en su pasado creerían que, con el obelisco a sus espaldas, ahora estaban acompañando a la banda en temas como "La bestia pop", el clásico de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, que Marcos, el acordeonista y miembro fundador, y los suyos dieran a conocer hace por lo menos 20 años.
Para quienes tuvieron la posibilidad de verlos en este formato en Santa Fe y Córdoba no es una novedad, lo que no impide que por ya usado el recurso quede obsoleto. Para quienes los vieron por primera vez, fue el redescubrir de una banda que llegó a sus vidas más tarde o más temprano, pero que se instaló y acompañó, como lo hicieron notar en cada tema de las dos horas que duró el espectáculo.